Los primeros días en la casa Kim pasaron volando, entre papeleos y búsquedas de trabajo por aquí y por allá.
Afortunadamente Jimin podría comenzar a dar algunas materias en la Universidad dentro de un mes cuando terminara el semestre y pudiera incorporarse a las clases. Mientras tanto tenía que estudiar y prepararse para estar al mismo nivel que sus compañeros.
En cuanto al trabajo, él y Tae habían recorrido los alrededores preguntando en cada local de ropa, de comestibles, cafeterías y demás por un empleo de medio tiempo para el rubio.
Por el momento solo habían tenido suerte en una cafetería que quedaba en una de las calles principales, el puesto sería de mesero y en ocasiones podrían necesitarlo para entregar algún que otro pedido a los locales linderos.
No sonaba mal, la paga era poca pero era mejor que nada.
Jimin no había estado muy seguro de aceptar el empleo hasta que observó a cierto pelinegro descargando bolsas en la vereda de enfrente.
Tener al apuesto vecino de Tae trabajando tan cerca suyo le hacía ilusión. Solo quería conocerlo un poquito más y ser amigos... No tenía otras intenciones con él. Claro que no... Que estuviera babeando por como se le marcaban los músculos de su espalda mientras cargaba bolsas no tenía ningún significado oculto.
— es la florería de su papá— Tae habló a su lado al notar como miraba con tanto ímpetu a Jungkook.
Jimin completamente atrapado intentó disimular.
— ¿Qué?— dijo.
— Jiminah no te hagas... Hablo de Jungkook— dijo mientras apuntaba hacia el lugar con la cabeza— ese local es la florería de su papá, el señor Jeon. Él suele venir a veces a ayudarlo a acomodar cuando traen mercadería, como ahora. Un par de veces lo ví llevando ramos a domicilio, pero no lo hace siempre, solo con clientes de confianza. Su papá lo cuida mucho, bueno por lo que ya te dije. Jungkook no habla con nadie... Es especial.
Es especial, Jimin necesitaba más detalles. La información que Tae le daba era muy vaga.
Jimin miró el cartel sobre la puerta del local:
"Hanna's Golden Garden"—¿Por qué Hanna?— preguntó el rubio con curiosidad.
— Hanna era la mamá de Jungkook— respondió el castaño.
— ahhh... ¿Ella murió?— repreguntó chismoso.
— No, se fue. Yo no recuerdo mucho con exactitud pero si escuché a mis padres hablar al respecto varias veces. Más o menos al año de que se mudaron a tu antigua casa, la señora Jeon los abandonó. Jungkook era chiquito, calculo que tendría cuatro o cinco años.
Jimin escuchó atento cada palabra , guardandolas en su mente. Jungkook volvió a salir por más mercadería mientras ellos conversaban en frente.
Por solo unos segundos el pelinegro levantó la vista mirando directamente hacia ellos para luego bajar la cabeza y volver a ingresar con algunas macetas en los brazos.
Sus ojos se veían duros, muy diferentes a como los había visto la primera vez.
Solo habían sido segundos en ambas ocasiones pero Jimin era muy observador.
—Lo conozco desde hace más de quince años y como verás ni siquiera me saluda — dice Tae resignado.
Jimin se rió de su amigo recibiendo un golpe en el brazo.
—¡auch! ¡No es mi culpa que el vecino hot te ignore Taehyung!— exclamó él rubio entre carcajadas.
Por dentro Jimin se convencía cada vez más en que tenía que conocerlo, siempre fue terco y saber lo difícil que podía llegar a ser le daba más incentivacion.
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Fix you ✨Completa✨
أدب الهواةJungkook está perdido dentro de su propio ser... Jimin intentará ser la luz que lo guie nuevamente a su hogar.