El cuerpo lo sentía volar entre las nubes con cada caricia sintiéndose temblar cada que las frías manos de Yoongi tocaban su espalda bajando con lentitud hasta su cintura y apretando su cadera.
Parando el beso, Yoongi bajo su rostro hasta el cuello de Jimin dónde tomo en sus dientes la piel bajo la gargantilla mordiendola sin fuerza y succionando la zona hizo gemir al rubio quien expuso su cuello hacia él en espera de sentir más.
Si solo abría sus ojos Jimin podía ver el oscuro cielo sobre ellos exponiéndose totalmente estrellado y haciendo que se avergonzara por estar de esa manera en un lugar donde podían ser vistos. Suspirando por lo alto cuando los labios de Yoongi bajaron hasta uno de sus pezones mordió con fuerza su labio con tal de no gemir al sentir la curiosa lengua moverse en círculos y morder la zona.
Inevitablemente Jimin comenzó a sentirse caliente, nunca había experimentado esa sensación siendo demasiado placentero ser tocado en esas zonas tan sensibles. Solo quería seguir hasta el final, no importaba nada de lo que pasó antes tampoco importaban los sentimientos sino solo las emociones al límite de ese momento.
Balanceando sus caderas con lentitud sobre el bulto que se formó bajo su trasero sintió su entrepierna doler cuando rozo el abdomen de Yoongi.
Todas sus primeras veces estaban siendo robadas por Yoongi y a pesar de que en la mayoría de veces Jimin quería negarse siempre terminaba disfrutando.
Con manos torpes intento quitar el saco del cuerpo de Yoongi solo fueron segundos en dónde quitó el saco y aquel chaleco que llevaba debajo solo dejando en una camiseta blanca de botones que hizo su excitación aumentar.
Yoongi dejo a la vista sus grandes alas sobre su espalda llamando la atención de Jimin quien detuvo sus acciones solo para mirar cómo era cubierto por completo por aquellas alas dejandolo en ese espacio tan pequeño y cerrado completamente oscuro.
Abrazándose a los hombros de Yoongi volvió a empujar sus caderas hacia adelante y atrás simulando embestidas que estimulaban su miembro y comenzaban a hacer su cordura perderse. Sintiendo las manos en su cadera deteniendo sus movimientos solo para con ágiles manos deshacerse del cinto en su cuerpo.
La respiración de Jimin comenzó a acelerarse sintiendo su libido aumentar cuando las manos contrarias rompieron su pantalón dejándolo completamente expuesto, nunca hubiera pensado que escuchar el rasgar de la tela a la vez que sus muslos siendo apretados con fuerza causaría excitación en todo su cuerpo.
Saber que alguien lo deseaba con demasiada impaciencia lograba hacerlo temblar.
– Uh, Yoongi. – jadeó Jimin arqueando su espalda cuando en su pecho fue dejada una mordida a la vez que la mano de Yoongi se aventuraba hasta su espalda bajando hasta su trasero y llevándola hasta su entrada dos dedos se frotaron por fuera.
Abriendo su boca solo para gemir cuando dos dedos se abrieron paso estirando su interior se abrazo a la espalda de Yoongi solamente abriendo sus piernas a él ante la dolorosa y familiar sensación.
Quizá todo estaba mal, quizá ambos estaban completamente rotos intentando pegar los pedazos fragmentados solo con una emoción del momento. Una emoción que lograba derretirlos a tal grado de olvidar el pasado. Algo tan carnal pero tan íntimo, tan caliente pero tan lento.
Yoongi solo pudo deleitarse con los jadeos del rubio sobre él quien arqueaba la espalda abrazándose con fuerza a sus hombros. Estaba seguro que Jimin temblaba en sus brazos; a pesar de querer tomarlo bruscamente y solo tener sexo, tenía la extraña necesidad de tenerlo abrazarlo contra él, hacerlo disfrutar. De tomar su cuerpo y hacerle perder la razón.
Los botones de la camiseta de Yoongi fueron abiertos por las temblorosas e inquietas manos de Jimin que buscaban sentir el cuerpo desnudo contra el suyo logrando que la sorpresa llegará al rostro pálido pues nunca había imaginado que estaría dispuesto a hacer eso con él.
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La marca del demonio [YOONMIN]
Fanfiction© Escrito por: LittleShooky12 en Wattpad Jimin nunca debió haber visto aquella silueta con alas que cada noche aparecía en su ventana; ahora su mente y cuerpo eran presa de aquél ser. Nada es lo que parece. Pero lo único que Jimin está seguro es qu...