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Jimin había vuelto a escuchar la canción una y otra vez durante todo el viernes, intentando descifrar lo que sea que Jungkook había querido decirle con ella.

Sin dudas el mensaje no era positivo ni feliz, fuera lo que fuera se trataba de algo doloroso para el pelinegro, algo que lo lastimaba.

Tenía más que claro que el abandono de su madre era en gran parte causante de ese dolor, de eso no tenía ninguna duda, pero había algo más que todavía no estaba pudiendo descubrir.

Quizás era su enfermedad la que lo ponía inseguro y le causaba aún más daño, Jimin no sabía con exactitud si se trataba o no de esquizofrenia pero sea lo que sea seguramente influia en todos esos sentimientos negativos que llenaban la cabeza del vecino.

En la letra se hablaba de "demonios", el cantante advertía que era peligroso acercarse pero a la vez también pedía ayuda.

La interpretación a la que el rubio llegó fue que Jungkook tenía miedo, miedo de mostrarse y abrir más su corazón con él y que al final del día Jimin también le abandonara.

Con eso en mente buscó entre sus canciones favoritas una para regalarle esa noche. Una que le dijera que todo iba a estar bien y que podía confiar en él, que entendía su dolor y sus miedos pero que era hora de salir adelante. Que él estaría a su lado para ayudarle a hacerlo.

(...)

Cuando el día llegó a su fin esperó ansioso sentado en la cerca a que Jungkook saliera a acompañarlo pero lamentablemente eso no pasó.

Esperó paciente bajo la luz de la luna y las estrellas, escuchando música y pensando en nuevas maneras de poder ayudarlo, cuando el reloj en su celular marcó más de la una decidió entrar a la casa y dormir, debía levantarse temprano para ir a trabajar.

Se durmió preocupado, deseando que Jungkook estuviera bien.

(...)

La mañana en la cafetería estaba tranquila, asi que Jimin decidió limpiar y organizar las mesas para entretenerse, intentaba mantener su mente ocupada en otras cosas pero no podía evitar mirar hacia la florería de enfrente esperando ver a cierto pelinegro que lo había dejado plantado la noche anterior, no solía trabajar los sábados pero le habían pedido por favor que cubriera al otro empleado que estaba enfermo.

— Me parece que hoy no vino— dijo Namjoon haciéndole caer la escoba por la sorpresa.

—¿Qué? ¿Quién?— preguntó Jimin fingiendo demencia.

El moreno rió de la caradurez del rubio.

— Jungkook, no vino hoy. Vi a su papá temprano entrando al local, parece que ya está mejor— comentó — ¿Estabas intentando verlo no? —

Jimin sintió sus mejillas sonrojarse, no pensó que era tan obvio cuando espiaba hacia el local vecino.

— bueno... Emm... Si, es que Jungkook y yo somos amigos y anoche no lo ví y me quedé preocupado — respondió algo avergonzado de ser descubierto.

— ¿ustedes son amigos?— preguntó sorprendido el más alto.

Jimin y Namjoon se llevaban de maravillas, el moreno era muy tranquilo e inteligente como le había comentado la señora Na-ra antes de comenzar a trabajar alli pero nunca habían conversado de cosas que no fueran referentes a la cafetería y las tareas a realizar allí.

— somos amigos— confirmó el rubio, porque a pesar de la última semana que había sido extraña seguía considerándose un amigo cercano del pelinegro.

— pensé que Jungkook no tenía amigos, me alegra saber que si— dijo con sincera alegría en la voz.

— Jungkook es... Es un amigo muy especial, lo quiero mucho —

Fix you ✨Completa✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora