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Ya habían pasado al menos dos meses y de verdad fueron una tortura porque nada muy interesante había ocurrido, nada bueno para narrar.
Mi relación con SeulGi había avanzado, claro, pero YeoJoo me evitaba, no me dejaba besarla, no me dejaba abrazarla, mi consuelo estaba en Dior, quien había sido la única que comenzaba a visitarme en los recesos en esos dos meses con excusas como dudas de las clases, me preguntaba como Dodo no la seguía.
DaHye, ¿Estás ahí? ¿Por qué me quitas a YeoJoo de esa manera? ¿Te molesta? No entendía, desde aquella cena esperaba que YeoJoo se encimara más conmigo pero fue todo lo contrario, en la escuela ella huía con SangAh a esconderse en algún sitio a hacer cualquier cosa y yo tristemente sólo tenía los labios de Dior sobre los míos cada que ella quería, ya ni siquiera me esforzaba en imponerme, me gustaba también porque se frotaba sin querer en mis pantalones y sus lindos jadeos interrumpían los besos.
Ese receso no había sido distinto, ella había llegado, cerrando la puerta del aula con seguro y bajando la pequeña cortina de su ventana. Con pasos coquetos, balanceando sus caderas y cruzando sus pies, llegó hasta mi escritorio al cual se subió, quedando a un lado de mi silla, viéndome fijamente mientras masticaba una goma de mascar con elegancia.
—Ayer por la tarde hablé con YeoJoo.
—¿Y por qué?
—Porque quise, debe saber que ella está molesta con usted.
—Por dios, si es por su madre...-
—Dice que la ignora por atender a su madre y a mí.
Ella sonrió con malicia y llevó sus pequeñas manos a los botones de su camisa de la escuela, los cuales comenzó a liberar de a poco hasta donde la falda le permitía, dejando su pequeño pero no plano pecho expuesto, desvié la mirada mientras tosía.
—Yeojoo no sabe que lo que hago con su madre es por ella.
—¿Y lo que hace conmigo lo hace por ella también?
Solté un suspiro y miré a los ojos de Dior, ella ya no tenía la goma de mascar en su boca, ahora sólo se colocaba delante mío con sus delgadas piernas abiertas, un centro totalmente vírgen aún.
Yo tenía la mirada gacha para ese momento, y ella se acercó un poco más para abrazar mi cabeza y pegarla a su pecho, cálido.
—¿Por qué vienes conmigo en los recesos, Dior?
—Porque me gusta, me gusta lo que me hace sentir y me gusta hacerle compañía.
—¿Estás consciente de qué está mal?
—Nada de lo que hace está bien.
Alcé la mirada, ella me veía con unos preciosos ojos brillantes que desprendían su poca ingenuidad y su notable honestidad, lo que me hizo sentir bien y le daría lo que quería sólo por eso, se le veía emocionada.
Ella se puso cómoda y yo la abracé por completo por la cintura antes de pegar mi rostro a su torso en el cual comencé a dejar besos, sintiendo como se estremecía y temblaba a medida que me acercaba a sus pechos.
Dior sabía lo que quería hoy, por lo que ni siquiera se colocó ropa interior superior, sólo para dejar un camino fácil y lo agradecía.
¿DaHye? ¿Me estás viendo hacer esto? ¿Te hubiese gustado que esto pasara entre ambos? Tontamente era algo que no podía imaginar, simplemente me dejaba sedar por el sabor de la piel de Dior, por su suavidad, por sus reacciones.
Ella mordía el dorso de su mano para callar sus ruidos, como le había enseñado y lo hacía bien. Quería gemir por la agilidad de mi lengua en sus botones rosados, de mis labios dejándolos casi rojos.
Una de mis manos se paseaba por debajo de su falda, dando caricias sobre sus bragas húmedas lo que le hacía pedir un mayor roce.
Hubiera seguido de no ser porque alguien llamaba a la puerta del salón de clases, rápidamente me asusté y Dior acomodó su ropa para después ir a sentarse a una banca como si nada.
Tosí y con nerviosismo abrí la puerta, encontrando a HyeJin con su cabello ahora rubio y con raíces negras. Ella saludó con una reverencia y notó que ahí también estaba Dior, llorando silenciosamente por lo que se alarmó y me empujó antes de acercarse a la niña.Pensé que iba a terminar todo en ese justo instante.
—¿Dior, qué ocurre?
—N-Nada, sólo...
Noté como HyeJin se acercaba a su oído a susurrar cualquier cosa que me era inaudible pero al notar la reacción de Dior y su respuesta, supuse qué y eso me hacía enfurecer.
—¿Qué? ¡No! El señor Lee sólo me daba una buena plática.
—¿Y sobre qué, Diori?
—Es que bueno, verá... mis padres han estado discutiendo últimamente y tengo miedo de que algo malo ocurra.
—Ya veo, ¿pero por qué la puerta cerrada con seguro?
—La cerré yo sin que se diera cuenta, no quería que alguien más entrara y me viera llorando pero no funcionó.
La morena asintió convencida y abrazó a la niña, quien me miraba con una sonrisa, maravillosa actriz. Me envió un beso y justo cuando la profesora se apartó, Dior cambió su expresión a una triste, volviendo a dejar que sus ojos lloraran y humedecieran su lindo rostro.
—El señor Lee es muy bueno para consolar, he estado viniendo con él en los recesos para contarle mi situación.
—Ya veo, ¿profesor Lee? Creo que está satisfecho con tanto cariño que tiene de todos.
—Nunca es suficiente.
Dije soltando una risa falsa, esa pequeña niña me seducía con la mirada a medida que me aproximaba.
—Sólo venía a decirle que al medio día hay una junta de profesores, yo seré su suplente.
—Al medio día, claro.
—Los dejo, parece que Dior aún quiere conversar.
Tanto la niña como yo afirmamos aquello y la rubia se fue sin decir más, cerrando la puerta detrás de ella, rápidamente ambos nos miramos y le sonreí, me había salvado en parte.
—¿Era mentira todo?
—Claro que sí, el único problema que podrían tener mis padres es que se les acabe el dinero y eso no ocurrirá.
Lágrimas de cocodrilo, pensé.
Aquella niña había actuado como en una película de drama, convenciendo a esa profesora de que necesitaba ayuda, justificando todo.
Pero no quedaría así, HyeJin desconfió de mí con brusquedad aunque tenía sus razones, estaba besando el escote de una alumna, de una niña de diez años.
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ʟᴏʟɪᴛᴀ ¡! ᴋɪʜᴏ ғʀᴏᴍ ᴍᴏɴsᴛᴀ x
Fanfiction~ Nombre que rima en cada sílaba, locura mía, pecado mío.