EPÍLOGO

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5 años después...

Sofía.

—Mami, cuéntame otra vez ese cuento —Alba ruega acomodándose en su cama mientras tira de mi para dejarme recostada a su lado—. ¡Diego, mamá nos contará la historia otra vez!

Me río negando.

Creo que no voy a poder decir que no.

Puedo ver a mi hijo correr al lado mío, dejando a mí en medio de los dos.

—¿Se puede saber por qué les gusta tanto esa historia? —les pregunto curiosa, haciendo mimos en su cabello.

—Me gusta como los príncipes logran ser felices al final. Es bonito y romántico —explica mi pequeña hija.

Sus ojitos azules brillan cuando explica sus motivos. Es toda una belleza para mí, el cabello negro como su padre y mis ojos la hacen ver como una princesa hermosa. Creo que Hugo tendrá que correr a muchos pretendientes. Si es que todavía no lo hace.

—¿Y tú mi amor, por qué te gusta? —le pregunto al pequeño a mi lado izquierdo. Mi hijo sonríe abrazándome.

—El príncipe es valiente, y logra recuperar a la princesa después de todo. Es un príncipe muy inteligente, y yo quiero ser como él cuando sea grande.

No...

Creo que eso no me conviene si se trata del Hugo pequeño a quien se quiere parecer.

Me río negando para disimular mis nervios en el caso de esa situación se diera.

—Bueno... pues acomódense que la historia vuelve a comenzar... otra vez.

Sonríen, cubriéndose con las mantas y abrazándome con el fin de que no huya de su lado.

A mis hijos le gusta escuchar una y otra vez la historia de nuestras vidas, aunque ellos no tengan el mínimo conocimiento de que fuimos nosotros en nuestro pasado, y aunque tampoco tengan idea de los detalles turbios que evito contarles.

Igual les encanta.

Después de casi media hora narrando la historia para ellos se han quedado profundamente dormidos a mi lado y sin dejar de abrazarme.

La puerta es abierta despacio y sonrío viendo que es Hugo quien se acerca a nosotros.

—¿Otra vez la misma historia? —pregunta con una sonrisa—. Siempre se quedan dormidos con ella.

—Ya sabes como son, a ellos les encanta esa historia.

—Déjame ayudarte —me dice mientras acomoda a nuestros hijos para poder salir del medio de sus cuerpos sin despertarlos—. Diego pasa más tiempo aquí, que en su propia habitación.

—Es lindo verlos juntos. A mi me gusta.

—Vamos a descansar mi reina —murmura dejando un beso en el dorso de mi mano mientras su mano toma mi cintura.

Camino por los pasillos abrazada de él  sonriente porque está es la imagen que siempre quise tener en mi cabeza.

Nosotros siendo felices por fin.

Cuando hemos llegado a nuestra habitación Hugo me avisa que se dará un baño para poder descansar tranquilo, mientras tanto yo me encargo de cambiarme y esperarlo.

—Hey —dice cuando me ve despierta—. Te dije que tú ya podías descansar.

—No puedo —aseguro—. Tenía que esperarte.

Se acerca a la cama ya vestido y nos cumbre a ambos con las suaves sábanas. Me abrazo a su cuerpo, posando una de mis piernas sobre la suya, y él con su brazo por mis hombros.

EL REENCUENTRO (Sofía y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora