Jessica
-Te ha gustado tu primera vez? -preguntó Max pasando la mano por su pelo húmedo por el sudor. Estaba tan atractivo de aquella manera, sudado, exhausto... que no pude evitar pensar en otra situación en la que terminaba de una manera similar. Me acordé de nuestro encuentro en el baño del hotel, y aquel día en el coche en Ibiza. Sentí que me inundaba una ola de calor, que hacía que mi respiración se entrecortase.
-Bueno, solo me enteré de que quedaste primero en la clasificación -logré decir prácticamente entre suspiros. Quería aparentar normalidad, pero no era así. Sus mejillas rojas por el esfuerzo y su boca entreabierta en busca de un poco de oxígeno, estaban haciendo que me excitase. Tenía que aparentar normalidad como fuese.
-Bueno, te enteraste de lo más importante -rió para después darme un beso fugaz en los labios, a vista de todas las personas que se encontraban en el garaje en aquel momento. Me sonrojé. No estaba acostumbrada a aquel tipo de gestos delante de nadie, y que la mayoría de gente se nos quedase mirando tampoco ayudó. -Me voy a duchar. Vienes conmigo? -preguntó, aunque no con la intención que yo esperaba. Su invitación parecía ser inocente; tan solo pretendía que le acompañase. Por un instante sentí decepción, pero pocos segundos después asentí y me encaminé hacia donde él iba.
Llegamos al mismo sitio en el que habíamos estado horas antes, y me senté en el sofá esperando a que él se metiese en la ducha. Pero , nada más llegar, Max comenzó a quitarse el mono que llevaba puesto, haciendo que yo respirase con más dificultad. Me mordí el labio, intentando reprimir cualquier tipo de sonido que pudiese escaparse entre mis labios. Empezaba a cuestionarme si se trataba de algún tipo de juego o tortura; y si así era, estaba consiguiendo su objetivo. Pensé que se iría al baño en ese instante, pero siguió deshaciéndose del resto de ropa, hasta que quedó completamente desnudo ante mi atenta mirada. De repente, mis ojos se centraron en la parte de su cuerpo que conseguía generar en mí un placer inexplicable. Tuve que concentrarme para seguir respirando con normalidad. Me crucé de piernas, notando cómo empezaba a crearse una humedad en la zona más sensible de mi cuerpo. Habían sido muchos días extrañando su tacto, sus caricias, sus besos.
-Jess? -escuché la voz de Max, y le miré a los ojos por primera vez desde que había empezado a desnudarse. Su sonrisa de medio lado me hizo saber que se había dado cuenta de lo que estaba pensando. -Estaba diciendo que me iba a duchar, pero si tienes otros planes dímelo -rió haciendo que me sonrojara. Me tenía en la palma de su mano.
-Eh... -tan solo pude emitir un sonido. Ni siquiera podría considerarse una palabra. Había conseguido que quedase completamente muda. Mi respiración era rápida y audible, y sabía que en aquel punto Max ya se había dado cuenta y podría hacer conmigo lo que quisiese. -No, puedes ir a ducharte -dije después de aclarar la garganta, esta vez siendo capaz de decir algo coherente.
-Segura? -preguntó, pasando la lengua por el medio de sus labios, haciendo que mi pulso se acelerase todavía más. Estaba a punto de perder el sentido, y la opción más adecuada en ese momento parecía ser la de abalanzarme sobre Max y dejar que hiciese conmigo lo que quisiese. -Podemos compartir la ducha. Es pequeña, pero estoy seguro de que hay alguna manera de que podamos entrar los dos -sugirió sonriendo.
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Dangerous game | Max Verstappen
Fiksi PenggemarTen cuidado con los juegos. Algunos pueden ser peligrosos.