La marca del demonio [YOONMIN]

Capítulo 19

Verse al espejo luciendo ropa tan atrevida junto con un maquillaje que hacia resaltar sus ojos, labios, y mejillas para verse aún más seductor y sexy era algo que no cabía en su cabeza.

Era tan diferente a cómo él en realidad era y eso le causaba cierta ansiedad.

Nunca pensó que haría algo como eso y aún le daba risa pensar que eso no era la realidad, que estaba en el infierno a punto de tentar al más grande demonio llamando por completo su atención.

Quizá eso no fue lo más estresante de todo sino sentirse como un cuerpo bonito que solo servía de exhibición para que todos alegarán su perfecto aspecto físico.

Él solo era visto como un cuerpo con perfectas curvas que podría ser usado por cualquiera. Y el solo pensamiento de eso era repugnante.

– Entraras aquí. – la chica llamada Seom lo habia dirijido fuera de aquel cuarto cuando termino de maquillarlo y ahora ella le señalaba una jaula con barrotes de acero dónde en medio se mostraba un tubo. – Todos son unos estúpidos que no pueden mantener su pene dentro de sus pantalones así que no te acerques a los bordes. Haz lo que mejor sabes hacer, hay demasiados demonios haya fuera así que dominalos a todos Park.

Jimin entro a aquella jaula sintiendo sus manos temblar y su corazón latir con demasiada fuerza ante los nervios. Seom cerró la jaula con candado y Jimin solo pudo sostenerse del tubo en medio mientras intentaba tranquilizar sus emociones.

¿Acaso él sabía hacer eso? ¿Cuándo había aprendido a hacerlo y porqué no recordaba nada?

Una suave música comenzó a sonar por el lugar haciéndolo mirar hacia los lados cuando la luz se apagó, viendo como una cortina se deslizaba a los lados frente a él se dió cuenta que se encontraba en un escenario y alrededor de esa jaula era alumbrado con una tenue luz roja que hacia ver a varios hombres rodearlo.

Mirando hacia enfrente se dió cuenta de la cantidad de persona ahí dentro que lo veían fijamente, estaban viendo su cuerpo de manera tan obscena que llegaba a causarle ganas de vomitar y sentirse asqueado por eso.

Tenía que tranquilizarse, tenía que verse como una persona que ni siquiera existía ya. Su antiguo yo que solo actuaba de forma descarada, obscena y lujuriosa llamando la atención de todos con solo mirarlos y sintiéndose el centro de todo el mundo.

Cerrando sus ojos apoyo su espalda en el tubo, dejándose guiar por la adictiva música que sonaba de fondo subió una de sus manos hasta agarrar el tubo y fue deslizándose hacia abajo de forma lenta contorneado sus caderas en círculos suaves, abriendo sus piernas se dejó caer en el suelo siendo conciente del leve rebote que hizo su falda subiéndose un poco.

Un extraño sentimiento surgió en su pecho que se albergo logrando que su nerviosismo se fuera y contrario a lo que esperaría abrió los ojos mirando hacia un punto fijo en el frente, se inclino hacia delante apoyando sus manos en el suelo y de forma perversa elevó su trasero, escucho varios gritos entre el público que solo lo incitaron a levantarse del suelo lentamente y desabrochar dos de los botones de su camiseta dejando ver parte de su pecho.

Tomando el tubo con una de sus manos dió una vuelta alrededor antes de tomar vuelo y engancharse al tubo con sus piernas en un acto que ni siquiera sabía que podía hacer.

Los segundos pasaron en dónde los nervios lo abandonaron y un viejo sentimiento de empoderamiento lo invadió olvidando su timidez o su ética. Solo escuchaba de fondo la música junto con los gritos y jadeos de los hombres en el público. Ni siquiera se molesto en ver lo que hacían porque estaba seguro le causaría asco.

La falda dejaba ver sus muslos y aquella ropa interior negra que apretaba su trasero en cada paso que daba, siendo algo que lo calentaba insonscientemente al sentirse demasiado atractivo.