20

2.4K 397 38
                                    

Durante los días siguientes Jimin, Yoongi y Taehyung dedicaron cada rato libre que tenían a revisar perfiles tanto en Instagram como en Facebook buscando a la mamá del pelinegro.

Probaron buscandola como Paeng Ha-neul que era el nombre real que Jungkook le había dicho, luego como Paeng Hanna ya que así era como le gustaba que la llamen, no habían tenido éxito de ninguna manera.

— imagínate si en vez de Paeng su apellido fuera Kim o Lee estaríamos buscando hasta el fin de los tiempos— se quejó Yoongi ya cansado de no encontrar nada que les sirva.

El pálido tenía razón, por suerte el apellido de la mujer no era tan común y las posibilidades de encontrarla eran más grandes, lo que no significaba que fuera fácil, había casi tres mil personas con el mismo apellido, Jimin ya había hecho su propia investigación al respecto.

— No puede ser que no exista rastro de ella, hasta mi abuela tiene cuenta de facebook— dijo malhumorado el rubio.

— tenés que pensar que quizás no quiere ser encontrada, o tiene cuenta con un alias, hay cientos de posibilidades Jimin.

(...)

Con cada día que pasaba los ánimos del rubio iban decayendo junto a sus esperanzas de ayudar al vecino.

Jungkook no lograba recordar nada que les sirva para la búsqueda, solo tenía recuerdos sueltos de él y su madre, casi todos alegres o de cosas cotidianas, pero de la noche en cuestión y de los días anteriores no recordaba absolutamente nada.

El pelinegro le había comentado que también le costaba muchísimo reconstruir en su mente todo lo sucedido después de que su mamá se fuera. Los primeros recuerdos que mantenía nítidos en su cabeza eran de cuando había empezado a concurrir al colegio aproximadamente a los seis años.

— lamento m-mucho no poder ser m-más útil — dijo Jungkook una de aquellas noches.

Jimin había entrelazado sus manos para darle confort, podía ver claramente la tristeza en los ojos del más alto.

— no tenes que lamentarte, nada de esto es tu culpa Kookie. Vamos a encontrarla de alguna forma— respondió mientras descansaba su cabeza en el hombro del pelinegro.

Con cada encuentro que tenían se volvían más cercanos y más cómodos el uno con el otro. Jungkook no había vuelto a mostrarse callado ni una sola vez, por el contrario hablaba mucho, con dificultad pero lo hacía.

Jimin se sentía muy afortunado aunque fueran solo veinte o treinta minutos los que podían compartir cada noche, eran suficientes para conocerlo cada vez más. A veces ni siquiera hablaban sobre Hanna, simplemente se contaban sus días y reían de cualquier tontería que se les ocurriera.

Jungkook era muy divertido y curioso, le preguntaba por la universidad y como era asistir a ella, por su trabajo en la cafetería, por su mamá y los pacientes a los que ayudaba, sin dudas tenía una necesidad increíble de conocer más sobre el mundo que lo rodeaba y que por muchos años había estado lejos de su alcance.

(...)

— ¿Hiciste los ejercicios que te enseñé?— preguntó Jimin curioso.

Jungkook asintió algo desanimado.

— ¿No funcionaron?—

— por el m-momento no... Los hice lo mejor que p-pude pero no recordé nada nuevo— comentó finalmente.

En una de las tantas charlas que Jimin tenía con su mamá, le comentó lo que estaban haciendo y le pidió consejos para ayudar al pelinegro a recuperar aquellas memorias que por algún motivo estaban bloqueadas de su mente.

Fix you ✨Completa✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora