Capítulo 5

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Ir a fiestas nunca fue su fuerte, pero siempre iba a las que lo invitaban, siempre haría cualquier cosa para evitar estar en su casa así fuera salir a caminar, a la casa de Taehyung o solo pasar más tiempo en la universidad.

Y no supo en que momento se arregló para ir a la fiesta de Namjoon; vestido con un pantalón ajustado negro, una camisa blanca y una chaqueta negra junto con unos botines del mismo color, decidió que ese día sería diferente. 

Namjoon era su amorío desde que lo conoció y sino fuera por Taehyung quién le hablo en una partida de ajedrez, nunca se habría podido acercar a él. Ese día era su oportunidad para decirle lo que sentía y había la probabilidad de que le correspondiera, aunque fuese muy mínima. 

Jimin paso a la casa de Taehyung para ambos partir hacia la casa de Namjoon, y aunque algo se sintiera extraño para Jimin ese día, decidió que eso le importará poco. 

– ¿Enserio te declararas? – preguntó él castaño viendo a Jimin asentir un poco dudoso. – Sé que te ha dado razones, pero ¿te atreverás a arriesgarte de esa forma?

Arriesgarte a perder una amistad, sin duda es algo que nunca pensó, pero podía decir que estaba en su límite. 

– Sí, he aguantado lo suficiente y no puedo con esto. Además él me dirá algo hoy y eso me tiene algo ilusionado también veré como se dan las cosas sino no le diré nada. 

Jimin en verdad esperaba que aquello que Namjoon le diría fuera una confesión, porque no estaba muy seguro de poder aguantar un rechazo o que le presentara a su futuro novio ese día. 

Sentirse al borde de la frustración no era algo que lo caracterizará

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Sentirse al borde de la frustración no era algo que lo caracterizará. Taehyung se había olvidado de él tan solo llegaron y solo basto que conociera una persona en la fiesta, para que se fuera con él. Jimin ya lo suponía pero se supone que eran amigos y no se dejarían a la deriva. 

Hastiado del montón de personas dentro de la casa de Namjoon, decidió salir al jardín donde parecía haber menos personas. 

Namjoon solamente lo había saludado al llegar, diciéndole que lo buscaría después, y desde eso ya habían pasado dos horas. No quería sentirse mal, o deprimirse por su poca vida social pero en ese momento solo quería que alguien estuviera con él. 

Salió al patio sintiendo la brisa del aire fresco golpear su rostro y solo ahí pudo darse cuenta de la obscuridad que rodeaba el jardín siendo solo cubierto por unas cuantas luces en forma de faroles. La casa de Namjoon era grande, era hijo del juez del pueblo  así que podía darse una idea de los lujos que tenía. 

Sentándose en una banca alejado de todos le importo poco que la obscuridad lo albergara y se preguntó si era hora de regresar a su casa, pero no quería hacerlo, aún tenía la esperanza de que Namjoon lo invitará a quedarse. 

Era tan tonto de su parte querer algo con tanto deseo, además no quería caminar solo de regreso a su casa entre la negruzca noche y el espeso bosque. 

La marca del demonio [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora