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—Profesor Lee, ¿usted sabe de matemáticas?
—Si no lo supiera ni siquiera les daría calificaciones.
—Bueno, en la clase de la profesora HyeBin estamos viendo divisiones y dios, es súper complicado. ¿Podría ayudarme en el receso? Se lo pediría a ella pero se quedó dormida cuando a penas abrí la boca.
—Claro, no es tan difícil pero recuerda que no es mi fuerte, Dior.
—Sí, profesor.
La niña se fue dando saltitos de mi salón de clases, se le veía contenta, seguro sus padres le dieron excelentes regalos de navidad y año nuevo.
YeoJoo había estado distante por mucho tiempo, entramos de vuelta a clases hacía una semana y sólo se acercaba para darme besos en la mejilla y era extraño.
Me había planteado el preguntarle en este receso pero recordé que ahora debía enseñarle a dividir a Dior.
Faltaban al menos unas dos horas para el receso y tenía clases con quinto y sexto los cuales eran un desastre. Era más difícil dejarlos callados y sin hacer travesuras, también dejarlos sin hacer penes en las butacas o en sus cuadernos como si fuera la cosa más graciosa o rebelde del mundo.
Al entrar sexto al salón de clases, uno de los chicos más problemáticos tomó la tiza del pizarrón y dibujó un pene creyendo que no le veía por estar en la entrada recibiendo a los demás.
Cuando todos se quedaron sentados y en silencio, me coloqué a un lado del pene y fruncí el ceño.—Kim MinGyu, venga a borrar eso.
—¡Yo no fui!
—Detención si no lo hace ahora.
El niño se levantó con enojo y borró su tontería del pizarrón susurrando maldiciones pero una realmente me causó gracia.
—Pobre profesor idiota, seguro no lo han cogido.
Cuando se sentó en su lugar, estaba a punto de hablar con sus amigos pero le interrumpí.
—Lo siento, MinGyu. Pero no puedes dar maldiciones sobre sexualidad cuando eres un mocoso de doce años virgen al cual a penas le enseñaron un pene en clase de ciencias naturales.
—Qué-
—Y si veo de nuevo las butacas, los cuadernos o cualquier otro sitio de mi salón de clases con groserías o penes, tendrán todos un castigo.
—Que señor tan aburrido.
—Hacer ese tipo de tonterías no es gracioso, se creen rebeldes por hacer estas cosas, incluso por llevar los cordones de los zapatos sin atar. Eso es idiota, dejen de ser niñitos, van a entrar a secundaria.
—Lo acusaremos con la directora.
—Háganlo, a mí sólo me reclamarán. Si le enseño sus cuadernos, a ustedes los expulsan. ¿Qué conviene más? ¿Obedecer o fingir ser buenos niños con la directora?
Todos guardaron silencio y sonreí. Miré la planeación que estaba en mi carpeta mientras sacaba mi libro del escritorio.
—Eso creí. Abran sus libros en la página ciento sesenta y nueve. Comience a leer por favor... señor Wen.
Hicieron caso y busqué la página para seguir la lectura de JunHui, aquél niño chino y bien portado pero de calificaciones promedio era muy adorable.
Las clases pasaron rápido a pesar de todo, me quedé en mi salón sentado en el escritorio esperando a Dior para ayudarle y a los cinco minutos ella llegó con sus pasos coquetos como siempre al igual que con esos movimientos de cadera.
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ʟᴏʟɪᴛᴀ ¡! ᴋɪʜᴏ ғʀᴏᴍ ᴍᴏɴsᴛᴀ x
Fanfiction~ Nombre que rima en cada sílaba, locura mía, pecado mío.