Mew Suppasit solo quiere vengarse del Gulf adolescente que rompió su corazón en el pasado y siendo una de las personas más ricas de Tailandia usaría un poco de su poder y dinero para devolverle a aquel chico todo el sufrimiento que le causó.
Gulf Ka...
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Daw sintió el sudor frio bajar por su frente producto de sus nervios al igual que el ligero temblor en su cuerpo. Aun seguia esperando una reacción por parte del hombre sentado frente a él, en una imponente pose mientras mantenía el vaso de whisky en su mano, dándole movimientos circulares que hacían al hielo chocar contra el cristal causando un tintineo que inundaba la habitación.
Llevaba un largo rato ahí, a la espera de las órdenes de su superior pero hasta el momento sólo había obtenido un silencio sepulcral, algo no estaba bien.
-¿Como va la relación entre los tortolitos?- Preguntó al fin, haciendo a Daw salir del trance en el que estaba sumido, le miró atento. Sabía de sobra el mal temperamento de su jefe, trago saliva pensando en cómo decirle los percances por los que estaba atravesando.
-Mi padre ya no está viviendo con ellos- Dijo con algo de temor, como lo espero Tul se puso de pie violentamente, arrojándole el vaso de cristal directamente a la cabeza, pero gracias a sus reflejos se había hecho a un lado justo a tiempo para esquivarlo, y este terminó estrellándose contra la pared quebrandose en miles de pedazos.
-¡ERES UN INÚTIL!- De repente ya no estaba sentado, era sujetado con fuerza de la camisa, sabía que no podía defenderse ni actuar ya que sólo sería cuestión de firmar su propia muerte a manos de alguno de los hombres que se mantenian en los extremos de la habitación esperando una orden de Tul para volarle la cabeza- ¡Me importa un carajo como le vas a hacer, pero quiero que tu estúpido hermano se acerque a Suppasit.
-Mew no me deja acercarme, ni siquiera le permite a mi madre visitar a Gulf, ¿Cómo podría hacerlo?- Tul lo soltó con brusquedad, el enojo estaba en todo su ser, pero debía calmarse, debía planear todo perfectamente tal y como lo había hecho hasta ahora.
-¿Sabias que Mew puso la mitad de su fortuna a nombre de tu hermano?- Sonrió ladino- ¿Te imaginas?, si eso hace ahora que no lo quiere, ¿Cómo seria si tuviera sentimientos por él?.
-No veo en lo que me beneficia.
-Solo has que Gulf haga un testamento a tu nombre- Daw frunció sus cejas en confusión, entendiendo las palabras de Tul.
-¿Planeas matar a Gulf?- Preguntó serio,recibiendo otra sonrisa arrogante como respuesta- ¿Entonces porque simplemente no les metes un tiro a los tres?.
-Aún no, primero necesito que Suppasit lo quiera, que se vuelva parte fundamental de su vida, quiero que sienta lo que es perder a un ser amado, tenerlo muerto en sus brazos, que sufra lo que yo sufrí.
Las palabras de Tul aún estaba en su cabeza cuando la puerta de su casa se abrió, dejándolo ver a la empleada doméstica quien de inmediato le dio la bienvenida. La ignoró para simplemente continuar su recorrido hasta el despacho de su padre abriendo la puerta sin tocar pues sabía que su padre aunque estaba enfermo nunca estaba en casa, tomó la primera botella que encontró sobre la cantina de la esquina, dejando la habitación de la misma forma en la que había entrado.
