³⁴ ✓✓ Lo que quise decir ✓✓

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TN caminaba cerca de su profesor de pociones y tenia una sonrisa malevola. Severus la vio pasar con una ceja alzada, esperaba cualquier movimiento en falso para castigarla, lo cual no tuvo que esperar mucho.

Mientras detrás de una pared los espiaba unas cabelleras naranjas que sonreían .

- Apuesto que no lo hará - dijo uno

- 10 Galones - les respondió su gemelo

- Echo - se dieron un apretón de manos cerrando el trato.

La joven TN sonrió aún más y lo vio de reojo, él no paraba de verla. De un momento a otro se detuvo y lo vio directo a los ojos .

- Señorita - dijo Snape pero no pudo terminar pues ella lanzó al suelo haciendo que todo se llenará de pintura verde incluyendo al profesor - ¡Está castigada! - gritó limpiándose las cara

- ¿Que no le gustaba el verde? - comenzó a reír y al ver la cara de furia de Snape - Está bien hoy a las 8 nos vemos Sevy - le guiño un ojo y se fue.

El gemelo ganador tomo su dinero con una sonrisa boba igual que su hermano. TN camino cerca de ellos pero no los volteo ni a ver aunque ella sabía que estaban ahí.

Severus la vio irse sabiendo que no podía hacer nada más que esperarla pues esa era la rutina diaria, ella hacia y el la castigaba con las peores cosas. La frase "quien ríe al último, ríe mejor" le quedaba muy bien pues le ponía a decebrar y limpiar los sesos de un sapo l algún animal asqueroso , amaba ver si cara de asco pero las aún cuando ella al terminar así un drama .

Los días pasaban y mientras más castigos, más aburrido se volvía a TN ya no le daba asco decebrar esos animales pues ya se había acostumbrado, Severus ya no tenía esa cara de satisfacción, ya todo de volvió rutina que ahora cada vez que él iba a decir que la castigaba, ella solo decía antes "ahí estaré profesor", se ahorraban todas las demás palabras. Los castigos duraron al menos 2 años seguidos, ella lo molestaba o hacia sus bromas, un día decidió cambiar eso y lo logro, ahora eran amigos.

TN ya no hacía tantas bromas tan pesadas y Severus habían veces que se reía, no por él sino que las tarde la haría pagar incluso peor, si, definitivamente se hicieron amigos.

Los días pasaban y Severus comenzó a sentir algo, una calidez cuando estaba con ella, un nerviosismo de solo pensar que harían esa tarde y el tiempo que estarían solos, pero se negaba, él no podía volver a sentir esa cosa, no quería volver a sentir lo que era perder a alguien tan importante, no podía confesarse sin saber bien que era, tal vez sea cariño o aprecio, tal vez era un sentimiento de paternidad, si era eso.

Pero mientras más se negaba más sentía, más la amaba y más tenía miedo de confesarse y esperar la usual respuesta, el que ella no sentía lo mismo, pues él no era un hombre del que te podrías enamorar, él no podía mostrar afecto como ella de merece, ella era alguien bromista, positiva, hermosa y todo lo bueno, era lo que él nunca será ni en sueños.

Cofesarse era arriesgarse a perderla, la posibilidad de jamás volver a verla, era mejor callar y fingir no sentir, era más seguro.

Lo que no sabía Severus era que ella se sentía igual, inferior a él, no quería perderlo cuando le había costado 2 años apenas de una pequeña amistad, no se enviaban cartas de "como esas o te quiero ver en tal lado a tal hora" como lo hacían los verdaderos amigos, tal vez Severus no quería arriesgarse a romper su vida por ella.

¿Tal vez se arriesgaría?, ¿Tal vez alguno daría el primer paso?, Podría haber la posibilidad de que haya un amor mutuo y verdadero.

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Severus SnashotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora