A tempranas horas de la mañana, antes de que saliese el sol, Luciana, al igual que todos los días, se despertó con una abrumadora sensación de extrañeza recorriéndole la mente y el cuerpo.
Lo primero que hizo al abrir los ojos fue fruncir el ceño. Antes de pasarse las manos por la cara para quitarse las lagañas y desperezarse, se sentó sobre el colchón. Sin molestarse en quitarse la manta de encima, fue encorvándose hasta que puso sus manos sobre sus rodillas. En esa postura, Luciana se quedó viendo fijamente una esquina vacía en la alcoba.
¿Qué demonios había pasado ayer?
Una vez que sus ideas se ordenaron, ella bostezó y salió de la cama para recibir un nuevo día.
»Quiero que duermas conmigo.
Ya lo recordaba. Eso había pasado.
La noche anterior, Gateguard de Aries le había pedido dormir con él.
»¿Dormir? ¿Puede... explicarse mejor? —le había dicho luego de estar en un momentáneo estado de shock. Hasta que movió los labios, Luciana se dio cuenta de que había tenido la boca ligeramente abierta.
¿Realmente se lo había pedido? ¿A ella? Eso debería ser una broma. Y es que, por "dormir", cualquiera pensaría en sexo, ¿no? Al final, esa era una forma bastante común y estúpidamente sutil entre amantes para camuflar el verdadero deseo que se tenían.
Ante la pregunta de Luciana, Gateguard de Aries arqueó una ceja, mirándola como si no pudiese concebir que ella le respondiese de esa forma a su... ¿petición?
»¿Qué puedo explicarte? —dijo serio—. Quiero que duermas conmigo. ¿No sabes el significado de la palabra "dormir"?
Bueno, pues ese mensaje en código que ella conocía, no aplicaba con este hombre.
—Aaah, era demasiado bueno para ser cierto —pensó en voz alta, saliendo de su alcoba para ir a la cocina.
Ella agradeció a los dioses por haberse dejado de escandalizar por todo, hace años.
De haber tenido 10 años menos, seguramente Luciana habría comenzado a tartamudear o habría salido corriendo luego de oír la invitación de Gateguard de Aries... sólo para que, momentos después, él le confirmase que estaba quedando como una idiota por malpensar.
Pero, en lugar de alterarse y actuar como si tuviese 15 años, ella mantuvo su compostura y simplemente le miró, algo incómoda.
»Claro que sé lo que significa esa palabra —se ofendió un poco por esa pregunta que parecía ir con algo de sarcasmo, aunque ella no estaba tan segura de que esas fuesen las intenciones de él—. Sin embargo, quiero que usted me lo aclare. Verá... tal vez usted no lo sepa —o fingía bien no saberlo—, pero a veces, la gente, cuando dice "dormir" realmente se refiere a tener sexo.
Luciana se sonrojó un poco por la pena del momento cuando él frunció un poco su propio ceño antes de responder.
»Yo no me refiero a tener sexo.
Sólo "dormir".
Ahora que Luciana se preparaba su desayuno (una taza caliente de té de manzanilla y una rebanada del pan casi duro que compró hace 3 días), recordaba a las chicas hablándole, una hora después y todas al mismo tiempo, pidiéndole detalles de su conversación con Gateguard de Aries. Sin embargo, en su momento, ella dudó mucho en decirles media palabra al respecto.
Y es que, incluso ahora que su cerebro estaba funcionando normal, Luciana estaba segura que si trataba de explicarles, ellas lo malinterpretarían todo, o no comprenderían que Gateguard de Aries no había buscado lo que otros hombres antes de él, para con Luciana.
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ℭ𝔢𝔯𝔳𝔢𝔷𝔞 ℜ𝔬𝔰𝔞𝔡𝔞 | 🔞
Фанфик『Gateguard x Luciana』Cada noche, Gateguard de Aries visita la misma taberna de Rodorio; ahí, él pide el mismo platillo y el mismo tarro de cerveza, pero de rara vez come o bebe. Luciana, a su edad de 30 años, cree tener sus hormonas bien contenidas...