Sol.

226 28 2
                                    

Wen RuoHan no era tonto, si los Jiang pudieron enfrentarse a una tropa entera, matando a su hijo y teniendo a los dos muertos. No puede enfrentarse directamente a las cuatro sectas más grande. Ya sabe que los Jiang crecieron en poder, territorio y economía, no solo por la derrota de aquella vez en que la intención era quemar toda la secta, sino porque cuando trato de apoderarse de los pueblos pequeños de aquella región, instantáneamente la familia gobernante junto a sus discípulos aparecían y los derrotaban. Lo mismo ocurrió con la región de QingHen Nie y Gusu Lan. Por lo tanto, a los únicos que pudo consumir fueron los pueblos y sectas pequeñas de su región y los que estaban fuera del territorio de las otras sectas grandes. No solo tenía un enorme ejército bajo su poder, también tenía otro de muertos vivientes. A estas alturas Meng Yao ya estaba trabajando para el líder, había sido expulsado hace poco más de un año de su antigua secta, donde trabajaba y con la sugerencia de madame Nie de que fuera a trabajar a Qishan Wen y que la hiciera de espía, entonces el sirviente dedujo que ese era el plan por el cual fue expulsado y entonces debía seguirlo para cumplir con su misión, ya que en su mente existían dos posibilidades, si era alguien útil para el Wen y este ganaba en aquella guerra, su vida estaría asegurada, de lo contrario, sería reconocido por el mundo por ayudar a derribar al sol como un héroe por ser una pieza clave para ganar y derrotar al Wen.

Ya con un gran ejército bajo su poder, Wen RuoHan se atrevió air en contra de las grandes sectas, barriendo pueblos pequeños que ya estaban desolados, puesto que los Jiang organizaron una evacuación masiva a través de los portales a tierras lejanas. Incluso los civiles de los terrenos de los Jiang que estaban capacitados para un enfrentamiento en aquella guerra se vieron obligados a abandonar sus hogares. YanLi tenía planeado impedir la muerte de gente inocente, debía hacerlo si quería que su familia fuera mirada en lo alto ganándose la confianza del pueblo, puesto que sabe que la voz del pueblo tiene fuerza cuando se alza y se hace escuchar.

La furia del líder Wen fue desastrosa al enterarse de que no había civiles, solo estructuras, fue entonces que lo supo, lo estaban esperando y si era así, entonces ¿quién era él para negarles ese deseo? Por lo tanto, iría hacia ellos y los destruiría a todos. No tenía miedo de enfrentarlos ya que su ejército de vivos y muertos seguía siendo superior en número.

El atrevimiento de Wen RuoHan, empezó meses después de la boda de los Nie, desde entonces ha pasado un poco más de un año.

YanLi preparo con el segundo cultivo a los Nie, Siendo su esposo un oso, adquiriendo más tamaño y fuerza. Su pequeño cuñado eligió a un ave verdadera (ornithuromorpha) adquiriendo sus alas y garras en vez de pies.

Los hermanos Lan, el mayor escogió un lobo y el menor a un tigre. Solo con ellos, madame Nie, compartió el segundo cultivo, con nadie más, fue egoísta de su parte, pero no daría semejante poder a cualquiera que no fuera de su confianza.


Mientras las sectas se reunían para formar estrategias de ataque, Meng Yao enviaba información de lo que estaba ocurriendo en Qishan Wen y mapas. Al enviarlo a la secta de los Wen, la intención de YanLi era colocarlo frente a los ojos de su padre, todo es un plan que va directo a su venganza por lo que le hizo a su pequeño hermano y a los Dafan Wen en la historia original. Su venganza también es honor a los hermanos Lan ya que por sus intrigas uno perdió al hombre que amaba y el otro entro en reclusión debido a la depresión causada por la traición de ese infeliz.

Cuando Wen RuoHan intento recuperar a los Dafan para obtener información de los Jiang y las otras sectas, nadie regreso y los espías que envió por ellos, todos regresaron muertos cayendo del cielo a sus pies, como siempre. En estos momentos la ira del líder estallaba ocasionando un caos horrible, que lo iba consumiendo día a día, increíble siendo que es el cultivador más poderoso. Su raciocinio estaba flaqueando y ya no recordaba por qué quería ir en contra de las otras sectas, lo único que en ese momento deseaba era destruir todo a su paso olvidando su verdadero propósito.

Las sectas llevaban más de una semana acampando al sur del territorio de los Wen limitando con MeiShan Yu y Yiling. Esperando ansiosos la orden que va a dar inicio a la descomunal guerra que se avecina. Cada secta con sus respectivas banderas ondeando en lo alto cuyos emblemas predominan. La bandera que todos comparten en común es la que tiene bordada el símbolo de los Wen en el centro de un círculo color rojo en donde una franja del mismo color le cruza (hago referencia al logotipo de prohibido. Auspicio de YanLi)

Wen RuoHan observa desde el balcón más alto de su palacio a sus tropas, parece un nido de hormigas debido a la enorme cantidad de soldados que tiene bajo su poder. La percusión de los tambores y platillos es el aviso que autoriza el inicio de la guerra.

Si bien la distancia era enorme entre ambos bandos, la estrategia de las sectas era simple. Pusieron portales de teletransportación en ambos laterales desde donde vienen los Wen y los Jiang con ayuda de segundo cultivo y las piedras en brutp los mantendrán abierto hasta que el último lo cruce, por lo tanto, las primeras seis tropas de las pequeñas sectas serán los que crucen. La idea es que la guerra se mantenga en las tierras de los Wen para que las otras regiones cercanas no se vean afectadas.

En plena carrera, los Wen empezaron a hacer atacados por los costados a la distancia por cientos de flechas, desconcertando a la secta del sol ya que ese movimiento no estaba en los planes de estrategia de ataque, ya que la idea era atacarlos directamente. Con la orden del general, Los Wen se dividieron en tres grupos, uno se fue a atacar hacia el este otro al oeste. Los que quedaron continuaron con el ataque en dirección al sur.

Las sectas principales que quedaron, no se movieron de su lugar, solo adquirieron sus posiciones de ataque y defensa a la espera de la señal para poder avanzar. No paso mucho para que los tambores empezaran a sonar por parte de las tropas del sur y con el primer bom, todos corrieron con sus respectivas armas alzadas y entre gritos. Unos a pies y otros a caballo, tenían el ánimo para enfrentarse al enemigo.

Antes del impacto los Jiang adquirieron su forma animal, desde sus espaldas les aparecieron patas de arañas mezcladas con escamas de serpientes. Wen Ning con ayuda de sus animales fue veloz y con ojos agudos, perfecto para lanzar sus flechas espirituales, corriendo de un lugar a otro entre las tropas enemigas y de vez en cuando enterrando su espada al enemigo más cercano. Los hermanos Lan también se beneficiaron con sus animales al igual que Nie MingJue. El resto de los cultivadores quedaron asombrados ante tal suceso de la cual ignoraban que fuera posible. El impacto duro poco ya que, debían concentrarse en la batalla.

Nie HuaiSang galopa con sobrada experiencia lanzando sus abanicos envenenados, revoloteando por todos lados e impactando en contra de los enemigos. En un descuido su caballo es lastimado de gravedad y en el momento en que el animal iba cayendo, el joven se impulsa hacia el cielo abriendo sus enormes alas, volviendo a causar impresión en los cultivadores.

Wen Qing, al igual que su pequeño hermano es un conejo, por ahora este era su único animal. También entre medio de las tropas enemigas se desplazaba con su espada en mano mientras que sus cientos de agujas bañadas con su poder espiritual atravesaba a quienes se le cruzaran siempre y cuando no fueran aliados.

Para terminar de matar a los muertos vivientes, YanLi había dado las instrucciones de atravesarles las cabezas o cortarlas de un rápido movimiento, ya que era la manera más efectiva de deshacerse de ellos.

Algunos Wen disparaban al cielo con sus flechas para dar en contra del menor de los Nie, quien al verlas cerraba sus enormes alas, giraba sobre su eje a gran velocidad y antes de detenerse abría sus alas expulsando energía espiritual cuya onda derribada las flechas a la vez que disparaba cientos de afiladas plumas como el acero, que terminaban incrustadas en rostros u otra parte del cuerpo de los perros Wen.

En sincronización los Nie hacían temblar la tierra, abriendo enormes grietas que tragaban a los Wen, solo para después volver a cerrarlas triturando a los infelices. Ante esto lamentablemente también varios aliados que se vieron perjudicados y cayeron, quedando atrapados bajo tierra.

Los Jiang no solo atacaban con sus espadas, sino que también atravesaban a los enemigos con sus largas patas. En ocasiones un cuerpo era atravesado por dos solo para terminar descuartizándolos.

Todos luchaban, mezclando sus túnicas de guerra con la sangre del enemigo, preguntándose de donde salen tantos perros Wen y presintiendo que ellos serán los derrotados, pero aun así no pierden el espíritu de lucha.

En el campo de batalla Jiang WuXian, se enfrenta a sus oponentes con bastante éxito, pero aun así no está concentrado, se preocupa por sus adorados esposos a pesar de que lo estaban haciendo bien y no se veían que estaban en peligro. Debido a este descuido, no se percató de que un Wen venía a atacar detrás a su espalda y cuando este alzó su espada para arremeter, un látigo eléctrico de color purpura le partió la cara en dos para luego perder la cabeza a manos de la araña violeta.

- niño tonto, no te distraigas... - regaña su madre.

- ¡lo siento madre! - exclama lanzando su espada en dirección de la araña pasándola de largo para atacar a un Wen que venía detrás de la mujer.

- ¡¿Supongo que con eso estamos a mano?! - le sonríe a su madre.

- solo no te distraigas... - dice la mujer para luego irse a luchar contra el enemigo.

Jiang Huan estaba siendo rodeado sin posibilidades de escapar, de pronto un látigo se enrolla en su cuello, otro en su brazo disponible y otro en el que sostiene su espada, también sus piernas habían sido atrapadas obligándole a tener sus extremidades extendidas. El Jiang lucha por liberarse, no sólo son 5 contra uno, a esos se les suman los que viene a arremeter con sus armas.

Desde el cielo Nie HuaiSang se da cuenta en la desventajosa situación en la que está el Jiang y sin dudarlo lanza varios abanicos que giran sobre su eje en dirección a sus blancos escogidos, cortando brazos, piernas o cabeza. Venían más Wen para herir de muerta al Jiang, entonces Nie HuaiSang vuela lo suficientemente bajo como para tomar a un Wen con las garras de sus patas elevarlo en lo alto para luego dejarlo caer sobre la cabeza de aquellos que tiene rodeado a su aliado, luego regresa para seguir atacando y estando cerca toma al mayor de la cintura con ayuda de sus brazos, para volver a elevarse sacando a su compañero de aquella dificultad.

- ¡gracias...! - exclama el Jiang.

- somos camaradas - contesta el menor viéndole a los ojos sin vergüenza.

Después de dejar al Jiang en tierra, Nie HuaiSang Continúa con su camino para ir a luchar en áreas que están más descubiertas y necesitan ayuda.

Desde tierra se puede ver como la lluvia de bolas de fuego enviada por los Wen se dirigen hacia ellos, entonces los Nie levantan enormes masas de tierra, desparejando la superficie, dejando enormes hoyos en los que más de uno cayó.

Las masas de tierra fueron arrojadas en contra de las bolas de fuego y con ayuda del menor de los Nie que controlo bocanadas de viento, lograron regresar el ataque con residuos incluidos. Los gritos de los Wen al ser quemados a lo bonzo fue desgarrador, debido al dolor insoportable por el que estaban pasando.

Las hermanas YanSiu y YanLi, se mostraban muy feroces en sus certeros ataques, sus rostros manchados debido a la sangre salpicada no las aminoraban, aquellos que estaban cerca, tomaron nota de que las jóvenes era tan temibles como la madre y era mejor no hacerlas enojar. Laceaban sus látigos con furia azotando a todos lo que se les cruzaban, en lo que sus espadas se desplazaban cazando al enemigo. Sus patas de arañas bailaban de un lugar a otro incrustándose en algún torso o atravesando algunas cabezas. No tenían problemas con sus metodos de lucha.

Los Lan no solo atacaban con sus espadas, también lo hacían con sus instrumentos e incluso los Jiang que están en Gusu Lan aprendieron a usarlos. Las ondas espirituales de los acordes les facilitaban el trabajo a los demás al no poder ser detenidos ya que el ataque era a base de energía, no era un arma sólida bañada con poder espiritual, por lo tanto, era imposible defenderse y salir ilesos.

Y los Jin. Jin ZiXuan y su tropa no se quedaban atrás, también hicieron un buen trabajo en el campo de batalla, la que aún se mantenía bajo el sonar de los tambores que no dejaban de tronar como truenos.

Wen RuoHan no puede creer lo que está ocurriendo, ni las piezas del hierro Yin pueden ayudarlo, las marionetas una por una caen con facilidad y sin la probabilidad de volver a usarlos, y con cada caído en batalla ya sea enemigo o no, tampoco puede adquirir más muertos vivientes. Entonces, el líder Wen está perdiendo el control en medio de su locura y la furia. Lo que el líder no sabe es que los cultivadores cortan las cabezas de los que ya están muerto y de los que caen en batalla, mientras que los aliados de la campaña para derribar al sol tienen un pergamino cuyo hechizo se activa para impedir que usen sus cuerpos como marioneta. Esto quiere decir que, Wen RuoHan está perdiendo a sus hombres y al haber pocos, sus enemigos tienen más facilidades para acercárseles.

- quédate aquí y cuida las piezas Yin, terminaré con esto personalmente y regresare - dice el Wen a Meng Yao saliendo del salón.

Meng Yao, estando solo se acerca a las piezas y las observa con los ojos brillantes, con mirada de deseo y ambición. Extiende una de sus manos para tocar una, cuando de pronto lo interrumpen

- no tienes el poder suficiente para hacerte de ellas... - escucha que le dicen repentinamente.

- ¡señorita! - exclama Meng Yao - ¿de dónde salió?

- solo vine a buscar esas piedras.

- no puede hacer eso, el líder Wen....

- ¿el líder Wen? ¿crees que un despojo humano como él está por sobre mí? - toma una por una las piezas Yin y a medida que lo hace estas desaparecen una - aún eres un niño, este amuleto es muy grande para ti, así que me lo llevo.

¿cómo te llamas...? - pregunta Meng Yao.

- Chenqing... - responde - niño, no te metas con cosas que no entiendes. Mejor ve hacer lo que tienes que hacer y usa bien esa peligrosa espada que guardas debajo de tu piel - Meng Yao no pudo evitar reflejar el asombro en su rostro al ser descubierto, nadie sabe que tiene una técnica así, esa es su mayor ventaja - estas en el tiempo preciso, ve y conviértete en el "héroe" final de esta guerra - dice antes de desaparecer.

Silencioso, oculto detrás de un pilar y concentrado, Meng Yao observa como el líder Wen se enfrenta al líder Nie y a Jiang XiChen, burlándose de ellos al detener los ataques con sus manos desnudas y movimientos suaves. El poder espiritual del Wen es tan inmenso que dos de los mejores cultivadores solo son insectos, pero hablando de insectos, algo llama enormemente la atención de ese monstruo. Wei WuXian pelea, descuartiza y mata con sus patas de arañas, algo así es maravilloso para el Wen y él lo desea, quiere esa interesante arma. Como si no fuera nada aquel tirano con el mínimo de su energía espiritual lanza a varios metros de distancia a los dos cultivadores que le hacían frente solo para atraer el cuello de aquel arácnido directo a una de sus manos. Jiang WuXian se sorprende cuando pierde el control de su cuerpo, pero se contiene al ver cara a cara al líder que aquel día debe morir. El joven le da una mirada desafiante y una sonrisa de triunfo a pesar de que el aire no entra bien a sus pulmones debido a que le están ahorcando.

- esta cosa será mía... - le dice al menor quien frunce sus cejas en medio de una sonrisa de dolor físico - te mataré y te las arrancaré, de lo contrario te convertiré en mi marioneta.

Sigiloso y sin hacer ruido alguno, concentrado por completo con mirada depredadora, Meng Yao empuña su espada aprovechando la distracción del Wen, la que toma como oportunidad.

Se escucha un sonido gutural, ahogado por el dolor. Jiang WuXian abre levemente sus ojos y separa sus labios debido a la impresión. La punta de una espada que descansa por un instante frente a sus ojos se desliza regresando por donde mismo vino. La mirada expectante de los cultivadores que están cerca no pueden creer que así de fácil, ha llegado el fin de esta guerra. Sólo basto con una pequeña distracción de su parte para que alguien se atreviera a herirlo de esa forma, la sangre brota de su boca y su cuerpo cae en seco en contra el duro suelo. Entonces se sabe, todo el mundo lo sabe... gritos de júbilo anuncia la caída del sol lo que significa una cosa. El cultivador jefe Wen RuoHan ha muerto. Ahora todos quieren conocer al de la gran hazaña y se encuentran con un joven tembloroso y asustado, siendo contenido por Jiang XiChen con el fin de calmarlo. Jiang WuXian observa en silencio y tranquilidad, de pronto siente a sus dos esposos a su lado, preocupados y este solo sonríe indicando que está bien.

En este día agotador en que todas las sectas se reunieron con un solo fin, el mismo fin que los convirtió en camaradas, ha terminado con buenas nuevas. Están cansados y hambrientos, pero aun así, tienen tiempo y fuerza para celebrar la gran victoria.

Los soldados Wen que aún quedaban caen de rodillas en rendición, ya no hay nada por lo cual luchar, no hay nadie por quien hacerlo, no hay órdenes que seguir más que rogar por sus vidas.

Nie MingJue toma de un brazo el cadáver y lo alza para que su hermano que se acerca volando lo tome y vuele al cielo con el cuerpo sobre las cabezas de los aliados y vean con certeza que el miserable de Wen RuoHan ha muerto. Ya teniendo toda la atención sobre él, Nie HuaiSang lo agarra del cabello con una mano y con uno de sus abanicos corta a la altura del cuello, el cuerpo cae mientras se queda con la cabeza en la mano mostrándolo como trofeo. Los cultivadores que están debajo terminan descuartizando el cuerpo del Wen y finalmente lo quema, así se aseguran de que esa bestia no vuelva a reencarnar.



- Esto pudo haber llegado a su fin hace años - dice la araña violeta.

- Las cosas debían suceder así, además también es parte de la venganza en contra de Jin GuangShan.... - le dice a esposa.

- sabía que ese miserable era despreciable, no creí en las palabras de esa niña cuando nos los dijo - dice mirando hacia donde los pocos Jin se encuentra – y ver al heredero de esa secta en esta guerra solo y sin el apoyo de su padre, me doy cuenta de que es el peor animal del mundo y me apego más al plan de venganza... - dice la araña con ira - planeó la muerte de mi hija y mi yerno, persiguió a uno hasta matarlo y se burló del que quedaba... las va a pagar muy caro - dice mirando a su hijo menor quien revisa a su esposo para ver que no tenga ningún daño.

- solo nos queda la boda de YanLi.... - cambia el tema Jiang Femiang.

- prepararé el vestido de novia más hermoso - dice la araña, observando a los cultivadores que están cansados, pero que aún siguen celebrando la victoria y quizás por cuanto tiempo más lo harán.

En un solo día el sol ascendió, en un solo día el fuego del sol se apagó, ya no hay calor infernal que los sofoque y prohíba la protección de las sombras. En un día todo acabo, ya no hay sol abrazador que los quiera doblegar. 

Bueno, hasta aquí con el capitulo, espero les haya gustado.

Jiang Yan Li.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora