Es el gran enemigo principal de las aldeas.
Sanguinario y despiadado es aquella Bestia que ronda por las noches y los días, pero todo cambia cuando conoce a la chica del futuro que llegó del pozo de los deseos. Dicen que es la salvación. Y tal vez...
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Capítulo 23:
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Las mejores noches son aquellas que comparten momentos especiales con las personas correctas, en los momentos indicados.
Para Sesshomaru está noche es una de las más especiales que experimenta, por primera vez comparte un anochecer con alguien más, que no sea la Bestia dentro de su interior.
Y ahí está, al lado de la chica, contemplando su hermosura. Con precaución carga a la chica colocándolo su cabeza sobre sus piernas. Y con las yemas de los dedos acaricia aquellas mejillas que recuperan su color.
Tiene ganas de besarla. Lo trae ensimismado.
La chica por fin está despertando abriendo sus ojos poco a poco.
Lo primero que se topa la chica al despertar, es con el rostro de un hombre con una mirada enigmática, el color de sus iris son más dorados que el brillo del sol. la piel pálida, el resplandor de la luna le hace resaltar su belleza, con facciones finas y delgadas. Nunca antes lo había visto, no cree que sea real, sin embargo le recuerda a alguien que apareció en sus sueños. Lleva una media luna morada que resalta de su frente y en sus mejillas lleva dos líneas delgadas horizontales de color magenta son muy características que podrían ser de nacimiento. A pesar de su belleza de su salvador, ella entra en pánico.
—¿Quién eres tú?
Sesshomaru no sabe si decirle su verdadero nombre.
Intenta levantarse pero le llega un mareo y vuelve acostarse.
—Tranquila, estás débil.
—Alejáte, por favor— dice tartamudeando.
Sesshomaru intenta consolarla, tocando sus manos, pero la chica las aparta de su alcance.
Esta vez recobra un poco de fuerzas para sentarse. Su larga melena castaña baila entre la oscuridad. Dándole la espalda.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, una vez más sus esmeros por suicidarse son fracasados, esta vez por un extraño.
