Capítulo 16

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Los planes de boda empezaron tan pronto como el príncipe lo ordenó.

No se trataba precisamente a que él estuviera emocionado por casarse pronto, sino más bien, al apuro de terminar todo ese asunto lioso.

Clio era la más emocionada de ambos, y como no iba a estarlo, sí estuvo enamorada de Hugo desde la primera vez en que lo vio.

La primera actividad en realizarse a la par de los preparativos fue buscar los lugares más lujosos para una boda real y digan de ellos. En los planes de Clio no calzaba tener una boda sencilla y poco pomposa, no después de que haya sido tan milagroso su compromiso con Hugo. Eso ameritaba una celebración a lo grande. Fue ella quien se encargó de los arreglos y de cada detalle del evento, y por supuesto, del vestido de novia, que debía ser tan glamuroso como toda la boda en sí.

Hugo por su parte no prestaba mucha importancia a su futura esposa, no le importaba verla correr de un lado al otro alistando cada cosa para su matrimonio, y ni siquiera le molestaba preocuparse por darle un poco de ayuda. Lo único que había vagado por su mente era que la mujer que debía estar en el lugar de Clio, era Sofía; la única dueña de su corazón y de sus emociones. Las cosas serían muy diferentes si se tratara de ella, pero no era así, y era a causa de sus decisiones.

Los días pasaban y pasaban alrededor de la joven pareja, aunque para Hugo el tiempo se haya detenido en la última vez que vio a Sofía y en la última vez en la que ella lo trato con desprecio. Y sí, desde aquel incidente no habían vuelto a verse ni por equivocación.

*****

La hora de la lista de invitados llegó. Pensar en quienes eran las personas que menos iban a criticarlo ese día. Hugo miraba a través de la ventana de su estudio a la nada. Y a la nada miraba desde que ella lo dejó. 

La voz de su prometida lo sacó de su trance.

—Hugo mi amor, necesitamos hacer la lista de nuestros invitados —Hugo volteó a verla y le dedicó una falsa sonrisa—. ¿Estás muy ocupado ahora?

—No para ti, Clio. Comencemos —dijo sin ganas.

—Obviamente los primeros en nuestra lista serán nuestras familias —dijo ella—, todos y cada uno de nuestros parientes vendrá a la boda —y decía eso mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

—Si, todos y cada uno.

—Ahora nuestros amigos más cercanos —Clio parecía ignorar la cara de preocupación de Hugo—. Como principales invitadas están Ámber y Hildegard y el resto de chicas, por supuesto. Tus amigos pueden venir también. James es uno de ellos.

«Si, James.» Pensó con ironía.

—No creo que la famila de Ámber Y james asista.

—Claro que si, ella está feliz por mí.

—Su familia no.

—¿Qué?

—Si me permites... —dijo poniéndose de pie—, no me siento bien ahora. Quiero ir a recostarme un momento.

—Oh, ¿estás bien, cariño?

El apodo motoso solo crispó aún más sus nervios.

—Estoy un poco agotado ahora para ver invitaciones. ¿Te importa que lo hagamos en otro momento?

—Ah, claro, no te preocupes, puedo seguir sola —dijo con un poco de desconcierto la princesa.

Y así lo hizo.

Hugo se retiró a su habitación y se tiró directo en la cama, hundiendo su rostro entre los cojines. La sola idea de pensar que Sofía asistiría a su boda lo ponía muy tenso y el solo hecho de tener que imaginar que tendría que llevar una invitación a la familia de Encantia le aterraba. Después de todo los códigos y protocolos entre miembros de la realeza no podía romperse.

—Creo que la planeación de la boda no te hace nada bien, ¿no es así? —escuchó mientras seguía boca a bajo.

—¿Qué quieres Axel? —masculló—. Por si te interesa, no estoy de humor.

—Veo que alguien se levantó del lado equivocado de la cama —dijo de forma burlona el chico que observaba desde el borde de la puerta.

—Si, y ahora que lo sabes, déjame solo.

—Lamento tener que decirte esto, pero no estarías así si hubieras hecho lo correcto Hugo. Tendrías a tu princesa contigo y nada de esto sería real, pero bueno, al menos serás rey de Corinthia y eso es lo que querías, ¿no?

Axel negó bastante decepcionado y se alejó antes de que su hermano lo notara.

—No me atormentes—se giró hacia la puerta, pero su hermano ya no estaba ahí—. Genial, más culpas para mi.

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Nota de autora (actualizada, porque si)

Estoy editando todos los capítulos de la historia por si no lo habían notado o para quienes estén leyendo esto por primera vez. La idea es corregir los errores y horrores que antes habían para que ustedes lo disfruten al máximo.

Un beso enorme a todos los que sigan apoyando esta historia, de verdad gracias <3

EL REENCUENTRO (Sofía y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora