Parte 31

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Jimin había regresado de su viaje, Jungkook se lo encontró esa mañana cuando fue por Sunni para llevarla a la escuela.

- Jiminie...

- Hola Jungkookie. —antes que Jungkook respondiera el rubio ya estaba en sus brazos, le dio unas palmaditas en su espalda.

- Voy a llevar a Sunni a la escuela. —dijo apartándose

- Vamos juntos...

Después de eso, fueron a un café, tenían muchas cosas que hablar.

- ¿Cómo estas con Taehyung?

- Supongo que su lobo ya no intenta matarme cada vez que estoy cerca. —dijo Jungkook con una sonrisa.

- Te extraño...

- Jiminie, te quiero muchísimo y no quiero hacerte daño, sabes que amo a Tae, siempre lo amé, siempre lo supiste. —ver las lágrimas de Jimin le hacía sentir una mierda, pero no quería seguir equivocándose.

- ¿Podemos ser amigos al menos? —preguntó Jimin con una sonrisa llena de tristeza.

- Siempre Jimin, voy a estar si me necesitas, además tenemos una hija.

- Gracias, ¿puedo abrazarte? —Jungkook sin dudarlo se acercó abrazándolo dulcemente.

*

Cuando una persona se va de tu lado y al hacerlo te saca de su vida, das por hecho que nunca fuiste lo suficiente importante como para que alguna vez te recuerde, o vuelva a buscarte.

Tantos años...

Estaba en la cafetería, faltaban dos horas para que su hijo saliera de clases, no quería regresar a su casa y hundirse en recuerdos.

- Buenas tardes, un café con crema por favor. —esa voz, a pesar de tantos años, como podría olvidarla, estaba en un rincón muy preciado dentro de sus recuerdos, era su refugio cada vez que algo estaba yendo mal.

No fue el único en notar su presencia, era más que claro que no esperaban encontrarse, estaba más que claro que el pelinegro no pensaba buscarlo, nunca regresó, ni por él, ni por Jungkook, tal vez fueron algo demasiado fácil de olvidar, a pesar de cuanto lo amaba, tal vez simplemente encontró cosas mejores.

Sacó dos billetes de su cartera y salió sin voltear, con el corazón roto, caminó lo más rápido que pudo, no porque lo siguiera, sino porque quería alejarse, quería olvidar ese aroma, esa voz, quería olvidarlo como él lo hizo.

Pero su cuerpo tembló cuando lo abrazaron por detrás, se quedó quieto por un momento, era él.

- Tae... déjame explicarte, por favor...

Quería una explicación, pero su lobo no, corrió soltándose, pero no era tan rápido como pensaba.

- Tae... por favor, quiero explicarte. —entonces sí, quería saberlo.

- ¿Desde cuándo?

- Taehyung...

- ¿DESDE CUÁNDO ESTÁS AQUÍ? ¡RESPÓNDE! —lo empujó, sus lágrimas ya estaban saliendo sin su permiso en plena luz del día.

- ...

- ¿DESDE CUÁNDO ESTÁS EN SEUL? ¡RESPÓNDE O TE JURO QUE VOY A GOLPEARTE!!!

- Cuatro años. —Taehyung rió ante la respuesta, quería reírse a carcajadas de lo idiota que era, por extrañarlo.

- Tae... déjame explicarte, por favor. —tomó la mano del castañito.

- Bien, Yoongi explícame, quiero escucharte, ¡HABLA YA!

Sweet Night-KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora