El primer día de Universidad para Jimin había transcurrido bastante bien. Al parecer todas las tardes que estudió para ponerse al corriente habían dado buenos frutos, porque no se sintió perdido en ninguna de las clases y de hecho varios profesores lo habían halagado por estar al día a pesar de empezar cuatro meses más tarde que el resto.
Había trabajado por la mañana y luego cursado de dos a siete de la tarde. Por suerte en la cafetería le habían dado la posibilidad de correr sus horarios.
Había días en lo que tendría menos materias y podría salir más temprano y otros en los que le quedarían horas libres en el medio, pero pensaba utilizarlas para estudiar allí mismo en la biblioteca y así tener las horas de la tarde para descansar o salir por ahí con Taehyung que ya había empezado a insistir con presentarle a todos sus amigos.
Durante la cena el señor y la señora Kim habían escuchado sobre su día con genuino interés al igual que su mejor amigo. Jimin se sentía muy afortunado de ser recibido como uno más en esa familia tan hermosa.
Siempre desde muy pequeño había soñado con que su propia familia fuera igual, claramente eso no había sido posible.
Pero con el pasar del tiempo había entendido que cada familia era especial y que él debía amar la suya tal cual era. Que no necesariamente tenía que ser el estereotipo perfecto de las películas, que él y su mamá podían ser felices y formar una hermosa familia de dos.
Le había llevado horas de terapia pero lo había logrado.
¿Jungkook habría pasado por lo mismo? ¿Sería felíz con su papá o extrañaría todavía la presencia de una madre?
No sabía porque pero siempre terminaba pensando en aquel chico.
(...)
La charla nocturna con su mamá se había alargado más de lo normal esa noche, debido a todas las cosas que tenía para contarle respecto a la Universidad y todo lo relacionado a su comienzo.
No le molestaba para nada, de hecho hablar con ella le hacía extrañar menos su casa. Era el único miedo que tuvo al decidir mudarse, el perder la relación tan estrecha que tenía con su madre. Para su alegría eso no ocurrió, seguían tan conectados como siempre.
Mientras conversaban Jimin vio claramente un objeto volar por arriba del cerco y caer en medio del patio.
Se levantó de los escalones de madera en dónde estaba sentado y fue a revisar curioso.
¿Eso era un bollo de papel arrugado?
Se agachó a recogerlo aún con el teléfono en su oído y su madre hablando sin parar.
Una vez que lo tuvo en sus manos y lo desenvolvió se dió cuenta que era su pelotita antiestres. En el papel escrito con una letra un tanto desprolija decía "hola" y un dibujo al lado de una carita sonriente formada por dos puntos y una curvita.
Sonrió alegre.
—¿Jiminnie? ¿Seguís ahí hijo?— escuchó la voz de su mamá.
Cierto estaba al teléfono con su madre.
—si mamá, perdón me distraje. ¿Qué decías?—
—nada importante, mejor te dejo ir a descansar que tuviste un día muy intenso. Mañana te cuento todo el chisme que me enteré de los Lee— concluyó para luego enviarle besos y despedirse.
Jimin corrió dentro de la casa en busca de papel y lápiz.
Volvió lo más rápido que pudo, escribió un "hola Jungkook :) " en respuesta y lanzó la pelota por encima del cerco.
¿Cómo podía entusiasmarlo tanto algo así?
Un par de minutos después la bola cayó de regreso.
"Soy Kookie :P "
Jimin rió, le parecía tierna la manera de escribir del vecino.
"Lo siento, hola Kookie. ¿Querés jugar hoy?"
La lanzó ansioso. Era una tontería pero le daba ilusión que el pelinegro le responda que si.
"Juego esto o aquello"
Había respondido.
Jimin tomó un papel nuevo y escribió:
"¿Perros o gatos?"
Simple pero importante.
"Perros"
Jimin era más team gatos. Así que puso su elección junto con la próxima pregunta.
"Té o café"
Fue lo próximo que se le ocurrió preguntar.
"Leche con chocolate"
Fue la respuesta del vecino. Jimin amaba el café.
"Día o noche"
Preguntó luego.
"Día" y un dibujo de un solcito. El rubio dibujó una luna y estrellas, dando a entender que prefería la noche.
La pelota fue y volvió varias veces más y Jimin conoció algunas cosas sobre Jungkook.
Le había dado a elegir entre tipos de flores, comidas, estaciones del año, golosinas, todo lo que se le ocurrió.
En una de las tantas veces que la pelotita cruzó de un patio al otro Jungkook tardó en responder más de lo usual y Jimin ansioso por saber que pasaba se levantó despacio y asomó la cabeza por arriba del cerco para ver qué estaba pasando.
Jungkook estaba sentado sobre sus talones con la hoja en una de sus manos, escribiendo con la otra muy concentrado. Jimin no pudo contener una enorme sonrisa al ver como el chico se balanceaba lentamente hacia los lados entusiasmado y orgulloso de lo que estaba haciendo.
Volvió a su lugar rápido para que no lo descubra espiando y esperó paciente a que el vecino le tire la pelota con el mensaje que con tanto esmero estaba escribiendo.
Cuando la pelota rebotó en el pasto Jimin corrió a buscarla.
"¿Querés ser mi amigo? Si :) - No :("
Jimin rió al ver cómo le había puesto carita feliz y triste a las opciones.
Jungkook era demasiado tierno para este mundo.
Rodeó el "si" con un corazón y devolvió la pelota con alegría.
Escuchó las risas divertidas de Jungkook del otro lado.
Cómo cada noche su "charla" fue interrumpida. Pero Jimin no se sintió triste esta vez, ahora eran amigos ¿cierto? Así que cuando lo viera desde la cafetería sin dudar lo saludaría.
Seguramente ahora que ya se habían conocido un poquito más el pelinegro se sentiría en confianza para responder.
Al menos eso esperaba con ansias.
(...)
—¿A qué se debe la sonrisa tan amplia?— preguntó Tae mientras se preparaban para dormir.
—hice un amigo nuevo hoy— respondió orgulloso el rubio.
—¿Ya me estás buscando reemplazo? ¿Y en mi propia cara?— reclamó fingiendo indignación.
Jimin se carcajeó fuerte.
—jamas de los jamases— dijo mientras abrazaba a su amigo— vos sos mi hermano, él es diferente... Un amigo especial— concluyó.
Tae lo miró entrecerrando los ojos.
— ¿tenés algo que confesar?— preguntó.
Jimin asintió sonriendo. Quizás era hora de contarle todo.
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Fix you ✨Completa✨
FanfictionJungkook está perdido dentro de su propio ser... Jimin intentará ser la luz que lo guie nuevamente a su hogar.