Quiero ayudarte | Draco Malfoy

Capítulo 10

Nota: Antes de el capítulo, me gustaría agradeceros a todos aquellos que habéis comenzado a leer esta historia y espero que os guste la forma que va tomando.

Este es el primer fanfic que publico y estaba muy nerviosa porque pensaba que quizás a nadie le iba a gustar; pero, aunque sois pocas personas las que lo leéis de momento, puedo ver que al menos le interesa a alguien mi fanfic. También os agradecería que si tenéis algo de tiempo me pusierais en los comentarios vuestra opinión acerca del fic y, si queréis, algún consejo o algo que os apetezca comentarme.

De cualquier forma, me alegra el simple hecho de actualizar mi perfil y ver como las visitas van subiendo poco a poco.

Y bueno, esto es todo lo que quería comentaros. Así que muchos besos y espero que os guste el capítulo. -ShyAndDreamy-

Capítulo 10.

Lo había conseguido, Emily había pasado el resto del año haciendo como si Draco Malfoy no existiera para ella. Le había costado mucho esfuerzo y las primeras semanas fueron horrorosas, pero lo había logrado. También se había apoyado bastante en Neville para distraerse y consolarse cuando le daba el bajón al recordar la última conversación con Draco.

Cormac McLaggen se había acercado a Emily unos días después del incidente cuando estaba a solas para poder hablar. Ella aceptó con recelo ir a un lugar más apartado ya que no parecía que el chico viniera con malas intenciones, pero de todas formas no se sentía cómoda con él a su lado.

Cormac le pidió perdón. Había echado gran parte de la culpa de lo que casi ocurre a los efectos del alcohol y, aunque no lo hubiera dicho explícito, había insinuado que ella también era culpable de algún modo por beber siendo que se emborrachaba tan pronto. Pero Emily simplemente aceptó sus disculpas con una sonrisa nerviosa. No quería remover más el asunto.

Y, aunque pareciera extraño, mientras había estado hablando con el chico había sentido una mirada clavada en ella como si la vigilaran. Pero quizás solo fuera producto de su imaginación.

Emily comenzó el sexto curso bastante desanimada. Se podría decir que su familia no estaba pasando por buenos momentos. La verdad es que siempre había tenido conflictos familiares de los cuales solo sabía Neville, pero ahora se habían intensificado.

Al menos, en Gryffindor estaban todos de muy buen humor. Se había marchado la directora Umbridge, había vuelto Dumbledore y el curso prometía ser agradable; pero todo cambió cuando se cruzó con él.

Emily se había tomado tan a pecho lo de olvidar a Draco, que ni siquiera se había molestado en dirigirle una mirada en el Gran Comedor durante las primeras semanas. Además ya tenía suficientes problemas como para atormentarse con otro más. Pero cuando ese día se lo encontró por los pasillos, Emily tuvo que hacer un gran esfuerzo por no quedarse de piedra ante lo que veía.

Sinceramente, Draco seguía siendo muy guapo y todavía había crecido unos centímetros más. Pero su aspecto era completamente diferente. Por ejemplo, volvía a llevar el pelo repeinado, lo que le hacía parecer más mayor. También estaba mucho más pálido que de normal y unas grandes ojeras adornaban sus ojos diariamente. Es decir, Draco tenía una imagen completamente diferente a la del chico seguro y arrogante que portaba el año pasado.

Emily intentó por todos los medios que no le afectara el misterioso cambio del chico, pero era imposible negar que no estaba preocupada por él. De nuevo la angustia de no poder ayudarle aparecía en su pecho y esa impotencia la asfixiaba.

De nuevo, Emily se encontraba observándolo en cualquier momento que o veía. No podía comprender qué le había hecho cambiar tanto durante el verano, pero seguro que no era nada bueno. Se le notaba bastante más delgado y ya ni siquiera parecía preocuparse por las clases o el quidditch.