Parte 26

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Taehyung después de calmar su llanto, se paró para entrar a su casa, Jungkook seguía viendo la tumba de su hija, Taehyung, entró a su casa, se bañó, al salir vio a Jungkook, ya vestido en la puerta de su casa, sin atreverse a entrar.

- Jungkook, puedes acercarte a Hyuk, si él quiere puedes ser su padre. —Tae observó la sangre en el cuello y en su cara, por sus arañazos y mordidas, apartó la mirada del pelinegro.

- Tae... lo siento, sé que no tiene remedio y no cambia nada, pero lo siento mil veces.

- Jungkook, verás a Hyuk cuando se pongan de acuerdo, tú y yo, jamás volveremos a ser algo, esa oportunidad la perdiste años atrás, ahora mi lobo no te soporta, yo tampoco, solo Hyuk, es por lo único que hablaremos, porque ahora no somos ni amigos.

- Está bien Taehyung, gracias, ya me voy, perdón por seguirte. —Jungkook volteó, sus heridas le estaban ardiendo, pero le dolía más el rechazo de Tae, condujo con un nudo en su garganta y lágrimas nublando su vista, queriendo con todas sus fuerzas que alguien se apiadara de él y le diera una sola oportunidad, lo cambiaria todo.

Llegó a su casa y su madre lo vio herido, corrió por el botiquín, era de madrugada cuando entró a su casa.

- Hijo, deja de hacerte daño, dale tiempo, está lastimado, no te hagas más daño.

- Se llama Mina. —dijo Jungkook mirando a la nada, mientras su madre lo miraba con tristeza y desinfectaba sus heridas.

- Cariño...

- Su tumba está llena de rosas, está enterrada, ella está ahí, ni siquiera la vi, pero debe ser preciosa, hermosa como Taehyung, él es perfecto. —siguió hablando con la mirada perdida en algún rincón.

- Hijo. —su madre intentó limpiar un par de lágrimas que escapaban de los ojos de Jungkook

- Mina era una niña, estaría con ella, la tendría en mis brazos ahora.

- Jungkook por favor, no sabías, no sabíamos...

- ¡ERA UNA NIÑA! ¡MI HIJA ESTÁ AHÍ! ¡Y ES MI CULPA, ES MI CULPA, MI CULPA MAMÁ, ¡POR MI CULPA ESTÁ MUERTA! —Jungkook cayó de rodillas llorando amargamente mientras su madre intentaba calmarlo, pero solo lo abrazó y dejó que llorara tanto como pudo.

- No es tu culpa, bebé...

- Taehyung me odia, yo solo quiero morir, cuando lo veo puedo sentir como su lobo quiere matarme y quisiera que acabe conmigo.

- No... Jungkook

- Me equivoqué tanto, me arrepiento mamá, pero eso no cambia nada, siento morir cuando su lobo me mira.

Ese fin de semana se la pasó encerrado, no fue a ver a Sunni, solo hablaron por teléfono.

Jungkook arregló todo lo de la herencia de los padres de Taehyung, no le pertenecía ni lo merecía, sus padres estuvieron de acuerdo.

Esa semana pasó rápido, Jungkook fue a ver a Sunni dos veces, entre semana, Jimin estaba dolido con él, por lo que no se acercaba, había sido una tortura explicarle a su hija su situación.

Jungkook fue casi tres veces a la casita de campo esa semana, sabía que Taehyung solo iba fines de semana. Esa tarde era jueves.

- Tu papá me odia Mina, pero yo lo amo, perdón por no estar para ti, soy un mal padre y un terrible alfa, debes odiarme mi amor... espero que puedas perdonarme algún día, vendré a verte cuando tu papito Tae no esté.

Jungkook fue hasta la camioneta que su padre le prestó y sacó 4 árboles, estaban casi de su tamaño, empezó a cavar en la cabecera de la tumba de su hija, plantó los cuatro árboles, después bajó cuatro troncos redondos pequeños y los acomodó donde los árboles darían sombra, asegurándolos en el suelo.

- A tu papito le gustan las flores de cerezo, espero que a ti también te gusten, si te gustan haz que florezcan mi amor, están bien plantados, vendré a regarlos seguido, los hice traer desde Japón, me costó comprarlos bebé, espero que te guste, cuando bajes del cielo puedes sentarte en estos asientos, puse cuatro para Tae, Hyuk tú y yo. —Jungkook no lo soportó y cayó de rodillas con un llanto interminable, culpándose por todo una y otra vez, gritando su dolor sin que nadie pudiera oírlo. 

Sweet Night-KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora