ʟᴏʟɪᴛᴀ ¡! ᴋɪʜᴏ ғʀᴏᴍ ᴍᴏɴsᴛᴀ x

O1O; ᴄᴏᴄᴏᴏɴ

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YeoJoo se había dormido abrazada a mí y sin problema alguno la recibí entre mis brazos por toda la noche hasta la mañana. Yo ya estaba despierto cuando la directora pasó a ver a YeoJoo.

Rápidamente se cuestionó sobre el por qué estaba en mi habitación y sin problema le expliqué que necesitaba más comodidad pero tuve que mentirle sobre en donde había dormido, le dije que lo había hecho en el suelo lo cual comprendió. Tuve que despertar a YeoJoo para que conversara con la directora un poco sobre su salud, su vocecita se escuchaba algo débil y ella se veía cansada.

El veredicto que dio la directora fue que me quedara con ella, tristemente YeoJoo no podría ir a la última actividad del viaje por su estado y al ser yo el responsable de su grupo me pidió cuidarla; lo cual acepté sin problema alguno.

YeoJoo volvió a dormir después de que la directora se fuera y tan solo un poco después, todos se habían ido a conocer el bonito pueblo con profundidad.

Esa escasa media hora la aproveché para darme una ducha y afeitarme aparte de lavarme los dientes y todo el aseo personal en sí.
Al salir del baño sólo llevaba la típica toalla rodeando mi cintura, no sabía que YeoJoo despertaría tan rápido.

Ella estaba sentada sobre la cama con su rostro adormilado aún, me miraba luchando por que sus ojos no se cerraran.

—YeoJoo, cariño, si tienes sueño puedes dormir un rato más.

—No quiero hacerlo, ya no lo tengo.

Talló sus ojitos y después se levantó de la cama para ir directo al baño, cerrándolo con el seguro lo que me causó gracia. Aproveché y me coloqué la ropa interior, un poco de loción y desodorante como lo hacía todas las mañanas.

Escuché como abría la llave del lavamanos y sólo unos segundos después, el flujo de agua cesó. Ella salió del baño y sin prestarme mucha atención fue a la otra habitación, en donde estaban sus cosas; dos minutos después llevaba ropa entre sus manos y pasó a mi baño como si nada, dejando sus prendas y otros productos ahí antes de acercarse a mí y abrazarme dejando su mejilla recargada sobre mi abdomen, un poco más arriba que es a donde me llegaba, era muy bajita.

—No le importa si me ducho en su baño, ¿verdad?

—No, no, claro que no, hazlo.

Ella se apartó y fue corriendo al baño con una sonrisa, tal vez esa media hora le sirvió para tener más energía.

Mientras tanto me vestí como más me gustaba y como siempre lo hacía. Me coloqué unos jeans negros y zapatos de vestir del mismo color, solamente para contrastar me puse una camisa a rayas a la cual le hice un dobladillo a cada lado justo por debajo de mis codos.

Cuando iba a acomodar mi cabello, YeoJoo salió solamente con su toalla cubriéndola y con su ropa en mano la cual botó en la cama y ella se sentó a la orilla, mirándome fijamente.

Le puse toda mi atención pero no pasó nada.

—¿Qué ocurre?

—Usted es muy guapo.

Sonreí y me fui a sentar a su lado, pasando mi brazo por sus hombros en un ligero abrazo. Ella se acercó a mí lo más que pudo y soltó un suspiro.