La redención del hermano

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Abrió la puerta con cuidado de no tirar la bandeja que sostenía entre malabares en sus manos, al ingresar todo estaba en completa oscuridad y lo único que podía ver era la silueta recostada en la cama, respirando irregularmente

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Abrió la puerta con cuidado de no tirar la bandeja que sostenía entre malabares en sus manos, al ingresar todo estaba en completa oscuridad y lo único que podía ver era la silueta recostada en la cama, respirando irregularmente.

Daw sintió su corazón doler, dejó la bandeja con la cena sobre el tocador antes de acercarse y prender las luces, toda la habitación se iluminó y su hermano rápidamente se cubrió con la sabana.

El no dijo nada y simplemente se acostó atrás del menudo cuerpo para abrazarlo con fuerza.

—Mamá está equivocada —susurró acariciando sus cabellos negros. Escuchó el sollozo adolorido que lo hizo sentirse un inútil. El era el hermano mayor pero no podía reconfortarlo —¿Me escuchaste Gulf?, Lo que dijo no es verdad, tu eres maravilloso.

Solo entonces el niño dejó de llorar para girar sobre su cuerpo y abrazar a su hermano con fuerza, Daw siempre estaba con él y lo amaba sin medida.

—Tu eres el único que me entiende.

—Siempre estaré para ti, te juro que daría mi vida por protegerte.

—Tu no eres nadie para decirme que hacer, la educación de tu hermano no te incumbe así que ve a tu habitación Daw

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—Tu no eres nadie para decirme que hacer, la educación de tu hermano no te incumbe así que ve a tu habitación Daw.

—Papá, no es justo que decidas su vida, yo acepté estudiar lo que querías con la condición de que lo dejaras elegir.

—Eso fue hace años Daw, cambié de opinión, y tu últimamente no haces lo que te diga —dijo el mayor bajando el periódico para mirarlo con seriedad.

—Lo haré, te daré mi vida pero deja a Gulf vivir la suya. —aseguró convencido. El pacto se sello y el fue feliz porque no había nada que no haría por su hermano, la única persona que lo apoyaba con amor y dedicación.

Salió de la biblioteca, subiendo de dos escalones a la vez por la emoción, no fue a su habitación si no a la que se situaba enfrente con el letrero que ellos habían hecho, no tocó solo abrió la puerta con suavidad asomándose un poco.

Matrimonio ArregladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora