Capítulo 24

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Repitieron aquello dos veces más, Jimin tomaba su consciencia seduciendolos al tomar su mente para que solo pensaran en él, esas sucias almas le decían lo que sabían sobre el paradero de Seokjin y después mataba sus almas.

Jimin estaba seguro que el único cansado era él, pues Yoongi solo se encargaba de verlo a su lado sin hacer algo.

Saliendo de aquella casa de dos pisos dónde habia matado al último demonio, trono su cuello sintiéndose entumido. No habían encontrado mucha información sobre Seokjin y Jimin en verdad agradecía que todos esos demonios no supieran mucho sobre ello.

– ¿Ese era el último? – preguntó Jimin acercándose hasta Yoongi cuando vio aquellas alas negras salir de su espalda. Era la señal de que se irían de ahí y aunque no quisiera tenía que acercarse a él.

– No. Falta uno.

Jimin bufó cansado y solo dejó que Yoongi sujetará su cadera. Segundos después se vio en un lugar totalmente distinto a los anteriores, ahí no había árboles más que solo arbustos y la casa que se mostraba al fondo no era pequeña, era tan grande como una mansión de dos o tres pisos.

Yoongi se encamino y abriendo la puerta sin más, fue seguido por Jimin quien entró mirando por completo su alrededor con curiosidad. Había pocos muebles pero su mirada se quedó fija en el fondo del recibidor dónde había un chico sentado en un sillón bebiendo una copa de vino como si los estuviera esperando.

Los nervios aparecieron en Jimin al ver aquel hombre de apariencia atractiva vestido totalmente de negro, había algo en sus ojos que le pareció conocido pero ignoro el sentimiento.

– Eres tan descarado Hoseok. – el nombre saliendo de los labios de Yoongi logró que Jimin se tensara por completo.

No podía ser el mismo chico que lo beso hace días, ¿O si? Si Yoongi de enteraba de lo que había ocurrido entre ambos y que había dejado a Hoseok besarlo, las cosas de pondrían difíciles además sería difícil seducirlo sin recordar aquel beso.

– Te escondite muy bien estos últimos años, pero me temo que alguien te traicionó y dijo en dónde estabas. ¿Planeas hablar o quieres ser obligado?

Hoseok río sin gracia dejando la copa en una mesa y parándose camino hacia ellos. Jimin sintió el corazón latirle con fuerza ante los nervios de ser descubierto y cuando sus ojos chocaron con los de Hoseok, supo que era el mismo demonio que antes lo había besado pero con otra apariencia.

Se maldecia por haberse involucrado con él, además de que todo lo que Hoseok le había dicho eran mentiras. 

– ¿Si no hablo planeas hacer que él me seduzca y mate mi alma? – preguntó con cinismo quedándose a un metro de ambos. – No tendré problema en acostarme con él a cambio de información. ¿Pero estás seguro de que quieres que lo folle Min?

Jimin se tenso sintiendo su cuerpo hormiguear de miedo al pensar en qué tal vez no podría dominar la mente de Hoseok como lo había hecho con los anteriores demonios, además él tenía algo que hacia dificil sentirse inferior que él, algo que lograba dominarlo y ponerlo nervioso con solo verlo.

Mirando hacia otro lado que no fuese a Hoseok tuvo miedo de no poder defenderse y ser visto como débil delante de Yoongi. Tomando valor levantó su mirada directo a los ojos de Hoseok quien ya tenía la mirada en él.

– ¿Cómo es que estás tan seguro que te dejare follarme? – preguntó acercándose un paso hasta el pelinegro chico quien era más alto que él y lograba intimidarlo demasiado. Rogaba que no hablara sobre el beso que antes se habían dado porque no sabría cómo explicar eso.

Intento meterse en su consciencia como lo hizo antes, pero parecía ser imposible pues comenzó a sentirse mareado y su cabeza pulsaba en una dolorosa sensación. Sin embargo, Jimin no desvío la mirada de Hoseok.

La marca del demonio [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora