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Hacía una semana que Jimin trabajaba en la cafetería y no había tenido ni una sola oportunidad de volver a ver al pelinegro que robaba cada uno de sus pensamientos.

No sabía si era porque el chico no había venido a ayudar a su padre esa semana o simplemente su mala suerte de no salir justo en el momento exacto para poder cruzarlo.

Tenía que cuidar su empleo por más simple que sea, así que no podía estar pendiente del local de enfrente durante sus horas laborales.

Si había podido verlo cada noche desde la ventana de la cocina mientras fregaba los platos de la cena.

Jungkook parecía tener un amor y cuidado especial por aquel enorme rosal, todas y cada una de las noches lo vio sentado allí contándole quien sabe que secretos a aquellas hermosas flores.

Le había sacado más información sobre la historia de la familia Jeon a Na-Ra, claro que siempre de manera disimulada.

Nada relevante, solo detalles sin importancia.

Taehyung era otra historia. El castaño renegaba de su vecino por ignorarlo pero en el fondo era posible vislumbrar que se preocupaba por el chico y que realmente hubiera querido que fueran amigos.

En una de las tantas charlas que habían tenido antes de dormir Tae le había contado algunas cosas más sobre Jungkook.

-entonces nunca pudiste lograr que te hable por más esfuerzos y ganas que le pusiste-

Tae había asentido a aquella afirmación.

-después de la noche terrorífica mis papás le ofrecieron al señor Jeon ayuda en lo que necesitara. Así que hubo algunas tardes en las que Seung traía a Jungkook y mi mamá lo cuidaba. Se suponía que venía a jugar conmigo para distraerse pero nunca aceptó mis invitaciones.
Algunos años después Jungkook empezó a venir por si solo y simplemente se sentaba en la banqueta alta de la cocina y observaba a mi mamá hacer sus cosas. Parecía muy interesado en aprender todo lo que ella hacía. Incluso algunas veces traía un cuaderno y anotaba recetas y cualquier tipo de consejo que mi mamá le daba. A mí me parecía muy extraño pero mis papás decían que al quedarse sin su propia madre buscaba algún tipo de contacto con la mía, algo así como una figura materna o que sé yo.

- ¿te daba celos cierto? Por eso siempre que hablabas del venicito me decías que era un niño feo y aburrido- dijo Jimin entre risas.

Tae negó indignado y luego estalló en risas.

- bueno quizás un poquito pero después se me pasó y le tuve algo de lástima- confesó

- cuando estaba en el último año de primaria Jungkook tuvo problemas, algunos compañeros lo habían agarrado de punto y se burlaban de él. Lo molestaban por que las pocas veces que intentaba hablar en clase lo hacía tartamudeando con mucha dificultad, yo no iba en el mismo año que él pero el chisme se corrió por todo el colegio, todos hablaban de eso.

-eso es horrible- respondió indignado.

-lo fue...pero eso no es todo. Una tarde de esas en las que estaban molestándolo Jungkook se defendió. Lo recuerdo bien porque mis compañeros y yo no lo podíamos creer-

-supongo que es normal, la paciencia tiene un límite por más bueno o tranquilo que seas- dijo el rubio.

-Jungkook agarró una silla y de un golpe le abrió la ceja a uno de los chicos. Según nos contaron, él estaba en silencio aguantando las burlas hasta que de repente se levantó y con la pata le apuntó directo a la cara, no sé, la cuestión es que tuvieron que llamar a la ambulancia y le hicieron como diez puntos. ¿Te acordás como eran las sillas del colegio no? Tenían esas patas de metal... Supongo que por eso el corte fue tan grande- concluyó ante la mirada atónita de Jimin.

-¿Y qué pasó después?- preguntó lleno de curiosidad.

- Jungkook no volvió a la escuela, su papá habló con los directivos y le dejaron dar unas pruebas a fin de año para poder pasar a la secundaria.

- ¿y pasó alguna vez más? En la secundaria digo.

Tae negó con su cabeza.

- el señor Jeon pensó que sería mejor darle clases en su casa. Le contó a mi mamá que la terapeuta de Jungkook lo había recomendado asi y obvio él quería lo mejor para su hijo- respondió.

La charla terminó allí pero en la cabeza de Jimin todo seguía dando vueltas y vueltas.

Le alegraba saber que el vecino sexy había recibido ayuda profesional. Eso era algo muy importante para casos como el suyo.

(...)

Una noche le pareció muy raro no verlo a través de la ventana.

Ya se le había hecho costumbre mirarlo, se veía tan pacífico allí charlando con las flores, le costaba imaginar a ese mismo chico de una forma tan agresiva como lo había narrado Taehyung.

Llevado por su curiosidad se paró en puntitas de pie para poder sacar la cabeza por la ventana y observar un poco más allá en el patio vecino.

Quizás había cambiado de flor y ahora charlaba con las margaritas.

Se rió solo de su mal chiste.

Cualquier atisbo de sonrisa se borró de su cara cuando finalmente lo vió.

Jungkook estaba tirado, inmóvil sobre el césped.

Jimin corrió lo más rápido que pudo hasta la sala en dónde los Kim todavía charlaban sobre sus respectivos días de trabajo.

Se asustaron al verlo tan agitado y pálido.

-¡El vecino necesita ayuda!- dijo desesperado.

-¿Seung?- preguntó preocupado el papá de Tae mientras se ponía de pie.

-¡No! ¡Jungkook! ¡Creo que se desmayó, tenemos que socorrerlo!- exclamó exaltado.

Tae que estaba arriba en su habitación bajó al escuchar los gritos.

- ¡Está tirado en el patio! ¡Está inconsciente!- agregó el rubio.

Los Kim se miraron y dejaron salir un suspiro de alivio. Jimin no comprendía porque no reaccionaban.

-No es nada Jimin, calmate- dijo Na-Ra finalmente.

-Seguramente se quedó dormido- agregó el papá de su mejor amigo.

-¿Qué?- preguntó todavía intentando calmar sus nervios.

Tae se acercó a él y lo rodeo por lo hombros en un abrazo.

-¿Te acordás que te dije que Jungkook era especial? Lo hace siempre, para nosotros es normal verlo dormir ahí de vez en cuando- explicó.

Jimin no entendía nada.

Seguía nervioso mirando hacia la cocina con preocupación.

Na-Ra lo hizo sentar en el sillón antes de hablar.

- Jungkook lo hace desde que es muy chiquito, ese rosal fue lo último que plantó su mamá en el jardín. Suponemos que se acuesta allí porque de alguna manera se siente más cerca de ella... Algunas veces se queda dormido. Pero no te preocupes, yo ahora llamo a su papá y le aviso para que lo despierte y lo haga entrar a la casa- concluyó la señora muy calmada.

Y así fue, Jimin vio desde la ventana cuando un señor muy parecido a Jungkook se asomó por la puerta trasera y con un "Kookie adentro" despertó al pelinegro que sin decir nada se levantó y lo siguió al interior de la casa.

Estaba empezando a entender porque todos describían a Jungkook como alguien especial.










































No sé cada cuánto voy a actualizar, pero cuando termine Gossip esta va a ser la siguiente historia en la que me voy a enfocar 💜

Espero les este gustando ☺️







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