Capítulo 15

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Jimin se levantó sintiendo el dolor en sus huesos, sin saberlo se había quedado dormido en el suelo mientras lloraba y se lamentaba de todo. Su cuello dolía en una ardosa sensación; bien parecia que había sido golpeado.

Caminando con lentitud hasta el espejo en su habitación pudo ver su cuello con moretones morados y rojos adornando su piel, resaltando ferozmente entre el color de su rostro y pecho.

Tembló sintiéndose pequeño e inútil, pues parecía que por más esfuerzos que hiciera siempre sería el malo de la historia, Yoongi había manchado su vida de una manera tan marcada que ahora parecía indeleble.

Ni siquiera quería salir de esa habitación por miedo de lo que le haría Namjoon porque incluso podía matarlo y Jimin no iba a defenderse, él se dejaría hacer cualquier cosa. No era fácil saber que ya no eran amigos y nunca más lo volvería a ser.

La luna aún podía verse sobre la ventana de la habitación haciendo que suspirara aliviado pues el silencio le indicaba que tal vez todos estarían dormidos y nadie podría cuestionarlo o sacar platicas que aún no quería enfrentar.

Cambiando su ropa por su pijama, Jimin sintió su estómago rugir haciendolo recordar que no había cenada el día anterior y solo comió con su hermano.

Saliendo a paso lento y silencioso de la habitación camino por el pasillo viendo la oscuridad del lugar. Entrando a la cocina frunció el ceño al no saber si encontraría comida.

Busco por todas las alacenas encontrando solo frascos con contenidos extraños y botellas con diferentes líquidos. Jimin hizo un puchero involuntario cuando su estómago volvió a rugir y no pudo encontrar nada comestible más que una manzana y un paquete de galletas junto con una botella de agua sellada.

– Sabía que en algún momento debías salir de la habitación. – la voz en sus espaldas hizo que tirará al suelo la botella en sus manos y se girara con rapidez.

Namjoon veía a Jimin desde el otro lado de la cocina dejando un espacio prudente entre ambos. Él rubio tembló sintiéndose nervioso y cohibido en tan solo segundos, pues no quería verlo a los ojos. Aún no podía.

– Sé que no estuvo bien lo que te hice pero aún estoy confundido con todo esto. Eso no es motivo para haberte lastimado pero hay una parte de mi que parece tenerte mucho rencor. – explicó en esa voz que Jimin conocía bien, esa voz que expresaba cuando no podía explicarse bien y estaba nervioso.
– Perdón por haberte lastimado.

Solo ahí  pudo mirar los ojos de Namjoon, sin decir nada y con la mente en blanco recogió la botella de agua en el suelo y abrazo sobre su pecho la comida que había encontrado.

– Deja que Jin cure tú cuello. Le dije que te pediría disculpas, así que él puede sanarte.

– Todo está bien. Solo necesito estar a solas, necesito pensar y poder arreglar mis pensamientos para estar bien. – en susurros bajos Jimin habló viendo el rostro de Namjoon mostrarse preocupado. – Saldré cuando me sienta listo y hablaré con ustedes. Si intentas lastimarme de nuevo, solo procura matarme, ¿Okey?

Los brillosos ojos de Jimin hicieron a Namjoon fruncio el ceño molesto;  como podía decir algo así con tanta naturalidad y tranquilidad cuando estaban hablando de su vida, no de alguna cosa trivial.

– Me voy. Buenas noches.

Jimin comenzó a caminar fuera de la cocina, y con rapidez se adentro a su habitación sintiéndose más calmado y sin preocupaciones cuando atravesó la puerta.

Solo debía aclarar sus pensamientos y todo estaría bien.

Solo debía aclarar sus pensamientos y todo estaría bien

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La marca del demonio [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora