Sofía abrió los ojos y notó que ya era de mañana. El sol se colaba por las ventanas el ruido de los pájaros ya se escuchaba.
El incidente de anoche la había agotado. Durmió como nunca hasta muy tarde para recuperar energías. O eso creía. Primero tomó una ducha y se vistió con un vestido rosado de tirantes anchos y se maquilló un poco solo para verse arreglada.
Cuando bajó al comedor todos la miraban raro, ella lo notó y no dudó en preguntarle a sus hermanos que era lo que estaba pasando.
—Ámber, James ¿Qué pasa? —preguntó confundida—. ¿Por qué todos me ven de esa forma.
—¿Qué forma? —fingió James.
—De esa forma. Me ven con pena —susurró.
—¿No lo sabes? —preguntó Ámber—. Alguien corrió un rumor sobre ti y Hugo.
—¿Un rumor sobre Hugo y yo? —respondió Sofía.
—Sí, Sofía. Dicen que tú te declaraste a Hugo y él te rechazo porque no siente nada por ti.
—¡¡¿Qué?!! —el grito se escuchó por todo el comedor—. Yo nunca me declaré a Hugo, eso es absurdo.
—Pero no hay manera de comprobarlo, Sofía —dijo Ámber muy preocupada. Desestimar un rumor de esos era complicado. Nadie sabría si era verdad o no.
—¿Ustedes creen ese rumor? —les preguntó un poco ofendida.
—Claro que no, Sofía —respondieron los dos a la vez.
Bien. Eso era un alivio.
—Muchas gracias chicos —murmuró—, ahora debo hacer algo. ¿Dónde está Hugo? —preguntó con seriedad.
—En su habitación supongo —le indicó James.
Sofía estaba segura acerca de quien era el culpable de esa situación, asi que caminó con un paso muy firme hacia la habitación de Hugo y tocó la puerta con determinación. Alguien iba a tener problemas.
—¿Quién? —preguntó la voz masculina en el interior de la habitación.
—Abre —masculló la princesa—. Quiero hablar contigo.
A Hugo se le dibujó una sonrisa al oírla. Sabía lo que había hecho así que abrió la puerta con mesura.
—¿Sofía? ¿Qué haces aquí? —preguntó de forma burlona dándole la espalda. Él sabía cuál era el motivo de la princesa para estar en su habitación pero se hacía el desentendido.
—Lo sabes muy bien —masculló la princesa—. ¡¿Qué fue lo que dijiste?!
—¿Yo? nada... No sé de qué me hablas.
—Hugo, ya basta. ¿Por qué mentiste? Yo nunca te dije nada sobre nosotros.
—¿Y el día de la fiesta? ¿Acaso no esperabas una formalización?
—¿Te excusaste de algo que pasó cuando nos vimos.
—Seguía siendo una declaración.
—Eso ya pasó, fue un error.
—Entonces admites que te gusto —se burló.
La conversación se tornaba cada vez más tensa y Sofía debió tomar valor y votar de una vez todo lo que sentía.
—¿Y si fuera asi que? ¿Para que negarlo? Me gustas y eso es una tontería porque tú no quieres a nadie. Me gustas, Hugo.
La cara de Hugo fue totalmente de sorpresa, él esperaba que se siguiera negando sus sentimientos, pero al ver la determinación de la princesa no pudo controlar el deseo de volver a probar sus labios una vez más. Fue muy intenso. Al principio Sofía no estaba de acuerdo, esto no era lo correcto, se repetía una y otra vez. Pero en un momento solo se dejó llevar. Ambos estaban sumergidos en un beso profundo e intenso y en cuanto se soltaron la sorpresa era inminente; ¡Se habían besado!
Ninguno lo podía creer. El beso había sido totalmente diferente al primero. Hugo seguía sujetando a Sofía de la cintura y ella tenía sus manos sosteniendolo por la espalda.
—Lo mejor será que me vaya —masculló empujándolo—. Tal vez otro día podamos discutir sobre tus mentiras, y espero que no se vuelva a repetir.
—Deberíamos terminar de hablar el día de hoy —sugirió el intentando dar un paso más hacia ella.
—No te acerques —advirtió—. Quizás podamos hablar en la noche, no lo sé. No quiero hacerlo ahora. Con permiso.
Sofía se fue casi corriendo y llegó al comedor. Las miradas confundida de todos estaban sobre ella. Ninguno podía asegurar que era lo que pasaba entre los dos, así como tampoco podían negar que algo pasaba.
—¿Estás bien, Sofía? —preguntó vivían cuando esta llegó a su lado.
—Sí... lo que pasa es que... discutí con Hugo.
—¿Es sólo eso? Te ves como agitada.
A Sofia se le enrojecieron las mejillas.
—No, nada de eso, ahora voy a caminar un poco por los alrededores y quizás me aníme a volar con un algún caballo volador ya que minimus no está aquí.
—¿Quieres que te acompañe?
—No te preocupes por mí, vivían. Tú solo ve a conversar con James un rato —sugirió ella divertida—. Ya vi sus miraditas.
—¡¿Qué?! No digas eso, él y yo somos amigos.
—Bueno... mientras te tratas de convencer de eso prosigo a caminar un poco.
Sofia recorrió el camino del jardín durante un rato pensando en lo que había pasado, ¿Qué había sido eso en la habitación de Hugo? ¿Por qué ninguno cortó el beso? Si Hugo no la quería a ella que hacía besándola de esa forma. No podía ser se repetía a si misma. No quería creer nada. Los sentimientos de Hugo eran totalmente impredecibles y si estaba jugando con ella de esa forma terminaría herida.
—Creo que de verdad me gusta —dijo para si misma—, pero no entiendo lo que él siente. Si tan solo pudiera... entender sus cambios repentinos.
Todo era confuso, pero había algo que tenía claro. El beso había sido lo mejor de todo ese día después de todo, y no era la única que pensaba eso. Hugo estaba tendido sobre su cama, con una gran sonrisa plasmada en el rostro y recordando a cada momento ese instante tan maravilloso.
Definitivamente algo de ese beso quedaba muy marcado para ambos y solo quedaba esperar a la conversación de la noche, ver si se repetía la situación una vez más como tanto lo deseaban o seguían negándose ante lo evidente.
ESTÁS LEYENDO
EL REENCUENTRO (Sofía y Hugo)
FanfictionHan pasado cerca de 7 años después de que ambos miembros de la realeza se vieran por última vez debido a sus deberes reales y prometieron volver a encontrarse, pero.... ¿Será como lo habían planeado?