11- Tsunami

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11- Tsunami

QiJiu.

El poder dirigido del Tridente maldito en las manos de la bestia era algo como nunca antes visto, el agua se lleno de ozono y las corrientes normalmente tranquilas nadaban salvajes bajo el dominio del Tridente del Dios Caido, prometiendo arrazar con cualquiera que se acerque al mestizo que lo porta.

Shen Jiu advirtió una y otra vez que no debian confiar en Luo Binghe, que habia algo extraño en el y el amuleto que portaba, pero nadie escucho. Solamente su hermano mayor y ahora esta atrapado inconciente en las garras del desquiciado semi-dios.

—Maldición ¡Madición! ¡Qingqiu-ge! — Shen Jiu mira impotente como la magia desvocada impedia la vista de su hermano en los brazos de la bestia.

En eso escucha el estruendo de roca quebrantandose y el silencio antinatural que siguió.

Con el corazon detenido baja su mirada al lecho marino y nota con horror como el area justo debajo del mestizo y su hermano hay una grieta que crece. Por si fuera poco la magia estalla y todos los seres concientes a menos de medio kilometro del epicentro de la grieta escupen sangre por la repentina presión.

—N-no p-puede ¡ser! —Apena y logra seguir conciente.

De repente el agua vuelve a estallar creando olas submarinas que suben y bajan sin cesar arrastrando con fuerza a Shen Jiu y los tritones y criaturas marinas circudantes que aun seguian vivas.

Las olas y corrientes cortantes se propagan rapidamente al rededor del semidios creando un efecto centifugado como un remolino adsurdamente gigante del que nadie puede escapar. El Tritón Betta apenas puede enfocarse mientras es arrastrado por el remolino e intenta evitar sin mucho exito ser golpeado por los objetos atrapados.

La fuerza del remolino lo expulsa hacia la superficie, la luna llena brillante en el cielo nocturno es quien lo recibe y se lamenta que ni siquiera pueda aprobecharla para salvarse. Es arrastrado por una ola que sigue y sigue creciendo, temblando cuando nota que crece varios cientos de metros y no parece detenerse.

—Oh no.

Justo frente en linea recta a pocos miles de kilometros Shen Jiu vislumbra la costa del reino HuanHua, y se da cuenta de la verdadera intención del Semi-Dios.

¡El maldito bastardo planea estrella la ola como un tsunami contra tierra firme, matando a todos los trirones, sirenas y humanos en el medio!

¡Esta loco!

Los truenos suenan y la lluvia fria lo empapa. En un intento desesperado por protegerse su mano es golpeada por una concha y pierde su amuleto, dejandolo escenciamente desprotegido ya que la magia de las canciones son inutiles con el agua bajo el dominio del Tridente Maldito de Neptuno.

—¡Xiao Jiu!

Sorprendido su mano es sujetada y de un momento a otro esta atrapado entre los brazos de alguien. Mira hacia abajo y la familiar cola escamada de la tribu de tritones Pez Espada lo saluda, Shen Jiu y ya sabe quien.

Qi-ge lo sujeta con fuerza en las aguas turbulenta, protegiendolo parcialmente de los escombros.

—¡Te tengo Xiao Jiu!

¡Este idiota! ¿Que esta haciendo aquí cuando el semi-dios desvocado esta haciendo estragos abajo?

—¡¿A quien tienes?! ¡Mi hermano, tu propio segundo al mando esta en las manos de esa bestia! ¡A este paso nos matara a todos! —Acusa con furia y miedo disimulado.

Qi-ge no lo suelta pero retrocede sin poder mirarlo a la cara como siempre. Maldito cobarde.

—Solo queria asegurarme de que estuvieras a salvo.

—¡¿Que te importa mi seguridad?! ¡Tus prioridades si que son increibles!

—Xiao Jiu...

—¡Tu..! ¡No quiero verte! ¡No importa que hagas, todos moriremos de todas formas!

Estas olas no son normales. La fuerza, peso y volumen de agua del tsunami es enorme, prácticamente cuando el cuerpo de agua se desparrame sobre la costa todos moriran aplastados.

—Tienes razón.

Y entonces lo suelta.

—¿Qi-ge? ¡Qi-ge!

Shen Jiu mira sin comprender como Qi-ge se deja tragar por la ola, cuando de pronto lo siente. Es un poder similar al del mestizo, pero deiferente. Como si estuviera mal de varias formas.

Lo escucha antes de que lo vea, una canción con más tarareo que letras ¿Pero como es posible? La melodia se entrelaza en el agua arrebatandole el poco a control al Tridente de Neptuno, algo imsolito.

No pasa mucho antes de que la tormenta se extinga y los mares esten de nuevo en una calma antinatural.

—No, no, no. —Tenie un mal presentimiento.

Shen Jiu con apenas fuerzas nada hasta el fondo.

Parecia una eternidad antes de entrar a al tirtón pez espada, y Shen Jiu grito cuando vio su condición. Estaba palido y perdio muscularuta, sus escamas parecian quebradizas y parecia que perdio gran parte de su vitalidad, tuvo que asegurarse que su corazon seguia latiendo para darse cuenta que de seguia vivo.

¿Porque son tan graves las heridas que parece que Qi-ge morira?!

Mira sorprendido al tritón mayor, quien a pesar de estar moribundo seguia conciente.

—El poder del Tridente Xuan Su es inusualmente fuerte, pero nunca desenvaino para luchar contra el enemigo. Debes haber adivinado la razón.

Shen Jiu asintió inusualmente silencio. No solo él sí la había adivinado, sino que muchos tritones también la habían adivinado antes.

—Xuan Su es mi vida. ¿Entiendes lo que eso significa?

Shen Jiu eso definitivamente no era lo que esperaba ¿No que Qi-ge tenia arruinada su magia, por lo que no podia usar el poder de su amuleto? ¡¿Como cambio todo?!

¡Qi-ge le debe muchos secretos!

 —Cada vez que desenvaino a Xuan Su, se consume parte de mi vida.

En el momento en que dijo eso, Shen Jiu recordo de inmediato la sensación siniestra del tridente. No es de extrañar que Xuan Su nunca dejara su collar y porque Qi-ge parece tan desnutrido, se estaba alimentando de la escencia de vida en su sangre.

—Q-qi-ge, tú... ¿Porque no volviste antes?

Usando su vida como combustible para la magia, uniendo su propia vida con un amueto. A menos que haya experimentado un accidente importante ¡¿Por qué malguien tan talentoso como Qi-ge padeceria tal destino?!

—Queria regresar más rápido y buscarte... pero en cambio, arruine las cosas. Soy una persona muy impulsiva.. Me sebreestime al elegir mi amuleto y terminé así.

—¡Tu... tonto Qi-ge!

Todos estos años fueron un gran malentendido, un, gran y gran malentendido.

—...De verdad... Lo siento.

¡Mermay! ¡2022!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora