CAPÍTULO 17

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Hundo el cigarrillo en el vaso de agua y paso de página a una de las revistas que esta sobre mis muslos. Cojo la cajetilla del cajón y lo enciendo concentrándome en los diseños y los moldes pegados a cada página.

Hay telas en un baúl, todas desparramadas por el piso y bajo la cama, algunos recortes mal hechos y retazos de telas antiguas. A un lado está el periódico, las tijeras y tizas y uno que otro hilo se ha anudado cerca de mi alfombra, sin embargo, mi cama es la más llena de revistas, donde hay diseños desde el siglo diecinueve hasta este siglo.

Cojo la tela que se desliza por mi almohada y absorbo un poco del cigarrillo antes de quemar la tela. Hago agujeros con el cigarrillo, recorriendo gran parte de este. Luego lo mantengo en mi boca para comenzar a dibujar con la tiza y recortarlo.

Una vez que tengo todo listo me apresuro a ir a la maniquí. La música suena a través de mis audífonos, "West Coast - Lana del Rey" me ayuda a colocar los recortes en el maniquí. Pico la tela con agujas formando la parte de arriba de mi primer diseño, y empiezo a coserlo formando un top que se sostiene de un solo hombro.

Le doblo el borde en la cintura y recorto una esquina formando un triángulo. Relamo mis labios bordándole cada borde, incluso el que hay encima del pecho donde también le hago un triángulo caído, dejando un pecho desnudo y el otro oculto.

Hago una mueca tomando el corsé simple que hice esta mañana y lo junto al top, pero solo en la espalda, le pongo los alfileres y luego lo quito por completo para llevarlo a la máquina de coser.

Deslizo la tela por cada apertura hasta que queda sellada y vuelvo a bordarla. Hago un par de recortes a los hilos y me acerco al maniquí para darle tirones con el corsé, le queda perfecto así que procedo con el pantalón de tela.

Lo recorto sobre la mesa y empiezo a pegarle las blondas en cada separación generando que se vea más ancho y voluminoso. Doblo la cintura agregándole un elástico y continúo cosiéndolo hasta que el primer conjunto está terminado y ha anochecido.

Seis días después tengo tres diseños terminados y estoy divagando en una tienda de retazos. Cora me sigue tomando algunos botones y lazos mientras recolecto listones y broches.

Fuimos a una tienda de ropa de segunda y conseguí muchísimas cosas, sin embargo, el concurso de moda va a empezar pronto y tengo fe de haber sido seleccionada. Lo que debí haber avanzado en todo el año, lo estoy avanzando ahora mismo.

No obstante, no puedo combinar prendas usadas, deben ser diseños auténticos así que voy a destruir prendas para tomar retazos de telas e ir transformando mis diseños. Solo queda terminar tres diseños más y si soy elegida, hare un desfile de modas aquí en la ciudad.

Así que no me detengo por dos semanas, dos semanas en que veo a Ball tocando a la puerta, que lo escucho lanzando piedras para que salga a la ventana y en que no le contesto ni un solo mensaje, ni siquiera entablo conversación con Ferry.

Llevo cinco diseños terminados cuando un sábado por la noche escucho gritos bajo mi ventana y cierro las cortinas de tirón. El grito de Ferry hace reír a Cora quien yace recostada en mi alfombra, leyendo un libro de botánica.

—No entiendo porque lo sigues ignorando, hasta te ha dejado una caracola por día, lo cual considero demasiado —se ríe ante otro grito —. No todos los días encuentras una caracola y él sin duda ha encontrado...uhm ¿dieciséis caracolas?

Volteo los ojos encendiendo otro cigarrillo, veo a Caspio y Poly jugando entre si con una rata de juguete, se lo intentan quitar y van brincando y rodando. Cora tira de la cola de Poly quien le maúlla y Caspio se apresura a quitarle el ratón, echándose a correr escaleras abajo. Poly no tarda en seguirle.

THE WHALE BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora