Mew Suppasit solo quiere vengarse del Gulf adolescente que rompió su corazón en el pasado y siendo una de las personas más ricas de Tailandia usaría un poco de su poder y dinero para devolverle a aquel chico todo el sufrimiento que le causó.
Gulf Ka...
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Lo primero que su ser semi-dormido pudo captar fue la pata peluda de uno de sus gatos pegarle directamente en la cara, en un acto que exigía alimento el minino repetía su acción inicial, no sabía de quién se trataba pues sus ojos se negaban rotundamente a abrirse, y estaba hasta hace unos segundos atrás viajando en el mundo de los sueños el cual no quería abandonar..
Al parecer el felino no lo tomó de la mejor manera ya que, tallando todo su cuerpo contra el rostro de su dueño intentó despertarlo, Gulf estaba seguro de que si no los quisiera tanto lo había empujado hasta el suelo, pero eso era impensable así que se conformó con darse media vuelta sobre sí mismo hasta poder refugiarse en los brazos que lo tenían sujeto, se acurrucó más contra la cálida piel intentando seguir durmiendo, cuando la realidad lo golpeó.
Sintió la sensación de las manos de Mew recorrer su cuerpo, los besos húmedos en su cuello y las palabras sobre su oído, recordándole cada segundo que habían pasado juntos en la madrugada. Su pesadilla y el miedo que había sentido, ahora solo eran un mal recuerdo que se había esfumado dejando solamente la sensación de paz y regocijo en su alma.
Estaba seguro de que sonaría infantil si decía en voz alta cuán avergonzado estaba, lo sabía era un adulto y estaban casados pero eso no quitaba ni un poco de su preocupación.
¡Quería salir corriendo de ahí!.
Gracias a los cielos podía sentir la ropa sobre sí mismo, aunque pensar en que Mew podría haber visto su cuerpo le ponía nervioso, se quiso dar contra la pared, ¡Era evidente que ya lo había visto!.
No sabía de dónde demonios había sacado el coraje la noche anterior, pero ahora sólo podía ver la piel expuesta del pecho de su esposo pensando en qué podría decirle cuando despertara. Subió los ojos con precaución, encontrándose con la imagen de Mew durmiendo tranquilamente, Hazard quién al parecer lo habia despertado ahora estaba tallandose entre los pies del abogado y maullando en busca de comida, regresando su atención a su esposo notó como éste movía un poco sus pestañas, lo más probable era que el maullido del gato estuviera despertandolo, así que apartó el brazo ajeno, saliendo del agarre que su mayor tenía en él y gateo hasta el borde de la cama, una vez de pie tomó al gato bajo su brazo como si fuera un costal de papas y lo sacó de la habitación llevándolo a la cocina, dos paquetes de atún para gatos fueron depositados en sus platos y Rocky se les unió desde la sala, encantado con el olor.
Gulf estuvo tentado a quedarse en la cocina aunque tenía sueño aún, pero de esa forma evitaría toparse con los ojos de Mew, pero era inútil.
Con los pies descalzos se acercó a su propia habitación, abriendo la puerta sorprendiendose al ver a Mew completamente despierto recargado en el marco del baño, únicamente en pantalón de dormir, con el cabello tan alborotado como si hubiera subido en una montaña rusa, completamente varonil y apuesto.
Su corazón latió, no sabía la razón ni el motivo, pero siempre que sus ojos se posaban sobre él mayor el mundo entero desaparecía y sólo existían ellos dos. Sus miradas estaban conectadas, cada uno intentando demostrar sus sentimientos por medio de esta, pero sintiendo que la distancia era demasiada.
