La marca del demonio [YOONMIN]

Capítulo 39

Con una sola mirada, Jimin podía provocar distintas sensaciones en Yoongi; por eso verlo a los ojos era difícil cuándo podría caer en cualquier momento.

– Te extrañé. – murmuró Jimin al separarse del beso. Sonrió de nuevo está vez sintiendo las manos contrarias descender hasta sus muslos para alzarlo.

En un jadeó se sujeto a la cadera de Yoongi abrazándose con fuerza a él. Jimin apretó sus labios cuando su espalda fue empujada sobre una de las paredes, sintiéndose intimidado por los gatunos ojos su respiración comenzó a acelerarse.

– Aún con el tiempo sigues teniendo las misma reacciones.  – mencionó en voz divertida Yoongi logrando que un ceño fruncido se formará en el entrecejo de Jimin. – Yo te extrañe más.

Estaba tan indignado por esa respuesta, no era posible que le dijera algo como eso después de haberlo rechazado tanto al punto de lastimarlo y confundirlo de una manera tan manipuladora.

Jimin iba a hablar dispuesto a pelear y a decirle que era un tonto por pensar de esa manera, pero fue interrumpido por un casto beso en sus labios que hizo borrar su ceño fruncido, sorprendiendose por esa acción.

Lo miro en silencio, analizando la situación y sintiéndose repentinamente abochornado por la posición. Pero el corazón comenzó a latirle con fuerza cuando el rostro de Yoongi se metio en su cuello dejando pequeños besos que en segundos se convirtieron en succiones.

Hizo su cabeza inconscientemente a un lado dejándole más espacio jadeando cuando fue mordido y una lenta succión húmeda fue dejada por los labios de Yoongi.

Inquieto, llevo sus manos hasta el cabello negro enterrandolo entre sus dedos intentando acercarlo más a él disfrutando de las succiones en su cuello. Dejándose llevar gimió por lo bajo incitando a esa aura densa, intima y caliente a quedarse entre ellos.

Jimin sabía que no era el momento para eso, más bien deberían pensar en que Seokjin o Namjoon llegarían y tenían que estar preparados, pero también anhelaba tanto sentir a Yoongi de esa manera, sentirse suyo y marcado por él al punto de no pensar en nada más.

Su lado consciente le pedía detener los labios en sus clavículas. ¿Pero cómo hacerlo si quería avanzar?

¿Cómo detenerlo cuando quería sentirse amado? Paso siglos sin él y aún cuando se vieron por primera vez nada paso.

Por eso cuando los labios bajaron hasta rozar su pezón sobre la tela de la camiseta que llevaba supo que estaba completamente perdido.

– Yoongi... – murmuró estirando sin fuerza el cabello entre sus manos para obtener su mirada. Los destellantes y oscuros ojos lo recibieron causando escalofríos en su espalda bajando hasta su entrepierna. Yoongi solo hizo un sonido con su garganta. – ¿Podemos hacerlo?

Jimin sintió sus mejillas sonrojarse, repentinamente tímido evadió la mirada contraria solo para morder su labio inferior en un intento de desaparecer su timidez. No era posible que se sintiera nervioso por decir algo así, estaba siendo tan sumiso y dócil con él

– ¿Qué quieres hacer? – la ronca risa tras esa pregunta solo hizo que su excitación aumentará.

No siendo capaz de responder pues estaba demasiado avergonzado cómo para responder, bajo una de sus piernas de la cadera de Yoongi causando que ambas entrepiernas se frotaran. Jadeó por lo bajo al sentir la dureza contraria calando contra la suya, moliendose con descaro. Bajando sus labios a los hombros de Yoongi lo abrazo está vez siendo él quien escondía su rostro contra el pálido cuello.

Comenzó a mover sus caderas en un lento balanceo de arriba a abajo frotando ambos miembros sobre la tela teniendo sujeta la cadera de Yoongi con una de sus piernas mientras la otra estaba en el suelo. El cosquilleo en su vientre lo hizo jadear, las manos en su cintura bajaron a su cadera apretándolo mientras se movía y solo pudo temblar.