🪄✩｡:•. ━━ 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 ┃ ❝Despierta del sueño. Despierta ahora, que hoy, nadie ha muerto. Pero mañana... mañana, tal vez, alguien lo haga.❞
Un oscuro pasado sobre el mundo mágico.
Un tipo de magia poderosa, encubierta y arcaica.
Verdades a medias...
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13 de Noviembre, 1976.
Tan pronto noviembre llegó, el frío aumentó y fue bien recibido viendo sus hojas marrones, rojas y naranjas caer de los árboles, cubriendo el piso como una manta, encajando perfectamente una tras otra como un rompecabezas. Y las grandes fiestas en la sala común de Gryffindor también eran bien recibidas. Halloween fue una locura, Jean no olvidaba con la gran resaca con la que se despertó al otro día.
Como tampoco olvidaba el tierno beso que Isaac le dio en medio de la pista mientras ambos bailaban. Como tampoco olvidaba la pelea posterior que tuvo con Sirius, ambos borrachos; Black confesó no agradarle nada en lo absoluto Macmillan. Y Jean, realmente pensó en decirle que le agradaba que él se encontrara celoso. Tal vez debía decirle lo buen chico que Isaac era, que era tierno y todo un caballero y que ni siquiera buscaba lastimarla, no como Sirius lo hacía constantemente. Pero no lo hizo. Porque no se encontraba pensando en Isaac, sino en Sirius Black. Siempre era Sirius Black. Jean también creyó que podría haber dicho eso, pues todo parecía buena idea luego de tantos whiskies de fuego, pero no lo hizo, o al menos no pudo hacerlo.
No luego de que Mary McDonald llegara gritando hacia Sirius. Su relación actualmente se encontraba colgando de un hilo, y James le advirtió a Sirius que perdería a Mary sino la cuidaba correctamente. A Sirius no pareció importante, en definitiva, no lo hizo, porque Mary siguió sin importarle, y ella parecía ser la única peleando por lo que Black ya se había dado por vencido hacia un tiempo. Jean todavía recordaba la conversación entre Mary y Sirius, creyendo que en realidad la ojos negros no escucharía nada. Pero Jean estaba borracha, no sorda:
— ¡Estoy harta, Sirius! -lloraba Mary, mientras Jean la escuchaba del interior de la habitación de los merodeadores-
— ¡Oh vamos, deja de exagerar, eres insoportable! -gruñó Sirius-
— ¿Eso es lo que soy para ti? ¿Insoportable?
— ¡Sí, lo eres!
— ¡Me cansé, Black, me cansé de insistir contigo! -sollozó Mary- ¡Esto se acabó! ¿Oíste?
— ¿¡Qué!? ¿¡Estás terminando conmigo!?
— Trate y trate y... ¡oh, Dios mío! No sabes cuánto trate. Pero no importa cuánto lo intente, nunca seré ella. Yo nuncaseré Jean. No para ti.
— ¿De qué hablas?
— ¡Esto se acabó, Black!
— ¡No, Mary, espera! ¡Maldito infierno, Mary!
Los gritos de Sirius fue lo último que Jean-Rose escuchó antes de caer dormida. Por lo en la mañana todo parecía diferente, el mayor de los Black estaba de vuelta soltero y las niñas se lanzaban a él. Claro que nada era diferente, seguía siendo el mismo Sirius Black amante de la atención. Por lo que para su cumpleaños, Jean, solo buscaba estar lo más lejos de él posible. Por suerte tenía a sus amigos y a Isaac con ella.
