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El infierno se dividía en diferentes rangos siendo los demonios comunes los más bajos y los hijos de satanás el segundo lugar más alto de la jerarquía; eran pocas los sucubos e incubos que podían enrollarse con un demonio tan poderoso, es por eso que eran seleccionados cuidadosamente solo escogiendo las almas más lujuriosas y sucias.

Los demonios no se reproducían, solo se convertían cuando alguna alma iba al infierno por sus malos actos o algún ángel era bajado del cielo. Yoongi fue producto de algo de un solo día. Eran raros los encuentros sexuales que terminaban en un embarazo siendo muy pocos demonios que tenían ese poder de concebir.

Min Daeri, madre de Yoongi nunca lo espero, teniendo una belleza inigualable y siendo una súcubo que solo se dedicaba a tentar almas de la tierra en sueños; basto una sola semana de sexo con él demonio más poderoso del infierno para que quedara en estado, pero no había sido la única.

Un demonio que anteriormente había sido un querubín en el cielo había sido bajado únicamente para ser usado por satanás, quedando embarazado meses antes que la madre de Yoongi .

Satanás acepto como hijos a ambas almas teniendo como prioridad al niño que nacería del querubín bajado del cielo pues esté tendría mucho más poder que el de un súcubo.

De alguna manera la madre de Yoongi termino aceptando tener a ese bebé aunque realmente nunca estuvo interesada en eso. Desde el comienzo odio la idea pues eso significaría perdida de tiempo y crianza en un ser que ni siquiera le importaba, pero al ser hijo de satanás quizá su rango podría subir si lo mantenía con vida.

Daeri odio desde el primer momento a ese tonto querubín embarazado el cual siempre la había despreciado por ser solo un súcubo diciéndole que no merecía ser quien tuviera uno de los hijos de satanás. Alabando a su hijo que aún no siquiera nacía y recalcandole cada vez que podía que su hijo sería mucho más poderoso que el suyo y tendría más rango.

Yoongi nació en la tierra, viviendo en una cabaña alejada de la ciudad rodeada de árboles y espeso bosque vivió una niñez un tanto extraña. Su madre siempre parecía enojada con él haciéndole llorar cada vez que la escuchaba gritar. Fue golpeado más de una vez y mientras crecía creyó que eso era normal.

Era normal que su madre lo tratara mal, gritándole ante la mínima equivocacion y exigiéndole cada vez más cuando le enseñaba sobre el infierno. Desde que fue más consciente sobre el mundo y su alrededor, supo que era un demonio, que tenía poderes extraños los cuales no podía controlar y que debía enorgullecer a su madre fuera como fuera.

«Debes bajar a un ángel del cielo. Así podrás hacerme sentir orgullosa mientras no lo hagas sigues siendo un error. Solo serás un débil demonio sino lo haces. »

Yoongi creció parte de su vida con esas palabras en su mente, adhiriendose de forma permanente y haciéndole desear que su madre estuviera orgullosa.

Él debía ser el mejor de todos.

Pero lo desconcertante llegó cuando un día cualquiera llegaron visitas a su casa en la tierra. Yoongi estuvo levemente emocionado por ver a alguien de su misma edad, quizá podrían hablar o entrenar sus poderes pero sus planes se destruyeron cuando vio a su madre tener un extraño comportamiento.

– ¡Namjoon-ie! Debes estar cansado por el viaje, dame tus maletas yo las llevaré.– una caricia fue dejada en el cabello de ese chico haciendo a Yoongi fruncir el ceño confundido. Su madre nunca había hecho con el algo como eso.

– Daeri-ah. ¿Acaso él es tú hijo? Creí que sería un alma más desarrollada. ¿No lo has alimentado bien? Es demasiado flaco y pálido.

La mirada de esa mujer en él causo en Yoongi mucha inseguridad. Durante años práctico mucho para ser alguien fuerte, además de que sus poderes según su madre eran fuertes. ¿Acaso estaba mal su físico?

La marca del demonio [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora