Capítulo 7

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Aceptar la realidad fue difícil de procesar, saber que no era una mala broma o un sueño todo lo que le estaba pasando, le hizo saber que estaba perdido o al menos que estaba en un lugar sin salida. 

Las noches en aquél lugar eran extrañas; por qué a pesar de haber pasado lo que parecían ser tres días encerrado en aquella habitación, aún no terminaba por acostumbrarse a todo lo que sucedía por la noche.

En realidad creyó que aquella advertencia que le dió Yoongi sobre los sonidos extraños, solo se trataba de una mala broma, pero cuan equivocado estaba, y ahora, era incómodo escuchar gemidos y gritos afuera de la ventana o incluso en el pasillo fuera de aquella habitación. El primer día se asusto y cerró la puerta con seguro, pero después solo pudo hacerse bolita en la cama esperando que todo quedará en silencio, cosa que nunca sucedió. 

Sin duda lo que menos espero fue escuchar sonidos obscenos a media noche, pero eso solo afirmaba las palabras de Yoongi y lo hacía cuestionarse, sí en realidad estaba en el infierno. 

Aunque eso pasaba a segundo plano cuando recordaba lo bien que había dormido esas noches, lo bien que había descansado, pues no hubo pisadas, sombras, ruidos extraños, su noche fue completamente normal y pudo dormir con tranquilidad. 

Fueron tres noches en las que pudo descansar como nunca antes.

Jimin aún se encontraba pasmado, como si hubiese encontrado la solución a todo, pero se sentía incompleto pues no estaba en su mundo, el mundo donde estaba su hermano y Taehyung. 

Tal vez no era tan malo estar en aquel lugar. Sí esa era la única solución para poder estar en paz, podría considerarla, a excepción de la molesta mujer pelinegra que se empeñaba en tratarlo mal cada que podía. 

Seulgi, ese era su nombre y en verdad odiaba cómo intentaba molestarlo con sus palabras o acciones despectivas, pero lo que más coraje le daba, era que le trajese de comer casi cuando se estaba muriendo de hambre. 

Jimin admitía no ser alguien rencoroso, pero esa mujer sacaba un lado de él que desconocía, cómo si algo lo impulsará a odiarla y no tenerle confianza. Le encantaría no volverla a ver, pero aún más le sorprendía tener el pensamiento de proyectarse en ese lugar en un futuro. 

Su mente estaba tan destrozada que simplemente no podía buscar una solución para volver a casa, y es por eso que la sumisión lo invadió de una manera tan enferma que lo aterraba. 

Estar en aquella habitación solo, era agotador; a pesar de dormir bien y sentirse con fuerzas, le hastiaba el hecho de no hacer absolutamente nada durante el día y solo dedicarse a ver por la ventana

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Estar en aquella habitación solo, era agotador; a pesar de dormir bien y sentirse con fuerzas, le hastiaba el hecho de no hacer absolutamente nada durante el día y solo dedicarse a ver por la ventana. Además, que Seulgi le llevase de comer y lo vistiera era algo que lo tenía molesto desde que llegó ahí, solo quería ver a Yoongi y exponerle todas sus quejas pero él no se aparecía desde su inigualable presentación. 

Aún tenía muchas preguntas que quería le contestaran. La que más invadía su mente, sin duda era ¿Qué debía recordar? Pero sobretodo, le daba mucha curiosidad saber que había afuera de esa habitación dónde él estaba y porqué no lo dejaban salir.

La marca del demonio [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora