Sentencia, te vas.

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Furen Nie, la gran madre, azota con alevosía a Huai Sang sin importarle la cantidad de heridas que ya están sangrando. A su espalda Nie Ming Jue ve el cuerpo de su hermano completamente desnudo y marcada tanto con cicatrices antiguas como las obtenida recientemente y no aguantando más detiene la mano de su madre impidiendo otro impacto del látigo en contra del menor que en ese momento se encuentra hecho un ovillo con sus brazos cubriendo su cabeza y sus piernas contra su pecho.

Al cruzarse con la furiosa mirada de su hijo, Furen Nie palideció ignorando el dolor en su muñeca ocasionado por la presión que Ming Jue ejerce en ese momento. No tubo que decir nada para que su madre comprendiera que debe  salir rápidamente de ahí y en cuanto el líder la vio desaparecer dirigió su mirada a su hermano que continúa en la misma posición y no deja de llorar.

- ¡A'sang!- llama Ming Jue en tono bajo. Cuando el menor escucho la voz del mayor dejo de llorar para prestar más atención - ¡Tranquilo!- asustado el menor deja ver su rostro para asegurarse de que sus oídos no lo engañan y al darse cuenta de que su hermano es quien está frente a él no puede ocultar el gran temor que sintió en el momento y le revolvió el estomago- todo va a estar bien....- cuando Ming Jue trato de acercarse al menor este rápidamente se pone en pies para salir corriendo a algún rincón- ¿Pero que le sucede?

- solo tiene miedo....- responde Meng Yao, sacando una túnica de su bolsa- y está en celo....

Ming Jue se dirige a dónde su hermano se fue a esconder, encontrandolo en medio de mucha paja- Huai Sang....

- líder, le recomiendo que no entre ya que este es su nido....

- ¿y como lo vamos a sacar de ahí?- pregunta el líder ya agotado mentalmente ante tanta información y decepción en contra de su madre. Se siente culpable debido a que prefirió ignorar a su hermano.

Sin perder el tiempo Furen Nie salió huyendo de la secta debido al crimen que cometió en contra del segundo heredero, sabe que le van a dar un castigo que le espera, por lo tanto no dudo en montar un caballo y galopar lo más rápido que pudo para llega a su secta de nacimiento, pero para su mala suerte, volar sobre espada es más rápido y fue alcanzada por los soldados que fueron tras ella por orden del líder quienes la llevaron de regreso. A la mujer se le quitó el título de Furen, sus costosos hanfu fueron  reemplazados por uno de telas barata, perdió sus joyas y coronilla para luego ser encerrada en reclusión en una residencia similar a la que usan los sirvientes. La mujer perdió todos sus derechos y nunca más recuperara su libertad.

Con el paso de los días Huai Sang, salió de su habitación gracias al poder de convencimiento de Meng Yao de quién se volvió dependiente, siguiéndolo para todos lados volviéndose así su sombra.

- joven maestro- sonríe Meng Yao- debo ir hablar con su hermano, solo basto escuchar eso para que el niño soltará el brazo del sirviente y se fuera corriendo a encerrar a sus aposentos.

En el estudio del líder Meng Yao se encuentra dando un informe sobre  el progreso del menor- aunque logré hacer que saliera de sus aposentos y que estamos por cumplir el mes, el joven maestro aún teme incluso cada vez que dobla una esquina.

- ¿Y sus estudios?

- aprende muy rápido.... Líder.

- ¿Algún problema?- alza una ceja.

- el joven maestro me pregunta si puede ir a la biblioteca de su padre, ya que la extraña y era el lugar donde la mayor parte del tiempo pasaban juntos.

- el debería estar en la sala de clases...

- líder si usted se lo permite el se lo agradecerá y ganará un poco de su confianza, puesto que ahora el piensa que usted es igual a su madre y que en cualquier momento lo va a lastimar.

- está bien- dice el líder ya que desea ganarse a ese niño- Que haga lo que quiera, que aprenda a su ritmo pero cuando esté completamente recuperado empezará con sus lecciones con el sable.

- así será...- sonríe Meng Yao.

- el almuerzo será a la misma hora de siempre, pero esta vez me gustaría estar a solas con él. Quiero intentar acercarme a Huai Sang aunque sea un poco.

- entiendo lo llevaré puntual y esperaré afuera en caso de emergencia y comere antes que ustedes...- hace una reverencia para retirarse.

A la hora del almuerzo como siempre Meng Yao acompaña al joven maestro al comedor y cuando entró  Huai Sang se congelo al ver que solo hay dos puestos servido uno junto al otro.

- falta un puesto- dice nervioso.

- hoy solo seremos tú y yo...- dice Ming Jue.

- ¿Y A'yao?- pregunta aferrándose al brazo del mencionado.

- estaré afuera esperando si me necesita- responde con gentileza.

- te necesito ahora- le mira con súplica.

- no es verdad- sonríe Meng Yao conduciendo al menor a su puesto.

- pero yo me siento dos puestos más lejos- dice al borde de los nervios.

- pero hoy se sentara aquí- indica Meng Yao sentando al menor para luego despedirse con una reverencia y salir.

- no te vayas, no me dejes- Huai Sang hizo amago de levantarse.

- siéntate y come- ordena Ming Jue. El menor automáticamente obedeció y se centro en su comida.

Ming Jue tubo que terminar su comida escuchando los temerosos gimoteos del menor quien aún no se come ni la mitad de su comida. El mayor está perdiendo la paciencia con ese niño y antes de explotar actúa por instinto tomando al menor de un brazo, quién entra en pánico por el repentino movimiento de su hermano al ver que lo sienta en sus piernas. Ante estrecha cercanía el chico empieza a forcejear para que lo liberen pero Ming Jue afianza sus brazos al rededor del menor en lo que libera sus feromonas para acunar a su hermano y sin demora entierra sus caninos haciendo que el chico de un agudo chillido. Con el paso de los segundos Huai Sang dejo de luchar y se quedo tranquilo entre los fuertes brazos del mayor.

- ¡perdóname!- exclama Ming Jue.

- ¿Que hay que perdonar?

- mi descuidó y lo mal hermano que fui por ignorarte, por permitir que mi madre....

- es normal...- le interrumpe el menor que aún se mantiene acurrucado en contra del mayor- después de todo no me quieres...- las palabras de Huai Sang se clavaron como espinas en el corazón del mayor quien le acunó la cabeza con una de sus manos.

- si me dejas acercarme a tí....

- no te obligues hacer algo que no quieres- dice con dolor y más lágrimas cayendo por su rostro.

- ¡no es obligación!....- exclama con amargura y ojos cristalizados.

El tiempo pasa y el segundo maestro supera sus males ocultando sus rencores para no ser dominados por ellos fingiendo que nada ha pasado y por mientras prefiere vivir la vida de acuerdo a su forma de ser. Con respecto a su hermano, el par se volvieron muy cercanos y el único problema es que Huai Sang no quiere practicar con el sable por muchas razones y un par de ellas es que no ha logrado terminar de desarrollar su núcleo y la otra es que odia los malditos sables.

- Nie Huai Sang- se escucha grita al líder.

-  ya dije que no quiero entrenar, no lo voy hacer- grita el menor.

- ¿Quieres ser un Omega inútil- grita una vez más el mayor.

- los omegas somos criatura frágiles a las cuales hay que proteger- responde en lo que le hace un gesto con la lengua.

- en esta secta si un Omega no se cultiva y no es capaz de tomar un sable es un completo inútil.- grita el mayor.

- ¿Adivina qué, da ge?- grita una vez más Huai Sang.

- ¿Qué?- grita más alto Ming Jue.

- este Omega es un completo inútil y como no puedo ir en contra de esa fuerza de voluntad seré un completo inútil hasta el final.

- ¿Ahora tú adivina qué?- sonríe.

- ¿Qué, da ge?

- por rebelde te vas a Gusu Lan- responde el mayor con suficiencia.

- ¡¡¡¿QUEEEEEEEEE....?!!!

Jiang Yan Li.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora