IX. La cita

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Estaba delante de la puerta de mi habitación del hotel y no sabía muy bien qué hacer

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Estaba delante de la puerta de mi habitación del hotel y no sabía muy bien qué hacer. Al otro lado de ésta, lo más probable, es que estuviese Lucy junto con Pam y Emma. No estaba preparada para lo que pudiera pasar. Mi cabeza estaba hecha un lío, y sentí que podría explotar en cualquier momento. Pero, aún así, me decidí a entrar. Y, tal y cómo me había imaginado, allí estaban las tres. Lucy sentada en la cama, con la cabeza mirando al suelo, mientras Pam y Emma la miraban de pie, con los brazos cruzados. Pero, en cuanto entré, esas miradas se dirigieron a mí. En el momento en el que mis ojos se encontraron con los de Lucy, toda esa rabia que llevaba dentro quiso salir. Corrí hacia ella y,si Pam y Emma no me hubiesen parado, no sé lo que habría hecho. Ambas me sujetaron por la cintura, mientras yo seguía intentando llegar a Lucy mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.

-Eres una hija de puta -grité con todas mis fuerzas ya llorando a mares. Sus ojos reflejaban terror, porque jamás me había visto de aquella forma. Ni siquiera cuando me enteré de los cuernos de Nick me había sentido tan traicionada. -Se supone que eras mi amiga, joder -lloré ya sin poder controlarlo ni un segundo más.

-Y soy tu amiga -protestó Lucy, pero sin elevar la voz como yo había hecho. Su cara reflejaba el miedo que sentía en aquellos instantes.

-No, no lo eres! -contesté siendo completamente sincera. -Una amiga de verdad jamás me habría hecho esto! Cómo se te ocurre decirle a Nick dónde estaba? Después de todo lo que me viste llorar, de todos los meses que pasé hecha una mierda... Y ahora que empiezo a recuperarme, me traicionas?

-Joder, lo siento, vale? -gritó ésta vez para responderme, empezando a llorar levemente. Todavía tenía la cara de gritarme ella a mí... y aquello, lo único que consiguió, es que me pusiese todavía más furiosa. -Nick me llamó, me dijo que necesitaba hablar contigo y que tú no le respondías sus llamadas, y me dio pena.

-Que te dio pena? Él? Y yo no te doy pena? -dije completamente indignada, elevando cada vez más la voz, si es que era posible. -Fue él el que me puso los cuernos, no al revés. Sabes qué? -en ese momento, decidí dejar de luchar contra el agarre de Pam y Emma, y me fui calmando poco a poco. -Que te jodan. No pienso pasar ni un minuto más aquí, compartiendo habitación contigo. Yo cojo mis cosas y me largo. Sé que vosotras no tenéis la culpa de nada -me dirigí a Emma y Pam, que me miraban petrificadas ante tal escena - pero no pienso estar aquí, con esta -dije con todo el desprecio que sentía en ese momento.

||🖤||

Allí me encontraba yo. En una nueva habitación, para mí sola. No tendría que compartirla con nadie. Después de toda la pelea con Lucy decidí que, lo mejor para todas, era que yo cogiese mis cosas y me fuese. Y así lo hice. Había pagado por otra habitación en el mismo hotel, pero ésta vez sólo para mi. Y no me vendría nada mal estar sola. Necesitaba pensar en todo lo que había pasado. Todavía seguía recibiendo mensajes de Nick. Uno tras otro. Todos con, más o menos, el mismo contenido. Pedía perdón, como si eso fuese a solucionar las cosas, y rogaba por una segunda oportunidad. Y, por mucho que me doliese, era incapaz de contestarle, pero también era incapaz de bloquearle. Habían sido más de cuatro años juntos, y era imposible que me olvidase de todo de un día para otro. Simplemente opté por la opción de ignorarlo.

Dangerous game | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora