La marca del demonio [YOONMIN]

Capítulo 31

El viento pegando en su rostro solo causaba una sensación demasiado melancólica que lo dejaba con ganas de abrazarse a si mismo y no hablar más. Jimin salió corriendo de aquel lugar tropezandose con sus pies en el camino esperando poder calmar sus pensamientos.

No pudiendo controlar sus emociones  caminó hacia aquél jardín donde habían llegado antes, decidió esconderse para poder llorar sin que nadie pudiese verlo.

¿Porqué tenía tantas ganas de llorar? Jimin realmente no lo sabía, todas las emociones, pensamientos y sentimientos se habían revuelto en él de forma abrupta causándole un sentimiento extraño que solo lo resolvía llorando.

Estaba tan confundido porque por más que intentará decir algo o reaccionar de una manera indiferente, todo eso había causado demasiado en él. Se supone que no debía dudar del enojo y rencor que le tenía a Yoongi no  de alguien tan lleno de maldad como él, pero no podía parar de imaginar a su yo pasado pidiéndole  matar un alma si en realidad lo quería.

Quizá él también era el malo de la historia.

Pero él ni siquiera lo había vivido en carne propia, solo eran recuerdos y cosas que Seokjin y esa mujer habían dicho. ¿A quién debía creer? Además Yoongi solo se esmeraba en confirmar sus malas acciones dándole razones para creer el pasado que vio en recuerdos.

Sentándose en el césped en medio de unos arbustos abrazo sus piernas solo queriendo desaparecer. No quería estar en ese lugar, ya no quería seguir con su plan ni seguir involucrandose con Yoongi o con Seokjin. Ya no quería que siguieran jugando con su mente.

Él ni siquiera recordaba con claridad lo que había sucedido con su alma pasada, ni siquiera sabía siquiera si su yo pasado y él eran la misma alma. No podía ser verdad que él era la reencarnación de aquel ángel caído cuando ni siquiera recordaba nada y no eran iguales en comportamiento, todo era demasiado absurdo.

De nuevo, Jimin se encontró llorando por haber nacido así, por no poder ser un humano normal con una vida normal sino a ser atado por un demonio que fue quien lo hizo un ángel caído comenzando todo.

Sintiendo su estómago revolverse a la vez que se hacia bolita esperando desaparecer, esperando que todo acabará y al final solo fuese un mal sueño. Fueron minutos los que paso así hasta que las pisadas en el césped acercándose hasta donde estaba lograron escucharse.

Elevando el rostro supo lo patético que se veía cubierto de lágrimas con sus ojos rojizos y toda la cara roja; completamente destrozado al borde del colapso no le importó mostrar ese lado débil, no podía controlarse ni detener el llanto solo para fingir que nada pasaba. Jimin estuvo reprimiendo tanto que simplemente solo quería sacar todo lo que guardaba.

Si visión borrosa pudo captar la alta silueta con traje gris que estaba frente a él siendo suficiente para quitar bruscamente las lágrimas de sus ojos par a poder enfocar el rostro inexpresivo de Yoongi quien solo lo miraba.

– ¿Porqué yo? ¡¿Porque soy el único aquí que camina en ciego?! – musitó con la voz quebrada esperando una respuesta pero recibiendo solo silencio. – ¡Porqué tuviste que traerme aquí de nuevo! Estoy confundido todo el tiempo fingiendo frente a tí ser fuerte para que no me tomes a la ligera pero sigues jugando conmigo. Todo en lo que creo parece una mentira, ¿Tan malo fui en mi vida pasada que merezco ser castigado de esta manera aún cuando está vez soy inocente?

Yoongi se arrodillo hasta su altura tomando en sus manos sus mejillas y quitando de forma lenta las lágrimas que invadian sus ojos.

– De hecho no fuiste tan malo. Fuiste caprichoso, excéntrico, vengativo y muy posesivo. – habló él pálido viendo hacia sus ojos logrando que Jimin solo frunciera el ceño sin saber que decir porque si había sido así, eso sonaba a que fue alguien como Yoongi. – Es mejor que no recuerdes todo sobre tú vida pasada conmigo. Lloraras aún más.