O24; ᴛʜᴇʀᴇғᴏʀᴇ...?

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—¿Dónde estaba usted?

—Y-Yo venía de la iglesia, sabiendo que había una por aquí por fin hallé el tiempo de ir... si tan sólo hubiera sabido que iba a ocurrir esto...

El llanto era incontrolable y fingido, mis manos temblorosas con algo de sangre seca aún.

—Tienen una hija, ¿no es así? ¿Dónde está ella?

—E-Ella está con su abuela, SeulGi y yo queríamos pasar tiempo a solas y YeoJoo quería visitar a su abuela... Pensamos en que sería buena idea que estén juntas un fin de semana, en unas horas se supone que iríamos a recogerla...

—Necesitamos comenzar con la investigación y la inspección del lugar, podemos hacer que un oficial le lleve a recoger a su hija, en dado caso que no quiera eso, necesitamos que permanezca con nosotros hasta concluir el protocolo.

—... No creo que sea lo más prudente en éste momento ir por YeoJoo, será mejor que se quede con mi madre, sólo... ¿Puedo realizar una llamada?

—Adelante.

Definitivamente si dios existiera y estuviera observándome, estaría en agonía al ver el descaro con el que estaba comenzando a llevar mi vida, el descaro con el que había decidido forjar un nuevo comienzo sólo para la satisfacción del deseo más ruin sobre la oscuridad de la mente humana.

El arrepentimiento era el sentimiento más mediocre y el que te haría caer en el vacío social en lo más profundo de sus aposentos.

—Madre... Por favor quédate con YeoJoo unos días, ¿sí?

—¿HoSeok? ¿Por qué? ¿Qué ocurrió?

—SeulGi... alguien asesinó a SeulGi.

—...

—...

—¿Qué?

—Deberías darle a YeoJoo la noticia.

—Dios mío... YeoJoo... su madre...

Llorar al teléfono lo hacía más orgánico.

—P-Por favor, ¿sí?

—Cualquier cosa más que necesites por favor llámame, yo la cuidaré. Que en paz descanse...

Me preguntaba qué pensaría mi madre, tan linda mujer de sentimientos tan puros... Con un hijo capaz de todo lo más cuestionable que habían escrito como lo peor.

Su único hijo ahora... capaz de tocar a una niña y asesinar a alguien, dispuesto a manchar sus camisas tan pulcras con sangre por una ambición tosca.

—YeoJoo...

Tan bonita princesa de ojos avellana que corrió a mis brazos con el corazón destrozado, dejando su llanto plasmado sobre mi pecho y oídos con el desgarre de sus lamentos.

Acaricié su cabello y la abracé con fuerza mientras mis propias lágrimas caían; no por SeulGi, sino por ver a mi preciosa nínfula tan destrozada con un dolor tan palpable.

—Seremos tú y yo ahora.

—No quiero estar contigo.

—¿Qué?

YeoJoo había dejado de ser tan formal conmigo fuera de la escuela, y aún asi en ese momento me tomó por sorpresa aumentando el hecho de que estaba dándome una cuchillada repentina sin pudor.

'No quiero estar contigo.'

Y a pesar de eso estaba abrazándome sin dejar de llorar; aunque ahora podía suponer que sus lágrimas eran de coraje.

Ella quería hacerme daño.

Y la primera espina fueron esas palabras.

No estaba dispuesto a perder después de haber hecho lo que hice. En el fondo quería alejarme pero la obsesión a las buenas sensaciones era asfixiante; quiera o no, ahora era mía y la iba a obligar a estar de acuerdo con ello.

También, obligaría a la gente a creerme, a compadecerse y no dudar de mí. Con un papel estelar como los recién casados perseguidos por una tragedia inimaginable para personas tan buenas como nosotros, aún con sueños y añoranzas.

Podría ser fácil o un dolor de cabeza llorar durante el velorio, mi madre me consolaba pensando que el dolor en mi pecho era sincero. El llanto era desgarrador.

Los hombres no lloran.

Y hacerlo, ahora dejando sollozos demostrar dolor, era para creer que había algo roto y vacío.

Consolar a tu hijastra era para que hablaran bien de ti y confiaran en que eras un buen padre, sólo para que no te cuestionen después las atenciones.

Con YeoJoo sentada en mi pierna izquierda, su rostro llenando mi camisa de lágrimas muy a su pesar mientras yo acariciaba su espalda como noble consuelo a su sufrimiento incomprensible... los murmullos decían lo que quería que dijeran.

'Pobre hombre, joven abandonado que ahora debía cuidar a una niña ajena.'

'Perder al amor de tu vida de esta manera es la peor de las pesadillas.'

'YeoJoo se quedará a cargo de un buen hombre, si amaba tanto a su madre, su regalo será un padre aún más cariñoso.'

Regresar a casa en la noche cuando ya todo estaba en orden, fue extraño por un segundo en el cuál comencé a divagar impropios pensamientos llenos de indiferencia; sobre todo al pasar por la cocina donde tan sólo unos días antes estaba un río carmesí ahogando las losas con repudio.

—Deberías darte un baño y dormir, Joo.

—No tengo sueño.

—Ha sido un día pesado, descansar te hará bien.

Sin estar muy de acuerdo, ella hizo caso sólo para que yo hiciera lo mismo; la diferencia es que después fui a su habitación; me ofrecí a cepillar y secar su cabello para que pudiera descansar como era digno.

El silencio podía ser depresivo pero hasta cierto punto, mi ser me indicaba que como medio para redimirme, lo mejor era dejar un distancia por un tiempo y realmente dedicarme a ser un padre para esa chiquilla de hermosa sonrisa.

También estaba seguro que ella estaría menos indispuesta a aceptarme por un tiempo.

—Descansa.

Cubrí su cuerpo tan delgado con las sábanas antes de acercarme a dar un beso en su frente. Era indiferente en ese momento pero tampoco me estaba negando el afecto físico, no iba a abusar de ello.

—Te amo, YeoJoo. No lo olvides.

Apresuré el proceso de emparejamiento pero no iba a hacer lo mismo con el motivo de mis añoranzas; sólo haría que todo se fuera al carajo, la única palabra que encontré para definirlo es tan indecente.

Incluso ahora mientras miro al techo repentinamente, con la luz de la lámpara tan tenue iluminando las hojas opacas siendo manchadas por la oscuridad de mi tinta; no encuentro definición para lo que mi pecho me ha estado haciendo sentir desde ese entonces.

'¿Por qué hay ápices de superioridad al delinquir con algo tan moralmente bajo?'

'¿Por qué había un latente anhelo hacia algo que hiciste por despecho?'

O no era así.

Sólo sonaba tentador volverlo a hacer.



































ʟᴏʟɪᴛᴀ ¡! ᴋɪʜᴏ ғʀᴏᴍ ᴍᴏɴsᴛᴀ xDonde viven las historias. Descúbrelo ahora