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—No tienes que hacer esto, en serio.

—Tonterías —contestó de inmediato la Luna, eran las 3 menos 15 de la mañana, y desde hace un rato se movía hábilmente por la desordenada habitación tratando de ordenarla y limpiarla y vaya que hacia un grandioso trabajo—. A mi no me pone tan ansioso como a Sun, pero en serio que ya no soporto venir a tu cuarto y verlo así.

—Al menos déjame ayudarte.

—No, eres muy brusco. Si acaso ayúdame a mover el sillón a su lugar ¿Te traerán otro?

—No, es el tercero en el año.

—Debe ser un récord —señaló la Luna mientras estiraba la mano—. Pásame esos cojines de ahí y los peluches... Espera ¿No tienes peluches de nosotros?

Monty se quedó callado.

No, no tenía ninguno ni del Sol ni de la Luna, no se había percatado pero repentinamente tenía esa necesidad de ir a tomar un par o la caja entera de la bodega y llenar su sillón de ellos.

—No, me parece que no, los que tengo es por qué los niños me los regalan o me los he encontrado tirados por ahí o abandonados y los rescato.

—Hmmm —lo dudó unos segundos, pero sonaba bastante cierto—. Le diré a Sun que te de uno y uno. Cuídalos mucho, no siempre te ayudaremos a remendarlos.

De hecho, todos los cojines habían sido arreglados por la aguja e hilo del Sol y la Luna se había encargado de poner el relleno de nuevo en su lugar de los peluches del cuarto.

Miró al animatrónico cubrir la mayoría de zonas de rasguños en la tela con los accesorios de este. Se veía más presentable al igual que el resto del cuarto.

Moon miró como Monty tomaba asiento y sostenía un peluche de Glamrock Chica. Extendió la mano para pedírselo, pero en su lugar Monty lo jaló de esta hasta sentarlo en sus piernas. Había deseado tenerlo así desde hace unos días, aprisionado en sus brazos, sintiendo su ligereza en el regazo.

—Niño travieso~

Lo acusó la Luna mientras recargaba parte de su rostro en el puente del cuello hacia el hombro de su contrario.

Era una posición realmente cómoda que solo recordaba haber tenido cuando jugaban al teatro con los niños y Sun fingió desmayarse.

Monty colocó su hocico sobre la gorra de dormir en la cabeza de SunDrop.

Hacia semanas que solo una o dos veces levantaban su castigo y era parte de la banda Glamrock. Todo debido a que se dieron cuenta de que rompió cosas en su cuarto bastante costosas que no se repondrán hasta nuevo aviso.

Cómo la cámara de seguridad.

Pero eso ya no importaba. Podía usar el tiempo muerto para ir a visitar al Sol y conocerse más. Pasar el tiempo con él... Bueno "ellos" ,era bastante entretenido y cálido. Nunca se cansaría de ese estilo de vida si este nunca cambiase.

Lastimosamente, nada es para siempre.

Hablando de "ellos", debía preguntar para aclarar su duda, ya que esta no terminaba por desvelarse.

—Oye Moon.

—¿Hm?¿Pasa algo?¿Tienes sueño? —su cantarina voz relajada resultaba tan conmovedora, tan cómoda de escuchar.

—Si digo que sí ¿Que harás?¿Arrullarme para dormir?

La Luna deshizo el abrazo notablemente molesto por la insinuación. El reptil sólo se encogió de hombros.

—Quizá... Parezco débil, pero he cargado niños casi o más pesados que tú, caimán flacucho.

—¿Flacucho? Si, claro —no pudo evitar una pequeña risa que hizo estremecer a su contrario-. Sun siempre dice que mis músculos son enormes...

Eclipse Reptiliano =Glittergolf History=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora