Mew Suppasit solo quiere vengarse del Gulf adolescente que rompió su corazón en el pasado y siendo una de las personas más ricas de Tailandia usaría un poco de su poder y dinero para devolverle a aquel chico todo el sufrimiento que le causó.
Gulf Ka...
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Lentamente depósito el cálido cuerpo sobre la cama sin romper el beso necesitado que los estaba llevando al límite, podía sentir como el chico bajo el sostenía su cuello con fuerza impidiendo que se separara con una de sus manos mientras que la otra bajaba por sus hombros. Estaba en medio de las piernas de su castaño, sosteniéndose en sus antebrazos para no lastimarlo, siguiendo el juego de poder, para ver quién de los dos dominaba el beso, manteniéndose victorioso la mayoría del tiempo.
Hizo una maniobra para poder sostenerse solo con un brazo, mientras paseaba sus manos por toda la suave piel a su alcance. Sentía todo su ser envuelto en el dulce aroma de su esposo, ambos cuerpos ardian y pedían estar aún más cerca si era posible, los chasquidos ocasionados por el beso y sus respiraciones erráticas era lo único que se escuchaba en la habitación acompañados de suaves jadeos que lo llevaban a la gloria.
Pero justo cuando estaba jugando con el elástico de la bonita pijama que estaba usando el chico bajó el, este lo detuvo, poniendo su mano sobre la propia.
-Espera- Susurró entre jadeos, luchando por recuperar el aire, Mew le dio espacio para respirar, sentándose aún entre sus piernas, y admirando la vista.
Gulf era un perfecto y un jodido desastre.
Con los labios hinchados, rojos y húmedos, el cabello alborotado.
Con el pecho bajando y subiendo rapidamente mientras que todo su bonito cuello estaba adornado con las pequeñas marcas rojas que él mismo había hecho con su boca.
-¿Te lastimé?- Preguntó el abogado cuando le vio cerrar los ojos.
-Estoy bien- Respondió Gulf aún sin verlo, sentía su cara arder de vergüenza, sabía que sí abría los ojos encontraria al castaño viéndolo completamente y no era algo con lo que podía lidiar- Perdón... Yo.. Yo no...
-No importa- Lo interrumpió soltando un gran suspiró de frustración pura- ¿Te duele algo?.
Gulf negó, estaba tan fuera de sí, ¿Ahora cómo vería a Mew a la cara?, ¿Cómo justificaría el hecho de que se había dejado llevar?.
-Creo que es mejor que duerma en la habitación de invitados- Dijo el abogado viendo la cara roja del otro, por primera vez en su vida no sabia que decir y eso lo descolocaba, bajo de la cama lentamente observando como el castaño no se movia ni un centímetro, y aún sin verlo soltó un sonidito afirmativo con su garganta.
Tomó una de sus pijamas del closet pues aún estaba con su ropa habitual, después tomó su saco que estaba en el piso y salió de la habitación.
Entró al pequeño despacho, tumbandosé sobre la silla principal que era malditamente incomoda, la había comprado por su elegante respaldo tallado en caoba, pero en esa noche decidió que la tiraría a la basura. Tallo su rostro frustrado, con él mismo claro, mientras se reprochaba toda la escena que había causado.
