37 Final ✨

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- tuve mucho miedo Kookie, tuve miedo de perderte para siempre... De que no quieras volver nunca más. Lo que te pasó fue tan horrible, tan macabro... Todavía sigo sin entender cómo sobreviviste todos estos años- confesó preocupado.

Luego de besarse por largos minutos y de repetirse hasta el cansancio lo mucho que se amaban se acomodaron mejor en la cama. Jungkook apoyó su espalda en el respaldo y rodeó a Jimin con sus brazos desde atrás, dejandolo recostado en su pecho.

- yo tampoco lo sé... Todavía hay c-cosas que están algo m-mezcladas en mi cabeza - respondió con sinceridad el pelinegro apoyando su mentón en el hombro del más bajito- cuando él te tenía ahí, c-cuando estaba ahorcandote... - hizo una pausa como buscando las palabras- m-muchos recuerdos volvieron, mamá... la ví, v-vos y ella eran u-uno- bufó molestó por no poder expresarse mejor.

Jimin giró su cabeza un poco y le besó la mejilla, tranquilizandolo.

- me salvaste la vida- dijo luego- fuiste muy valiente Kook, sos muy valiente- corrigió.

- no fui yo, b-bueno si fui yo, pero sentí como si otra p-parte de mi... ¿me ayudara? Es c-complicado de explicar.
T-todo este tiempo estuve t-tratando de entender- dijo enredándose un poco en sus pensamientos.

- ¿Y pudiste hacerlo? - preguntó curioso el rubio.

Jungkook negó.

- no del t-todo... Pero c-creo que con el tiempo voy a p-poder-

- seguro que si y yo voy a estar al lado tuyo por si necesitas ayuda en el camino- prometió Jimin mientras se acurrucaba mejor y disfrutaba del calor que el cuerpo del pelinegro le brindaba.

- ¿No te da m-miedo?... Todo lo que p-pasa acá adentro- dijo señalando con un dedo su cabeza.

Jimin rió bajito y negó.

- ¿Te acordás c-cuando dije que mamá me hablaba?

-si

- N-no es s-solo mamá- confesó asustado.

Jimin incorporó un poco su cuerpo para poder verlo más de frente.

- lo que sea que esté pasando ahí adentro lo vamos a enfrentar juntos porque te amo y no pienso dejarte solo nunca ¿Sabes? Estás condenado a soportarme por el resto de tus días Jungkookie - dijo mientras acariciaba sus mejillas.

El pelinegro respiró aliviado tras aquellas palabras y unió sus labios.

Todavía tenían muchos besos más por darse, habían sido largos meses, largos años de soledad y sufrimiento para Jungkook, ahora que podía disfrutar de un amor tan puro como el que Jimin le brindaba no dudaría en aprovecharlo.

(...)

A partir de entonces los días de Jungkook fueron impredecibles y Jimin cada vez entendía mejor lo que había tratado de decirle.

A veces pasaban horas enteras conversando, el pelinegro le hacía cientos de preguntas sobre cualquier tema que se le ocurriera, hacían planes para cuando esté de alta e imaginaban todas las citas que iban a tener.

Su dificultad para hablar no les impedía para nada divertirse o bromear juntos, nunca lo había hecho, mucho menos les impedía besarse hasta tener los labios hinchados.

Otros días Jungkook se mantenía completamente callado, dibujaba en silencio por horas, jugaban al ta-te-ti, a las adivinanzas o le pedía que le leyera algún libro.

Jimin tenía la teoría de que hablaba demasiado un día y al siguiente necesitaba recargar energías en modo mute.

Muchos otros los pasaban escuchando música juntos, abrazados en la cama.

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