🪄✩｡:•. ━━ 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 ┃ ❝Despierta del sueño. Despierta ahora, que hoy, nadie ha muerto. Pero mañana... mañana, tal vez, alguien lo haga.❞
Un oscuro pasado sobre el mundo mágico.
Un tipo de magia poderosa, encubierta y arcaica.
Verdades a medias...
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4 de Enero, 1976.
El resto de las vacaciones de Navidad transcurrió de forma inestable, en blanco y negro. Los Potter organizaron una pequeña reunión para la víspera de Año Nuevo, pero asistieron muy pocas personas. Muchos de su círculo cercano ahora estaban trabajando para Dumbledore, explicó la Sra. Potter, y estaban ocupados con el esfuerzo de guerra. Sea lo que sea eso. Sus amigos periféricos le habían dado la espalda a los Potter (-somos traidores de sangre-, declaró James con orgullo) o simplemente estaban demasiado asustados para asociarse.
La Sra. Potter, por órdenes de Moody, no pudo llevar a Sirius al Callejón Diagon. Tampoco pudo llevar a Jean-Rose, ni siquiera dejaban que pudiera pasar tiempo a solas con su hermano (o su familia en general) en el pueblo. Todo era un riesgo en ese momento. No podían arriesgarse, no hasta tener algún tipo de idea sobre esos extraños ataques. Ni siquiera Jean o los merodeadores podían saberlo.
Pero Sirius necesitaba zapatos para comenzar el nuevo trimestre, así que todos bajaron al pueblo una tarde. Allí, Sirius se había enamorado locamente de un par de Doc Martens negros nuevos, con cordones de color amarillo brillante. Jean no dejaba de observar lo feliz que Sirius estaba. Como sus ojos brillaban, ante todo. Tenía grabados en su cabeza cada pequeño detalle de Sirius Black. Él era jodidamente asombroso.
En su camino de regreso de la ciudad, se habían cruzado con un par de punks, o un intento de ellos. Jean de inmediato reconoció que era la pandilla que en varias ocasiones había molestado a Peter. Uno de ellos tenía una hilera de pesados anillos de plata en el cartílago de una oreja. Algunos tenían el cabello de colores, es más llamativo era verde fluorescente.
La Sra. Potter había prohibido teñir el cabello, pero la noche antes de que comenzaran las clases, Jean había cedido después de horas de las súplicas de Sirius, y lo ayudó a perforarse uno de sus lóbulos con el alfiler de Prefecto de Remus (primero intento con el de Capitán de James, pero realmente lastimo la oreja de Sirius) y una papa. Había sangrado mucho, pero Sirius estaba emocionado.
Así se presentó ante Jean la mañana en que partían hacia Londres: se había despeinado el cabello para darle volumen, se lo había volteado sobre un hombro para lucir su nuevo pendiente de oro, estaba de pie con las piernas abiertas como un guitarrista, las manos en los bolsillos, grandes botas negras bovver.
- Perspicacia muggle. -sonrió Sirius, poniendo un cigarrillo entre sus dientes. Jean mordía lado de su mejilla interna, por más que lo intentara, el mayor de los Black era su debilidad- ¿Y? ¿Cómo me veo?
- Como un idiota. -dijo James-
- Mamá solía decirme que las crisis vienen acompañadas de grandes cambios... -dijo Remus, con su humor irónico habitual-
