ʟᴏʟɪᴛᴀ ¡! ᴋɪʜᴏ ғʀᴏᴍ ᴍᴏɴsᴛᴀ x

O22; ʙᴀᴅ ᴍᴀɴ

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—No me he estado sintiendo bien.

—¿Qué lo trae a esta consulta?

—Estoy tratando de descifrar... ¿Por qué sólo después de tantos años, estoy comenzando a sentir remordimiento?

—Sentirlo es más sano de lo que crees. La indiferencia es una defensa, una carencia. Sentir es algo humano pero, ¿remordimiento de qué?

—Mi manera de ver las cosas me impidió ver lo malo en lo que hacía. Sabe... al venir a las consultas antes realmente no tenía nada que decir más allá del coraje y el latente sentimiento de venganza pero...

—Mhm.

—Visité a mi madre hace un mes, por primera vez en todo este tiempo, tomé el valor de entrar a la habitación de DaHye.

—¿Y cómo se sintió eso?

—La manera en la que una persona puede destrozarse con recuerdos es impresionante.

Me recargué en el sofá y tome una enorme bocanada de aire, ¿qué estaba haciendo? Probablemente buscando un  conforte o comprender mis propios pensamientos de manera distinta y sin un matiz.

—¿Por qué hizo eso?

—Estar al borde de tener una familia me hace cuestionar mi pasado y el por qué de mis acciones ahora. Lo que podría pasar o lo que podría hacer.

—¿Piensa que lo que ocurrió con DaHye pueda ocurrir en su nombre?

—Me siento enfermo, doctora Bloom. ¿Mi padre puede tener esa influencia en mí? Me aterra y me niego a creer que si algo llega a ocurrir, sea enteramente mi culpa.

Culpo a mi padre enteramente de la cruz que me ha estado haciendo cargar.

—Platíqueme sobre su nueva familia, señor Lee.

—Una mujer llamada Kang SeulGi, una madre soltera a la cual conocí porque su hija, YeoJoo... es mi alumna, ella tiene casi diez años, es una niña encantadora.

—¿Hace cuánto?

—Comencé a dar clases hace unos meses, un viaje escolar insinuó nuestro encuentro y ya sabe, el amor no se hace esperar.

No iba a ser descuidado con lo que iba a conversar en esa habitación sofocante pero a la vez tan tranquilizante.

—¿Va a casarse, o me equivoco?

—El 14 de mayo del vigente año, ¿no es increíble?

—En mi decir, le deseo lo mejor señor Lee. Sé que viene a expresar su inquietud pero... ¿está diciéndome todo?

—Estas últimas semanas he estado pensando de mil maneras cuando estoy con mi prometida. Me hace cuestionar de quién estoy realmente enamorado.

—Ya veo.

Aquella mujer de cabellos profundamente negros, se acomodó sobre su silla y suspiró, dejando su libreta de falsa piel beige y su pluma tan molesta en su aparecer de la tinta sobre la mesa de cristal a un lado.

Me miró con sus ojos sombríos, que a pesar de la indiferencia, no estaban dispuestos a juzgarme apresuradamente cuando yo estaba sentado sobre ese sofá con el nudo en la garganta.

—Lo que realmente admiro de algunas personas como tú, es el valor que tienen de controlar sus mentes y la valentía de realmente pedir ayuda. Dime, HoSeok. ¿Realmente vienes por ayuda o por redención?

Sin querer, estaba siendo analizado como un libro abierto. Era una mujer astuta, en el carente brillo de sus ojos estaba esperando un quiebre en mí y aunque estuve a punto de hacerlo, no iba a darle el gusto de llamar a la policía en ese preciso instante.

—Jamás haría algo como lo que está insinuando.

—Sin embargo te asusta poder hacerlo.

Jugar con la mente de esa manera era tan fácil cuando quieres encubrir tus acciones como un pobre hombre desolado por un trauma latente.

De cualquier manera, la mujer recuperó la compostura, volviendo su lenguaje de la misma manera que al inicio.

—La habitación de DaHye... en ella había un perfume característico, no muy común. ¿Sabe en dónde más estaba ese perfume? Mi preocupación está en lo que realmente busqué inconscientemente. YeoJoo usa ese mismo perfume.

—Inconscientemente está buscando conforte en alguien similar a su hermana, pero eso ya lo sabe usted. ¿Qué quiere realmente?

—¿Perdí la cabeza?

—Alcanzó el punto de quiebre, el detonante para darse cuenta fue ese perfume, le da miedo poder hacer algo como lo que hizo su padre; sin embargo, usted es totalmente consciente de sí mismo y si llega a hacerlo, no puede culpar a su padre por ello.

—¡Él es el único culpable de todo lo que pasa por mi cabeza en este momento!

—¿Qué pasa por su mente, señor Lee?

—¿Sabrá usted el dolor de ver a esa persona que tanto amabas perdiendo el aliento frente a tus ojos a manos de la persona más despreciable? A manos de alguien en que confiaste, a manos de alguien que incluso lejos está haciéndote perder la cordura con el simple recuerdo.

—Creo que no puedo sentir lo mismo que usted ha estado sintiendo, pero puedo decir que usted había estado reprimiendo sentimientos hasta este momento.

—Me sentí tan indiferente por años y hasta no comenzar a aborrecer a SeulGi a pesar de admirar su belleza, comencé a sentir remordimiento por lo que había estado haciendo. Busqué el por qué y lo encontré, estoy asustado por ello.

Con mi mano temblorosa, arreglé mi cabello cepillándolo hacia atrás. Miré a un punto fijo en el suelo y miré dentro de mi mente rápidamente.

—¿Qué soy ahora?

—Un hombre buscando explicaciones que ya tiene, algo narcisista de su parte sólo venir a probar lo que ya sabía, que es tan inteligente.

Ella suspiró una vez más y se quitó esa máscara tan frívola para mostrar un rostro compadecido.

—La verdadera respuesta no la obtendrá de mí; aunque estoy dispuesta a escuchar su punto de vista entero de la situación.

—¿Eso lo considera como caridad?

—La caridad la hago al mantener mi juramento y mirándolo con compasión en vez de desprecio.

—¿Está bien culpar al corazón cuando tu mente hace las decisiones?

—Es lo más coherente para alguien que busca evadir su realidad.

—La muerte no es una desgracia, es una cura. ¿Será la mía?

—Espero que aún sea temprano para cambiar la perspectiva.