Jiang Yan Li.

Pavo real derrotado.

Después de haberse instalado, los Jiang y los Jin, comparten una pequeña merienda en el pabellón de descanso. Yan Li se había esmerado en hacer unos dulces típico de la zona, preparó el té y luego se sirvieron.

Madam Jin no paraba de elogiar a la joven, sus habilidades culinarias, sus modales y no paraba de decir la hermosa flor que era, mientras que Yan Li solo sonreía y respondía con humildad. La araña para entonces se había dado cuenta del empeño de su hija por ganarse a madam Jin y por caer en gracia al joven heredero. Ambas familias estuvieron compartiendo todo el día hasta que llegó el momento de ir a dormir.

- ¿quién se cree ese infeliz, qué viene a despreciar a mi dulce hermana?- gruñe A'ying- tengo tantas ganas de dejarle sus ojos morados y azules, así va a aparecer más un pavo real.

- le voy a romper las piernas a ese arrogante mimado....- escupe con rabia A'cheng.

- ¡tranquilo niños!- dice Yan Li entrando a los aposentos de los menores trayendo una olla con sopa de lotos.

- ¡hermana!- dicen los menores al unísono.

- sean educados- acaricia las mejillas de sus hermanos después de dejar la olla en la mesita- ya habrá tiempo para cada cosa- los toma de las manos y acerca a la mesa para que coman- mostremos nuestra buena voluntad a los Jin's,

Ya después veremos....- sonríe la joven.
Durante la primera semana Yan Li se esmero en atender a madam Jin y a su hijo. Siempre servicial, con una sonrisa que plasma su "cálida alma y bondad". Madam Jin quedó deslumbrada y es que no había prospecto de esposa ideal para su hijo que la doncella Jiang.

Por su parte Jin Zi Xuan desde el día uno, no ha mostrado la intención de querer cooperar en lo absoluto con su prometida, siempre desmereciendo el esfuerzo de la chica, dejándola con la palabra en la boca, mirándola como si fuera alguien insignificante que no vale la pena. El joven se vio obligado a ir con la joven Jiang a todas partes, incluso al pueblo y a más de uno le dio una mirada de desagrado cuando alguno insinuaba que eran bonita pareja y los bendecía.

Con el paso de los días ya nadie decía o insinuaba nada y solo observaban como el heredero de los Jin's despreciaba todo los intentos de conquista de la joven y en silencio lo maldecían, pensaban en lo desafortunada que será la doncella de los Jiang al tener un futuro esposo como él. Entre medio los pequeños herederos no dejaban de burlarse del Jin o de reclamarle el mal trato su adorada hermana, sí, varias veces A'ying estuvo a punto de irse a los combos con el pavo real, pero se aguantaba, ya que si hacía algo, el plan de A'li se viene abajo.

A mediados de la segunda semana, una tarde, Jiang Yan Li llega desolada a la secta, sus pequeños hermanos vienen detrás tratando de calmarla. Al ver lo que está ocurriendo la araña madre y su amiga no demoraron en acercarse a la joven para averiguar lo que estaba pasando. La joven lloraba desconsolada y madam Jin se esmeraba por calmarla y hacerla sentir segura.

- ¿alguno de ustedes dos me podría explicar que sucedió?- pregunta madam Jiang en tono gravemente molesto

- pasa que el pavo real no ha hecho otra cosa más que despreciar y humillar a mi hermana- grita A'ying.

- Jiang Wu Xian- grita la araña- compórtate.

- es cierto madre...- acusa Jiang Wang Yin.

- ¡eso no puede ser cierto!, mí hijo no la trataría mal- trata de defender madam Jin a su hijo.

- ¡madre....!- llama Jin Zi Xuan, quien viene llegando.

- ¡¡¿hijo?!!- grita espantada al ver a su retoño con sus ojos morados y la nariz hinchada.

- ¡esto no puede estar pasando!- exclama pálida la araña al ver el rostro del heredero de los Jin- ¿quién fue?

- fui yo.... no iba a permitir que el pavo real la siguiera humillando.