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Al día siguiente Jimin no podía esperar a ir a la casa de al lado a devolver el viejo peluche.

Por la mañana antes de ir a la cafetería le parecía demasiado temprano para ir a tocar la puerta, así que tenía que esperar a volver de la Universidad para cruzarse y finalmente poder ver a Jungkook de cerca otra vez.

Durante todo el día no pudo dejar de pensar en eso, le contó a Yoongi todo lo sucedido y lo que sabía de la historia del vecino para tener una tercera opinión (ya que la segunda se la había pedido a Tae).

— yo pienso que ese chico puede ser un asesino en serie tranquilamente— había contestado luego de escuchar cada interacción que habían compartido.

Jimin se rió fuerte y le propinó un pequeño golpe en el brazo de manera juguetona.

—¡Todos somos asesinos en serie según vos!— exclamó entre risas.

El pálido había levantado los hombros en señal de desinterés. No era muy comunicativo, al parecer Jimin tenía una manera especial de elegir a sus amigos.

(...)

Al llegar a la casa Kim lo primero que hizo fue correr a la habitación de Tae, tirar su mochila y agarrar el osito que parecía estar esperándolo sentado en el medio de la cama.

Lo tomó ansioso y salió rumbo a la casa lindera.

Arreglo su pelo y su ropa antes de llamar a la puerta. No sabía porque pero quería lucir bien, dar una buena imagen.

Cuando la puerta se abrió se sintió un poco desilusionado ya que no era Jungkook la persona al otro lado. Era un hombre bastante mayor, muy parecido al pelinegro así que asumió que sería su padre.

— buen día señor Jeon, me llamo Jimin, emm yo estoy viviendo al lado con los Kim.— se presentó algo tímido.

El señor lo observó con detenimiento y cuando posó su vista en el peluche frunció un poco el ceño.

— venía a devolverle esto a Jungkook... Lo encontré en el patio y la señora Na-Ra me dijo que era de él— agregó rápidamente.

El hombre sonrió y tomó el oso en sus manos.

— gracias— dijo— es el favorito de Kookie.

Jimin devolvió la sonrisa amablemente. Le hubiera gustado dárselo personalmente pero bueno, lo importante era dárselo al fin y al cabo.

—¡Kookie!— llamó el señor mirando hacia la cocina.

Unos segundos después el pelinegro llegó y se paró detrás de su padre.

— ¿Tiraste tu oso a la casa de los vecinos?— preguntó. El chico lo miró a los ojos y negó rápidamente.

—¿que dijimos acerca de mentir?—lo reprendió el señor Jeon.

El pelinegro agachó la cabeza avergonzado.

— dale la gracias al vecino que fue tan amable de traerlo de vuelta— agregó luego.

Jungkook levantó la cabeza tan solo unos segundos para volver a agacharla haciendo una leve reverencia en agradecimiento.

— perdón por las molestias, Kookie no lo va a volver a hacer ¿Cierto?— dijo  y el pelinegro simplemente tomó el oso abrazándose a él.

—no es molestia, yo... Emm... Puede contar conmigo para lo que necesite señor— dijo Jimin haciendo una reverencia en forma de respeto.

—Dale mis saludos a los Kim, y avísale a Na-Ra que las semillas de tulipanes que me pidió ya llegaron— dijo despidiéndose.

—si señor— respondió Jimin y antes que la puerta se cierre por completo miró por última vez a Jungkook aunque este no le devolvió la mirada.

(...)

Jimin no sabía como sentirse al respecto, lo había visto pero sentía que habían vuelto al día uno.

Como si nunca hubieran jugado a "esto o aquello", como si la rosa que se secaba dentro de su libro favorito no existiese.

Le dió el mensaje a la mamá de Tae y ella le pidió si por favor podría pasar él por la florería a retirar sus semillas de tulipanes.

Na-Ra no era buena sembrando flores, de hecho siempre se le marchitaban, pero quería volver a probar.

Obviamente Jimin dijo que si, cualquier excusa con tal de tener una nueva oportunidad de ver a Jungkook.

No estaba seguro si estaría o no en el local pero era una posibilidad.

(...)

— yo digo que tuviste un delirio místico e imaginaste todo lo de Jungkook— bromeó Taehyung haciendo enojar a Jimin.

—¡Claro! ¡Y esta rosa roja apareció por arte de magia en mi libro!— respondió ofendido el rubio.

El castaño reía tentado.

—es una rosa común y corriente, la podés haber arrancado de cualquier rosal de la cuadra y ponerla ahí para hacerme creer que hablaste con mi vecino MUDO— recalcó.

—¡No es una rosa común! Es especial, Jungkook me la regaló— refunfuñó caprichoso el rubio.

—a vos no ... A tu mamá, que claro tiene mucho más sentido— siguió buscandole pelea.

—y nunca dije que me habló... Nosotros nos comunicamos diferente—

—sí, vía pelota voladora— lo interrumpió serio.

—¡Aish! ¡No te quiero más!— exclamó enojón y le pegó con una almohada en la cabeza.

Tae rió juguetón y se lanzó a abrazarlo.

—¡No mientas! ¡Me amas! ¡Soy el hermano que siempre quisiste!—

—si, el hermano tonto— respondió mordaz el rubio.

Así siguieron durante un rato más y antes de quedar dormidos Taehyung habló.

—te creo Jiminah... Sabes que es asi, solo bromeo—  dijo bajito.

—lo sé— respondió mientras se acurrucaban juntos.

Realmente eran como hermanos.

































Los capítulos no van a tener una cantidad específica de palabras, algunos van a ser más cortos y otros más largos, depende de la situación que quiera desarrollar.

Espero les este gustando 💞



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