🪄✩｡:•. ━━ 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐂𝐘 ┃ ❝Despierta del sueño. Despierta ahora, que hoy, nadie ha muerto. Pero mañana... mañana, tal vez, alguien lo haga.❞
Un oscuro pasado sobre el mundo mágico.
Un tipo de magia poderosa, encubierta y arcaica.
Verdades a medias...
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23 de Mayo, 1977.
-El castillo está cerrado, hay aurores por todas partes, no podríamos hacer nada, aunque lo queramos -masculló la Hufflepuff, Bennett, tomada del brazo de Jean-Rose. La cena había terminado, y todos debían ser guiados a sus salas comunes.
Desde el último ataque de los mortífagos en Hogsmeade; Hogwarts tomó represalias más fuertes. Dentro de los terrenos, todo se encontraba repleto de aurores, día y noche. A las afueras del colegio, los dementores de Askaban se encontraban vigilando. Dumbledore no parecía muy satisfecho con ello, pero debía seguir las órdenes del ministro. Era necesario.
Clarise Lennox había sido llevada por los seguidores del Señor Tenebroso.
No había rastro absoluto de ella. Fue una noticia que conmovió a todo el pueblo. Jean había leído aquel libro que Clarise le entregó tantas veces como pudo. Y por cada nueva cosa que aprendía, tres nuevas preguntas surgían y ninguna podía ser resuelta sin Clarise.
Aquella noche había sido un desastre, para todos.
-Y Dumbledore ni siquiera está aquí... -respondió Jean ante Olivia. Ambas buscaban encontrar a Clarise, y desde que Bennett pudo aclarar sus dudas ante Jean-Rose, se había unido a la búsqueda sobre la magia de Granger.
-Seguiré buscando, lo prometo, algo encontraremos -continuó la Hufflepuff. Pero ambas quedaron en silencio en cuanto el menor de los Black apareció al final del corredor, observando desde la distancia. Olivia tensó su mandíbula, Jean sabía que era por enojo-. Debo volver, deberías hacer lo mismo, ¡no querrás que un puto ataque de asquerosos mortífagos te caiga encima! -gritó mientras observaba a Regulus.
Jean-Rose solo se despidió con un gesto de su cabeza, y observó como Regulus Black desaparecía.
-¿¡CÓMO ES QUÉ LO SABÍAS!? -estalló furioso Sirius mientras tomaba a Regulus por sus ropas y lo estampada con la pared con fuerza.
-¡PORQUE ESTOY MUERTO! -gritó mientras lograba sacarse de encima a Sirius-. ¡Porque estoy muerto! -repitió entrando en llanto, mientras levantaba su capa y dejaba ver su antebrazo izquierdo. Y allí estaba. La marca de Voldemort. Regulus era uno de ellos.
-¡Jean, vamos! -gritó Peter mientras subían las escaleras que los dirigiría a la torre de Gryffindor. Jean-Rose suspiró profundo, tras el amargo sabor que dejaba en ella recordar esa espantosa noche, y fue detrás sus amigos.
La pelinegra pensó que todo lo que necesitaba en ese momento; era dormir. Sirius no se había presentado a la cena. Y cuando por fin se llenó de fuerzas para preguntarle a James en dónde estaba, McGonagall lo llamó junto a Lily. Así que solo quedó Remus y Peter, y las chicas... y ella. Hubiera sido divertida, si Jean-Rose no hubiera estado, bueno, tan perdida en su cabeza.
