XXXIV. Confesiones

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Jessica

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Jessica

-Nick, ¿qué haces aquí? -pregunto bajo la atenta mirada de Max, que parece estar controlándose a sí mismo para no saltar al cuello de Nick.

-Estaba paseando y vi un camión de mudanzas en la puerta. Tan solo quería despedirme -siento la sangre hirviendo en mis venas. Pensaba que con la despedida del día anterior le habría llegado, pero allí estaba otra vez para poner todo patas arriba. -Me extrañó porque ayer no me dijiste nada.

-¿Ayer? -pregunta Max enarcando una ceja, mirándome directamente a los ojos. Sabía que estaba furioso, y que cientos de imágenes estarían pasando por su cabeza. -¿Cómo que "ayer"?

-Nos encontramos en la calle -me apresuro a explicar, pues sé que si no lo hago, Max empezará a sacar sus propias conclusiones y podrá acabar en una de nuestras más grandes discusiones. -Me pidió perdón por todo y ya está -sé que me he equivocado al no contarle nada cuando analizo su cara. Está furioso, a punto de explotar. Le había prometido que no tendría más secretos con él, pero no consideraba que mi conversación fortuita con Nick tuviese demasiada importancia. Además, me daba mucha pereza seguir hablando de él; quería dejar aquel tema en el pasado.

-¿Y por qué no me lo cuentas? -me recrimina poniéndose de pie, elevando levemente la voz. Necesito que se vaya Nick, que se vaya todo el mundo. No quiero tener aquella conversación delante de nadie.

-Lo estoy haciendo -intento excusarme y explicárselo, pero sé que es demasiado tarde. Nos habíamos prometido no volver a mentirnos, y en realidad no lo había hecho. Simplemente no quería hablar más del tema, y creía que no tenía ningún tipo de importancia.

-¡No es verdad! Me lo estás contando porque él lo ha soltado primero -tenía razón. No había nada que discutir.

-Joder, Max, creí que no era importante -odiaba discutir con él, lo odiaba con todas mis fuerzas. No me gustaba verle de mal humor. Lo único que me resultaba placentero de nuestras discusiones eran las reconciliaciones. Joder, me enfadaría todos los días con él si solo pensase en el desenlace.

-¡Da igual si no es importante! Se supone que somos una pareja, que deberíamos contarnos todo -está a punto de estallar, lo veo venir. Le dedico una mirada de complicidad a Pam, en busca de ayuda. Ella se acerca a Nick, susurrándole algo que, sinceramente, me importa muy poco, y ambos desaparecen por la puerta de casa.

-Max, escúchame. Sé que tenía que habértelo dicho, pero es que estoy cansada del tema "Nick" -necesito sincerarme con él para que se de cuenta de que no era mi intención ocultarle nada. -He pasado página. Por fin, después de mucho meses, me he olvidado de él. Joder, Max, has hecho que supere algo que jamás pensé que sería capaz de superar.

-¿Cómo sé que es verdad si no haces más que ocultarme cosas? -tengo ganas de recriminarle todas esas cosas que él también me había ocultado, como por ejemplo que todavía seguía follando con su ex cuando nos conocimos. Pero me controlo, porque sé que eso no hará nada más que subir todavía más de tono la discusión.

Dangerous game | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora