SANGRE MALDITA

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Capítulo 18;

La vida para algunos es tan sencilla, y para otros tan compleja. Algunos con tanta facilidad tienen lo que desean y hay otros que por más que se esfuerzan o lo intentan nunca lo logran.

Antes que Sesshomaru estuviera poseído por la Bestia poseía una  vida acomodada, de lujo y sencilla e incluso tranquila. Obtenía todo con facilidad y a manos llenas e incluso no se daba cuenta de lo que poseía hasta que todo termino. Su padre lo intercambio y ahora vive arrastrado por Yako consumido por muchos sentimientos de odio y desprecio hacia el pueblo qué un día juró su padre que protegería cueste lo que le cueste. Al saber que su destino nunca fue como lo esperaba juró venganza. Y por generación tras generación ha sido un desgraciado. Se ha llenado de sangre inocente entre sus garras y sus colmillos largos y fuertes.

Cuentan la leyenda que en los últimos respiros de Inu no Taisho pidió ver a su hijo cueste lo que le cueste pues buscaba su perdón pero una sangre maldita nunca perdona ni olvida. Así que la Bestia decidió terminar la agonía  y la muerte lenta se convirtió en rápida con una sola mordida termino con la vida del rey.

Después de eso Sesshomaru se convirtió en el blanco predilecto de muchos, pues a la mayoría les dolió la muerte de aquel viejo justo y bueno. Porque si existía un límite que frenará el deseo de destrucción hacia la Bestia era su padre. Y unos cuantos más que trataron de ocultar y mantener a raya a Yako. Entre las sombras había cierta protección por la Bestia. El remordimiento o cargo de conciencia siempre es nuestro enemigo cuando hacemos algo incorrecto porque todo el tiempo te hace recordar tus errores.

Hubo disturbios y ciertas riñas para ver quién sería el nuevo rey pues al saber que no había otro desendiente del Rey más que Sesshomaru y este ahora era el enemigo no existía quien asumiera el cargo. Muchos desearon estar sobre el trono y sólo un campesino obtuvo el triunfo, nadie supo de dónde era su región de orígen o de donde llegó, pero fue el vencedor.

Muchos creyeron que al poseer un aspecto pobre podría comprender las necesidades de los desafortunados y seria un hombre justo, pero no fué así. Naraku es un ser despreciable que sólo ve sus propias necesidades antes que cualquier otro aspecto. Había riqueza para subcistir pero sólo unos cuantos son beneficiados.

El pueblo es totalmente pobre y las muertes aumentan con la Bestia, al rey no le interesa.

Sesshomaru jamás deseo ese tipo de vida, él simplemente quería ser feliz, tiempo después se enteró que su prometida obtuvo un casamiento con el mismo Naraku. No por amor, más por obligación pues tenía que unificar fronteras con otros países extranjeros y la única manera de hacerlo era casándose. Poco tiempo después ella se embarazó y tiene dos hijas gemelas Kynu y Gyokuto que son como el agua y el aceite. Actualmente tendrían unos 20 años de edad. Una es rebelde pero justa y vive preocupada por la gente de los pueblos trata de ayudar y proteger a los más débiles y es experta con el arco y la flecha en cambio la otra es tranquila pero despiadada y despota no le gusta estar cerca de los pobres ni siquiera ayudarlos, tratando a su gente peor que escoria.

Y solo una ha conocido en persona al mismo Sesshomaru que para su desgracia también lo vio desnudo pero esta no salió corriendo del espanto. Desde entonces se ha obsesionado con él a tal grado que anhela ser su esposa. Se enamoro de él a primera vista cuando es más que una simple infatuación. Si tan sólo supiera que dentro de la Bestia se encuentra su amado Sesshomaru, no anhelaría aniquilar a Yako.

Han pasado tantas cosas en estos años. Sin embargo la Bestia siempre será la Bestia que tantos odian y le temen. El rey del oeste será Naraku a menos que Sesshomaru vuelva pero eso es casi imposible, él está manchado de sangre maldita.

Naraku y Kirinmaru no hay rivalidad pues ambos son de la misma calaña.

La pobreza siempre existirá. Los gobiernos y gobernantes de cualquier monarquía o democracia serán injustos y velarán por su propia vida. La pobreza existirá por siglos por consecuencia los robos y la muerte por poseer algo de valor nunca cesará. La vida es injusta en especial para los más débiles. A menos que aparezca en ese reino por cuenta propia una persona que exija paz y equilibrio para todos. ¿Pero quién podría ser esa persona?
Kagome o Sesshomaru quizás...

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