- Vamos cariño, el vuelo sale en cuatro horas.
- Vamos Jungkook, yo sé que quieres. —el rubio estaba a horcajadas sobre Jungkook... tratando de seducirlo para la tercera ronda de sexo.
- Jimin... debemos irnos mis padres deben estar ya listos tienes que preparar a Sunni.
- Bien, me la debes, te quiero, Jungkook. —Jimin acarició su rostro cariñosamente.
- También te quiero, Minie.
Sunni era la niña, hija de Jimin que Jungkook había adoptado, obviamente llevaba su apellido.
Habían pasado siete largos años, la niña era muy hermosa casi era doble de Jimin, hasta tenía sus mismos ojitos.
Había logrado cada uno de sus sueños, era un bailarín profesional, admirado por muchas personas, igual que Jimin.
Pero no había un solo día en que no se preguntara si Taehyung estaba bien, si era feliz, no dejaba de preguntarse si logró olvidarlo, había borrado sus correos sin leerlos porque tenía el presentimiento que si los leía volvería con él.
Hace unos años cuando empezaron a cambiar las cosas quiso regresar, pero ya tenía una familia, una hija que lo amaba y lo veía como a un padre.
Su lobo se había enojado con él muchos años y finalmente se rindió, pero jamás aceptó a Jimin.
Eran una familia hermosa, habían ahorrado lo suficiente e hicieron una inversión en Corea, eran los dueños absolutos, decidieron quedarse un tiempo más en Estados Unidos debido a sus giras, pero ya era de volver, además a Sunni le haría bien el cambio y los padres de Jimin querían estar cerca de su nieta.
Jimin era muy feliz con Jungkook, aunque este nunca lo había marcado, no quería insistir ya se sentía bastante agradecido por lo que hizo por él años atrás, así que podía conformarse y vivir feliz con eso, se sentía mal por Taehyung, pero también fue por su bien porque él no podía tener hijos.
Vivian juntos desde hace siete años, pero recién hace dos años habían empezado una relación, porque antes el lobo de Jungkook lo rechazaba, pero terminó aceptándolo.
Los Jeon se enamoraron de la niña, su ahora nieta, los padres de Jungkook se fueron a vivir junto a él, poco tiempo después de que se fuera de Corea, aceptaron a Jimin porque era muy bueno con su hijo.
Todos esos años habían sido un gran apoyo para la niña ya que podían cuidarla cuando ambos bailarines se iban de gira.
La sonrisa de Sunni era enorme porque sus padres y sus abuelos iban a Corea como una gran familia, iría a conocer a sus otros abuelitos estaba muy emocionada y Jungkook la cargó para llenarla de besitos.
- Papito, ¿tendremos una casa cuando lleguemos?
- Claro que si bebé, iremos a casa, te gustará, es grande y tiene jardín
- Siii. —Sunni se colgó del cuello de Jungkook mientras Jimin los miraba orgulloso de su familia.
El vuelo se hizo eterno, sobre todo para Jungkook, su lobo estaba inquieto y él cada vez se sentía peor, se sentía enfermo, tal vez por el cambio de ambiente.
Cuando al fin aterrizaron estaba casi temblando y no sabía porque, su madre se acercó.
- Hijo, es normal que te sientas cohibido, después de siete años fuera, pero este es tu país, tu tierra.
- Si, mamá solo que mi lobo está inquieto.
- Tal vez por la forma en que te fuiste, pero ahora tienes una familia y eso es lo más importante.
- Si, tienes razón, vamos a casa.
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Sweet Night-Kookv
Fanfictionellos eran amigos desde que tienen memoria... Perdóname... no volveré.