🪄✩｡:•. ━━ 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 ┃ ❝Despierta del sueño. Despierta ahora, que hoy, nadie ha muerto. Pero mañana... mañana, tal vez, alguien lo haga.❞
Un oscuro pasado sobre el mundo mágico.
Un tipo de magia poderosa, encubierta y arcaica.
Verdades a medias...
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24 de Diciembre, 1976.
Hoy era la noche. Realmente lo era. Regulus no estaba para nada feliz. Pero... hoy sería la noche en donde su futuro quedaría tan afirmado, como también, expuesto. Hoy era la noche, sus padres se encargaban de dejarlo bien en claro, y él debía ser... exquisito.
Pero Regulus estaba lejos de sentir la emoción y fervor de la que su familia hablaba. Y mucho menos en la gran mansión Black de su tío Cygnus, quien era la viva genética de su familia, era igual a su madre, y su tía Druella, quien, a diferencia de su esposo, era rubia y no tan escuálida. Dos puristas de la sangre que, para el criterio de Regulus, no eran diferentes a sus padres. La familia Black era la anfitriona de la gran cena de Noche Buena. La cual reunía a todas las familias sangre puras, dignas de la élite de supremacía, a simplemente alardear sobre lo suyo y repudiar muggles. Pero esa noche sería distinta, o al menos, lo sería para Regulus. Esa sería la noche en donde se lo presentaría oficialmente como el heredero de la casa Black. Y también, en donde anunciarán públicamente, de una vez por todas, su compromiso con Juliette Lestrange.
Regulus observaba desde una alta ventana, desde una habitación de las que había de sobra en la gran mansión, la llegada de la familia Lestrange. Veía como su prima Bellatrix, junto a su esposo, quien también era un Lestrange, los recibía. El menor de los Black pudo distinguir de inmediato la cabellera con rulos y morena de su prometida. Tenía una piel mestiza increíble y unos ojos verdes claros hermosos. Juliette era tan preciosa y delicada como su nombre, lástima que Regulus no la amaba. De inmediato, no tardó en oír las voces amontonadas en el vestíbulo, en la parte de abajo. No quería bajar, por lo que solo lo haría cuando se lo pidieran, aunque sabía que no duraría mucho.
—¿Te encuentras listo? —una voz femenina y gentil sonó detrás de él por sobre la puerta de la habitación. Regulus volteó y vio a su prima, Narcissa.
—Ahórrate tu discurso, Cissy —espetó Regulus frío, volviendo su vista a la ventana—. ¡Tú no eres Bella!
—Exacto... Bella puede ser un poco... desenfrenada —contestó la chica de rubio cabello—. Yo solo... quería decir que, te relajes —siguió—. Al final, todo se vuelve más benevolente y fácil.
—No necesito tus consejos de mierda, tu ni siquiera tuviste que casarte con quien no querías, y te encargarte de dejarlo bien en claro. —atacó Regulus, su voz cortante y grosera. Narcissa suspiró profundo y se alejó escaleras abajo.
Al cabo de un rato, el tiempo ya había avanzado lo suficiente como para que todos los invitados llegaran, y se acomodaran en sus lugares para comenzar la cena. Todos hablaban a gusto, la cena había comenzado con un gran brindis en honor a la sangre pura y a Voldemort, normal en sus reuniones. Juliette había sido sentada a la perfección al lado de Regulus. Ubicados casi ocupando la esquina de la mesa, en donde se encontraban Cygnus y Druella y en frente de Regulus, sus padres. Se sentía rodeado de veneno, incapaz de comer o tomar sin sentirse observado. Incluso con demasiados de sus amigos en la mesa.
