Capítulo treinta-siete

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Una palabra tan simple como "CREAR" de la que varios seres se han aterrado, hoy Jeremy pudo ser capaz de escucharla de la viva voz de quien lo considero un hermano, jamas creyo que alguien quisiera hacer algo tan aterrador en su vida, cuando estuvo en su pueblo él tan solo conocio gente cobarde que pensaba en sobrevivir.

La muerte era una palabra que causaba pánico a quien la escuchara.

¿Porqué Jordán no temia a ella? ¿Qué es aquello que lo hace tan diferente a los demás?

Ante los ojos de cualquiera es normal temer a algo que no puedes manejar, en cambio Jordán parece disfrutar de las cosas que no puede controlar sobre todo parece amar dominarlas.

....

Si tan solo pudieran coexistir sin intentar derribarse ambas energías, el mundo que ahora vemos sería completamente distinto al que conocemos.

¿Quien fue quien definió lo que éramos? ¿Quien rayos fue quien nos hizo pecadores?—se cuestiono el príncipe y ¡La respuesta fue clara!

El príncipe se mantiene consciente lo más que puede aun cuando el dolor es horrible, ahora mismo se encuentra en una batalla interna sin fin, un tanto cansado se teletransporta de nuevo hacia la cueva donde su "hermano" a habitado durante años, al llegar no es capaz ni siquiera de dar un paso más hacia el interior, el sitio en el que se encuentra es justamente la entrada de la cueva, repentinamente se deja caer en ella, la situación es más grave de lo que se imagino que sería, inmediatamente concentra ambas energías y lucha por mantenerlas en equilibrio.

No son diferentes, son la misma esencia con diferentes habilidades, nadie dijo que eran distintas.

—¿Divinidad, Maldad? al diablo con ello, en todos lados existe y no es culpa nuestra—se susurro a si mismo soportandolo, el joven puede sentir su cuerpo arder, no solo eso sino tambien como sus venas comienzan a exaltarse y así mismo su ritmo cardíaco incrementa, conforme aumentan sus latidos, sus venas se exaltan cada vez mas—Esto no es nada, el dolor no existe.

"No dejes que el dolor tome el control, solo déjate educar por el."

Se repite la misma frase una y otra vez mientras hace el esfuerzo por mantenerse cuerdo, la sensación de que su vista se nubla de un momento a otro invade su mente, la imagen de las rocas en la cueva pude sentir que se mueven aun cuando sabe que es algo imposible, es tan solo un espejismo, un efecto secundario de todo el dolor que esta sintiendo, es una ilusión, solamente eso.

Cuando esta apunto de cerrar los ojos logra escuchar a esa voz de nuevo—¿Estas loco?—cuestiona duramente, no le hace falta preguntar quien es ya que conoce a la perfección a esa voz, la ha oido durante mucho tiempo que le seria imposible olvidarla, gracias a los años que estuvieron juntos la podría reconocer en cualquier lugar—¿Porque siempre actúas de esa manera? ¿Porque siempre te encuentras en situaciones que ponen en riesgo tú vida? No has cambiado para nada, desde nuestro primer encuentro hasta la fecha sigues siendo el mismo ingenuo y luego te preguntas la razón por la que te traicionan.

No te entiendo, no consigo comprender tu forma de pensar—fue algo que quiso decir en voz alta y que no sé atrevió a pronunciar.

Sin contenerse se suelta riendo de sus palabras, esto no es algo que pueda evitar ya que, es simple, pues se encuentra equivocado, no existe razón alguna para que te traicionen, quien elige traicionar solamente lo hace por sus propios deseos, no por una razón especifica.

—¿En verdad piensas que existe una razón para engañar, para causar miedo, odio o matar a otros?—pregunto el príncipe mientras miraba el techo de la cueva subterranea—si eso es lo que crees, te equivocas, este mundo no necesita de razones, solamente requiere de deseos porque todo lo que hemos hecho hasta el momento es seguir nuestro instinto para cumplir o conseguir que nuestras metas se hagan realidad.

Durante años me cuestione porque existia el mal, no solo eso, sino quien tambien había sido el fundador de esa palabra, quien era el hombre o el ser que había descrito de esta manera nuestra existencia, sin ninguna respuesta he vagado, tambien los he culpado a ellos por ser tan ciegos, ¿el equilibrio existe? ¿alguna vez existio? creo que jamás lo ha echo, porque el mundo no sigue un orden y si lo siguiera, ese orden sería "La ley del mas fuerte" pero, ¿quien es el más fuerte? ¿aquel que puede cargar con los pecados o aquel que los salva unicamente de manera ficticia?

—El mundo entero necesitaba poder hecharle la culpa a alguien de sus atrocidades, ¿entiendes eso? ¿PUEDES ENTENDERLO?—soltó una risa burlona mientras apoyaba la cabeza sobre su mano recordando las peleas sin sentido que han tenido los demonios con los angeles—desde el inicio nacimos para ser culpados, fuimos creados con la intención de liberarlos a ellos de sus pecados, padre nunca nos amo. Dios nos abandono desde el inicio.

El silencio reino, en el interior Jeremy intentaba comprender las palabras absurdas que salian de la boca de Jordán, el nunca se cuestiono nada, el pueblo adoraba a los dioses y lo odiaban a muerte a él porque un dios lo maldijo, sin embargo ¿el odio era por la maldición? ¿o es que ellos tambien deseaban esa maldición? La vida eterna como su condena, ¿acaso era envidiable?

Jeremy estallo en risas mientras negaba con la cabeza, parece una tontería, una mentira pero si las cosas fueran como Jordán dijo, entonces el odio que arraigaba en el corazón de sus compañeros humanos se justificaba—¿Culpar a un demonio en vez de a un ángel de sus deseos?—si fuera de esa manera su impuro corazón sería perdonado y tendrían una justificación a sus acciones—Suena lógico, sin embargo, vas a morir por imbécil. ¿Quien en su vida se plantearía modificar la genética con la que ha nacido?

La sonrisa del príncipe crecio—Ese imbécil soy yo, porque para cambiar la historia el infierno debe ascender al cielo—menciono una parte del gran plan que su mente había construido desde que era mitad demonio—para traer justicia, para poder proteger a mi gente deberé ser quien lo gobierne absolutamente todo—un gemido doloroso salio de sus labios mientras de su boca salia un hilo de sangre oscura.

—¿Estas hablando de una rebelión?—pregunto sin chistar Jeremy, el supo desde el principio que él había nacido para ser alguien grande y que todas sus acciones podrían derribarlo o así mismo fortalecerlo, sabe que ha escogido bien, que el camino que eligió finalmente ha llegado a su fin.—Sino te libras de esta, no veras nada más allá del fracaso—un tanto molesto por los sucesos mascullo—Devorame en verdad

Jordán quedo en completo silencio, porque devorar significa desaparecer y él nunca quiso ese final para su "hermano", el odio es algo que no pudo sentir por Jeremy, aun cuando sus acciones le hicieron darse cuenta de lo débil que fue, al único que pudo culpar fue así mismo.

—Se que lo aprendiste, entonces HAZLO, haz las cosas bien—hablo de manera dura, ante los ojos de Jordán era como verlo frente a frente, el niño que solamente le mintió, era ya un joven dispuesto a confrontarlo—Vive y cambia el mundo, pon al infierno en el centro.

La primera LEY es tú palabra—murmuro seriamente, Jordán estaba molesto, en verdad no lo comprendía por ende cuestiono—¿Hasta cuando vas fingir? ¿No puedes ser honesto una vez en tú vida?

El príncipe del Inframundo[#4]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora